Capítulo 254: El Portador de Delkirra

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El grupo conformado por Yuuna, Roderick y Zakal, habían tomado un gran desvió después del derrumbe que provocaron en la segunda planta de la Iglesia Principal tras su combate contra los apóstoles gemelos.

El caballero sacro estaba haciendo todo lo posible para que pudieran llegar lo más pronto posible a la tercera planta que era uno de sus destinos mientras sentían un gran temblor proveniente de la primera planta.

Roderick tenía bastante curiosidad por el fenómeno que estaba causando tal sismo en un lugar tan grande como la Iglesia Principal, pero no era el momento de que estuviera distrayéndose con algo que no estaba interrumpiendo su avance.

El peculiar grupo no demoró mucho en llegar hasta unas escaleras que los llevarían a su destino, ellos evitaron un gran número de trampas en el camino y no había nadie alrededor para detenerlos.

Ellos subieron con cautela a la tercera planta de la Iglesia Principal, cada vez estaban más cerca de la planta final en donde estaría el Papa junto a Misha, no tenían tiempo que perder así que aumentaron su velocidad para que no fuera demasiado tarde para salvar a aquella que sería sacrificada por los deseos egoístas de una persona enferma de locura.

Mientras avanzaban, esquivaban las trampas ubicadas en el lugar gracias a la guía de Roderick y no parecía haber nadie que los detuviera, por eso aumentaron su velocidad.

Pero cuando se dieron cuenta, se encontraban en una habitación donde la iluminación escaseaba y cuyas paredes estaban adornadas con algunos pilares.

El caballero sacro no recordaba que alguna habitación como esta existiera dentro de la Iglesia Principal, y cuando ese pensamiento cruzó por su mente, un gran disco de metal lo golpeo en el centro de su pecho.

Él apenas fue capaz de reaccionar y proteger gran parte de su cuerpo con maná y su espada sagrada antes de ser arrojado a estrellarse contra uno de los muros del lugar.

Pero ese no fue el final del repentino ataque, cuando el disco golpeo a Roderick, este mismo cambio de dirección para atacar a Yuuna.

Ella a duras penas bloqueó aquel disco con su espada mientras batallaba para no ser vencida por la poderosa fuerza del rebote.

Zakal rápidamente intento conjurar magia para ayudar a Yuuna, sin embargo, en ese momento otro disco salió disparado a su dirección el cual a comparación del que recibió el caballero sacros, este impacto directamente en el apóstol, enviándolo a hundirse bajo una gran pila de escombros que se originó tras su choque contra uno de los muros de la tercera planta mientras una gran cantidad de sangre teñía el lugar donde fue enterrado.

Yuuna de alguna forma se las arregló para desviar el disco que vino a su encuentro, siendo ese el instante en que los dos discos que fueron lanzados regresaron a las profundidades de la habitación en la que se encontraban.


"Estas armas...sin duda debe ser él..."  Roderick tenía dificultades para hablar mientras se preparaba para luchar.


"Je~ solo pude acabar con uno de tres, parece que me he oxidado bastante"  Una potente voz provino del lugar de donde resonaban algunos chirridos metálicos.


Lentamente la figura de una persona se fue esclareciendo.

Un gigantesco y robusto sujeto de gran y marcada musculatura que vestía un traje de gladiador junto a un peto metálico.

Su cabello negro estaba hecho todo un caos y sus ojos de color amarillo tenían una afilada forma que le daba una apariencia hostil e imponente.

Este era el séptimo apóstol, Eugin, el portador del arma sagrada Delkirra.

¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~!(Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora