Un gran sueño

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— ¿A qué te refieres con que sólo adelantaron los planes? — Jeongjin tenía una pequeña teoría, pero quería escuchar la realidad.

— Me refiero a que... — Minho guardó silencio por completo cuando se escucharon dos toques en la puerta. Tanto el como Jeongjin se quedaron helados, pero Jisung sonrió, había un tonto que seguiría tocando así después de tantos años, se levantó y rápidamente se aseguró de que fuera su tonto favorito a través del pestillo, el castaño soltó una risita al notar un ojo jigante sobre la mirilla, acción característica de su mejor amigo, abrió la puerta y el joven de cabello negro lacio se aventó de inmediato a abrazarlo.

— Cuando escuché tus alaridos sabía que estarias aquí.

— Lo bueno es que recordaste esos últimos días, aunque estuvieras medio dormido, medio despierto — Jisung no soltó a Changbin por lo que Chan pasó por un lado tratando de no arruinar su emotiva reunión.

— Hace rato que nos encontramos éste chico y yo — comentó Chan — estábamos preocupados por ti y cuando escuchamos todo el bullicio, Changbin dijo que sabía dónde estabas... Hola — Chan vió a los dos desconocidos en la habitación y Jisung por fin soltó a su amigo.

— J.ONE — habló Jeongjin — ¿Quiénes son ellos?

— ¿Con qué derecho le llamas Ji? — reclamó el menos celoso de sus amigos.

— Tranquilo Binnie — Jisung explicó lo que sucedió e hizo las presentaciones pertinentes.

— Con más razón ¿Con qué derecho lo llamas J.ONE? ¡Tú eres el culpable de que la rebelión cayera!

— Binnie, eso no es cierto.

— De hecho estaba explicando Leeknow como es que YO NO tuve la culpa de nada.

— ¿Ah si? — preguntó Chan mientras llevaba a la mesa algunas tazas con un líquido caliente y Minho lo seguía de cerca con paquetes de galletas — ¿Cómo es eso?

— Como ya lo mencioné, soy de Klaridom, vivo ahí desde que nací y soy parte de una élite dentro del gobierno. Hace algunos años se dijo que un estudiante de la preparatoria central había hecho un hallazgo importante — Minho comenzó a narrar.

"Aparentemente habia encontrado, después de haber hecho muchas investigaciones e hipótesis, a un dios dormido. Ustedes saben que todo el mundo en Dalia tiene prohibido ir más allá de las dunas si no quieren encontrar una muerte inminente, para los capitalinos existe una regla similar, no podemos ir más allá de las grandes bardas de Klaridom sino queremos encontrarnos con un destino peor que la muerte. Pero ese estudiante era intrépido, el mas inteligente de los estudiantes, así que obtuvo un permiso especial y un grupo de nosotros le acompañamos. Nuestra misión era sencilla, salir de Klaridom, no mirar ni por un segundo a los habitantes de afuera, buscar al supuesto Dios y regresar a Klaridom. Por supuesto que el líder de la misión no haría caso, se la vivió durante toda la misión aprendiendo sobre la cultura fuera de las grandes bardas, habló con muchas personas, yo no entendía por qué lo hacía, no quería entender; pero era un chico tan curioso, aproximadamente tendría 12 años para ese entonces, aún así su nivel de empatía superaba su pequeño y enclenque cuerpecito. Llegamos más allá de las dunas en cuestión de semanas y después de unos cálculos por parte del líder de la excursión, dimos con el Dios.

Nadie podía creerlo, era tan real como nosotros mismos, dormía como si fuera otro humano más echándose una ligera siesta, al regresar a Klaridom ningún mayor daba cabida a lo que veía ¿Cuántos años tendría? ¿Cuál sería su poder? Y lo más importante ¿Cómo podrían usarlo para controlar a la población? El estudiante no quiso ser parte de ello, él había hecho ese hallazgo para ayudar a la humanidad, no para controlarla, se obsesionó con la historia mundial, salía a escondidas de las grandes bardas, pronto se volvió un rebelde más y por consiguiente un enemigo público del gobierno central de Klaridom.

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