Me llamo Cloe Smith, y estoy atrapada en un mundo donde la luz no es más que una cruel farsa, donde los colores han sido devorados por las sombras, y la vida... la vida es solo una broma vacía. No tengo ninguna esperanza de escapar de este miserable rincón, un lugar donde los que alguna vez se atrevieron a explorar ya no existen, y nadie tiene el valor de seguir su legado. Nadie quiere saber qué hay más allá de este infierno, y peor aún, nadie le importa. Estoy condenada a esta oscuridad infinita, sin sueños que perseguir, sin un atisbo de alegría, sin un propósito.
En este maldito mundo de sombras, los maestros del colegio nos llenan la cabeza con la absurda idea de que nuestros ojos se adaptaron para ver en la oscuridad, como si eso fuera todo lo que merecemos. Pero yo no me trago sus mentiras. ¿Qué demonios es la luz y por qué todos le tienen miedo si nadie la ha visto jamás? ¿Cómo es posible que basemos toda nuestra ciencia en algo que quizás ni siquiera exista?
Es una locura. Me atormenta pensar en cómo sería ver un resplandor, o una simple chispa de luz. Todo esto es tan extraño, tan frustrante. Pero lo que más me duele es pensar si habrá alguien más que se atreva a cuestionar esta opresión que nos imponen. Porque aquí, desafiar a esos malditos sacerdotes oscuros, los tiranos que nos han gobernado por siglos, es un pecado que se paga con la muerte o el destierro. Y nadie, absolutamente nadie, ha sobrevivido al cruzar el límite de los 3 kilómetros.
Nuestro gobierno no es más que una asamblea de títeres, donde esos sacerdotes oscuros eligen a los más obedientes y sumisos para formar parte de ella. Y tienen el descaro de llamarlo "el mayor honor" al que alguien puede aspirar. Esos esclavos, si tienen suerte, pueden ser ascendidos a sacerdotes oscuros y acceder a secretos que el resto de nosotros jamás conocerá.
En esa asamblea se deciden los destinos de nuestra tierra, Armitael, donde todos trabajamos como hormigas, apenas consiguiendo lo necesario para sobrevivir. Hace más de un siglo, prohibieron a las parejas y familias tener hijos sin el permiso de los sacerdotes oscuros, y es el jefe supremo quien decide quién puede procrear y quién no. Él tiene el poder absoluto sobre la vida y la muerte de todos nosotros, porque los recursos son escasos y nuestra tierra está agotada. Su objetivo es evitar nuestra extinción.
Dicen que los dioses de la oscuridad protegen esta tierra, pero yo no les creo. Nunca los he visto, y dudo que existan. Soy solo una huérfana, atrapada en el orfanato más viejo y olvidado del pueblo. Han pasado años y nadie ha querido adoptarme, y probablemente nadie lo hará. No sé de dónde vengo, y me avergüenza pensar en quiénes pudieron haber sido mis padres, porque seguramente los mataron o los expulsaron por tenerme. Esa idea me llena de culpa y dolor, y creo que es mejor vivir en la ignorancia, para no enfrentar el horror de mi propio origen.
ORFANATO:
ESTÁS LEYENDO
Viaje hacia el corazón de la oscuridad (EN CURSO)
FantasyCloe Smith nació en un mundo de tinieblas, donde la luz era solo un sueño y un enigma. Nadie sabía de dónde venía, si existía o cómo crearla. Solo se contaban historias de un tiempo lejano, cuando el sol iluminaba el cielo y las estrellas brillaban...