Sueño de una noche

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— Vamos, nunca ofendas al hombre que tiene un desfibrilador en la mano, podría salvar a tu nuevo amiguito — contestó la voz con el mismo tono relajado pero un tanto más burlón.

— ¡No! — se levantó Jeongjin — no te acercaras a él, quien quiera que seas.

— IN, calma — Minho llevó sus dedos a la garganta del rubio — su  pulso aún es constante, no requerimos tus servicios, puedes regresar a tu cueva y decir que has fallado.

— Vamos, eso no sería divertido. Y por cierto ya no tengo una cueva, me acaban de promover y me dieron una nueva oficina — Minho se puso de pie viendo de frente al recién llegado.

— ¿Gafas nuevas también?

— ¿Te gustan? Apuesto a que te gustó más así

— ¿A qué puesto estupido e inventado te han promovido ahora?

— Al tuyo — contestó el contrario con una gran y carismática sonrisa — desertaste ya hace casi una semana, alguien debía tomar tu lugar y renovar la seguridad, después de todo la mayoría de la tecnología aquí es tu bebé.

— Si, lo es.

— Y por eso es hora de que le abras paso al progreso, ansiano. Pero descuida, me aseguré de que serás mi segundo al mando si vuelves ahora mismo conmigo y entregas a tus amiguitos. Principalmente a Han Jisung.

— Si. Eso no pasará Kim, pero gracias por la oferta, puedes regresar.

— ¿Kim? — Jeongjin estaba más que confundido, pero antes de poder preguntar más, el rubio en el suelo comenzó a combulcionar — ¡Leeknow! ¡Haz algo! — gritó el menor desesperado, ambos volvieron a agacharse al lado del chico y Minho entró en pánico por unos segundos.

— Muevete, te dije que traía el equipo para ayudarlo — el joven de lentes se movió rápido conectando al rubio, entre cables, tubos y geringas éste volvió a respirar con normalidad — debiste seguir el protocolo.

— Debí despertarlo desde un inicio, eso habría ahorrado tiempo — escupió Minho.

— Pero sabes que ellos están en un sueño perfecto, son felices en ellos y no quieren despertar ¿Por qué despertarlos?

— Porque las personas no viven de sueños — Jeongjin acarició el rostro del rubio y éste reaccionó ante la caricia — lo vez, él si quiere despertar.

— ¿Y éste quien es?

— Mi amigo, no lo toques — advirtió Minho — y si éste chico es importante para él, lo es para mí.

— Antes yo era importante para ti — el joven de lentes comenzó a palpar el cuerpo del rubio — pero entiendo por qué estos tipos son importantes ahora, has pasado tanto tiempo solo que necesitas sentirte unido a alguien. Lo entiendo. Pero cuando ellos vuelvan a las cápsulas, quedaremos sólo tu y yo.

— ¿Quién rayos es él? — preguntó Jeongjin un tanto más ofuscado.

— ¿Recuerdas que les hablé de un tal Seungmin? — contestó fastidiado Minho — bueno, te lo presento, IN, él es Kim Seungmin

— ¡Oh! Vamos, lo dices como si me despreciaras, pero sé que aún me amas — Seungmin terminó de revisar al rubio — además este tipo se está dejando morir. No hay nada que puedan hacer.

— ¿De que hablas? — las lágrimas rodaron nuevamente sobre las mejillas de Jeongjin — ¿Por qué dice eso? — se dirigió a Minho — no es posible, lo sacamos, dijiste que si lo sacabamos de la cápsula él estaría bien.

— Dije que si lo dejábamos dentro ellos se encargarían de matarlo — Minho no sabía que decir, la situación era cada vez más difícil — es por eso que hay que despertarlo.

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