Pesadilla

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— Hola ¿Sopa? — invitó Jisung con una sonrisa relajada — llevas bastante tiempo esperando allá afuera.

— ¿Fuiste tú quien lo convenció de dejarme entrar? — escupió Seungmin — ¿No has aprendido la lección? Cuando apenas conoces a alguien no lo invitas a entrenar a casa — regañó el joven de ojos avellana.

— Si quisieras llamar a alguien... no — repuso Jisung — si pudieras llamar a alguien ya lo habrías hecho, habrían buscado la manera de entrar ya que viste cuál era la entrada; pero no puedes hacerlo ¿Cierto? Estás solo.

— ¿Cómo te atreves a hablarme así tú...? — estaba a punto de reclamar cuando Minho alzó la voz.

— Kim, sentado — ordenó el mayor — Hannie sólo me pidió que te permitiera entrar porque pensó que tendrías hambre. Agradece. Por mi seguirías tirado en ese callejón.

— Yo no... — el estómago de Seungmin hizo un ruido bastante sonoro y avergonzado se resistió a sentarse a la mesa junto a todos.

Changbin no paraba de ver al recién llegado, era como si siguiera en ese sueño, Seungmin seguía tan hermoso e inalcanzable como siempre lo habia sido.

— Tus ojos saldrán de sus cuencas — susurró Jisung cerquita del oído de su amigo. Minho estando del otro lado de la mesa no escuchó bien lo que se susurraban, y sólo veía a ambos chicos demasiado cerca y su pecho se sintió como si estuviera haciéndose chiquito.

— ¿Q... qué? — Changbin casi se atraganta al estar comiendo descuidada y distraídamente. Pasaron por lo menos diez minutos para que el hambre le ganara al ego de Seungmin y por fin tomara asiento al lado de Minho.

— No me mires así, Lee — reclamó Seungmin ante la mirada molesta de Minho — te recuerdo que fue "tu Hannie" quien hizo la invitación. Han Jisung.

— Kim Seungmin — contestó el mensionado. Seungmin desvío la mirada de inmediato al escuchar su propio nombre en esa voz tan fría.

— Así que me recuerdas.

— No. Pero he escuchado que fuiste mi remplazo.

— ¡TE DIJE QUE NO SOY REMPLAZO DE NADIE! — gritó Seungmin poniéndose de pie y dando un fuerte golpe a la mesa, todos se vieron sorprendidos, a excepción de Jisung que no se inmutó ni un poco con aquella reacción.

— Tu sopa se enfría — se limitó a decir y continuó comiendo. Seungmin se volvió a sentar un tanto avergonzado y comió en silencio. En cuanto todos terminaron de comer y hablaron de trivialidades, Jisung volvió a dirigir la palabra hacia Seungmin — ¿Acaso hemos tenido una charla similar antes?

— ¿De qué hablas Hannie? — contestó Minho en lugar de Seungmin y todos quedaron a la espectativa de las respuestas de ambas preguntas.

— Trato de entender la reacción de Seungmin. Y es que la cuestión está así: por lo que me has contado fue mi reemplazo como interlocutor con el Dios, fue tu reemplazo como seguridad del búnker ¿o juega a serlo o ésta conversación ya la tuvimos?

— Yo la recuerdo diferente — Seungmin apretó los puños — ¡Porque lo primero que dijiste fue que yo sólo era tu reemplazo en el corazón de Lee Minho!

— ¿Yo dije eso? ¿Cuándo? — la expresión de Seungmin quedó en blanco y volvió a desviar la mirada, parecía arrepentido

— No fue mi culpa, fue tuya por decir esas cosas. O bueno, el Han Jisung de ese momento.

"Cuando cumplí 10 años fui llevado ante la gobernadora, ella me dijo que yo tenía muchos atributos que le parecían perfectos como para ser su nieto. Al parecer había descubierto que su propia sangre estaba fallando en su deber y compromiso.

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