Capítulo 239: El inicio de los problemas Parte 2

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"Señor John, ya llegamos"  Una voz me despertó.


Al abrir mis ojos puede ver la figura de Céline, observándome con su fría expresión mientras me encontraba recostado en su regazo.

No sabía cuánto tiempo había pasado ni cuanto había durado el viaje, todo porque caí completamente dormido apenas toque su regazo.


(Esa cosa es demasiado peligrosa...)  Pensé seriamente sobre evitar que ella volviera a hacer esto por cómo me era casi imposible mantenerme consciente estando ahí.


Me levante rápidamente y salí del carruaje, logrando observar las calles de la Capital Real. Había pasado un pequeño tiempo desde que estuve aquí ya que estuve evitando salir de la Iglesia por como tenía que pasar tiempo con Céline, aparte de que no tenía que hacer muchas cosa por aquí.

Podría darme un vuelta de vez en cuando al Palacio Real, pero como Alice no se encontraba ahí, sinceramente no me apetecía ir.

Las calles se veían realmente animadas y el carruaje que nos trajo partió del lugar, seguramente para volver a los terrenos de la Iglesia.


"Bien ¿A dónde tenemos que ir?"  Pregunté ya que no conocía muy bien las ubicaciones de las tiendas en la Capital para este tipo de cosas.


"Primero compremos los insumos comestibles, así que por favor sígame"  Céline comenzó a caminar de una manera recatada y elegante.


Simplemente la seguí sin decir nada.

Parecía que todo estaba yendo sin complicaciones, pero en cuestión de algunos minutos, varias miradas se centraron en nosotros...no...lo correcto era decir que estaban fijadas en Céline.

Cierto...había olvidado que ella es una mujer a la que se le puede considerar sumamente hermosa y más cuando usaba un traje de monja que la hacía destacar entre toda la multitud, por lo que era normal que atrajera un montón de miradas, sobre todo de hombres ya sean civiles o aventureros.

Como era de esperarse, el viaje que se suponía debía ser tranquilo, se volvió sumamente incómodo, pero a Céline no parecía afectarle en lo absoluto.


(Supongo que ella ya debe de estar acostumbrada a esto)  Pensé mientras intentaba ignorar todas las miradas.


Lo único bueno de esta situación, era que al parecer ninguna persona quería causar problemas con nosotros ya que Céline pertenecía a la Iglesia Axxotica, un poder que nadie quisiera ofender, por lo que no habría ningún grupo de hombres que intentaran cortejarla de manera brusca o aprovecharse de ella como sucedía normalmente en los clichés de novelas de fantasía.

Estuvimos caminando durante una gran cantidad de minutos hasta que llegamos a lo que parecía ser una gran mercado a puerta abierta donde se podían ver varios puestos ofreciendo vegetales, tubérculos y carne.

Me sorprendió un poco saber que un lugar así también existía en la Capital real, pero rápidamente volví a recuperar la compostura y seguirle el paso a Céline, la cual comenzó a caminar a cierto puesto en específico.


"Buenos días, señor Victorick"  Céline saludó respetuosamente al dueño del puesto al que llegamos.

¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~!(Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora