Descendientes Long Live Evil

Peligro en altamar

PoV Mal

Tiempo atrás, cuando la Isla todavía se encontraba aislada del mundo y yo bajo el mando de mi madre, había muy pocas cosas con las que pasar el tiempo. Música, dibujo, realizar algún deporte estaban fuera de lugar. Bueno, salvo que formase parte de tu entrenamiento para sobrevivir en tal atroz lugar o para seguir el camino de tus padres. Es por ello que yo solo me dedicaba a volverme fuerte y a traer a mi paso el caos. Tanto en magia como en lo físico (aunque admito que hubo momentos en que las paredes y la pintura fueron demasiada tentación). Por su lado, Evvie se especializó en algunas artes como el dibujo y la danza pues su madre se encontraba que bajo un cuidado rígido de sus dotes y, al contar con el linaje de la realiza, su hija podría engatusar a algún rey o príncipe para sacarlas de ahí y volver al poder. Claro que por sí misma, le gustaron dichas actividades y las enlazó con el diseño y la costura. 

Después, cuando fuimos enviados a Auradon, pese a la misión que nuestros padres nos habían dado y el tener de acostumbrarnos a un ambiente diferente y peligroso (para nosotros), también teníamos tiempo libre sin la vigilancia de los secuaces de nuestros padres. De ahí que por fin logramos tener momentos de paz y extender nuestras habilidades o comenzar con nuevas actividades. Como el dibujo en mi caso. Aunque claro, todavía no soy tan buena y hoy en día es raro encontrar tiempo para eso.

Aún así, tenía la necesidad de hace reste retrato. El rostro de alguien que apareció en ese extraño sueño que pese a no recordar salvo algunas cosas, me dejó en un estado de alerta. Pero esta persona construida a través de mi imaginación de alguna forma lo calma.

Probablemente sea porque tiene la apariencia de alguien de la Isla. Con una piel de olivo que pareciese huir del sol, y sombras debajo de los ojos que de cierta forma te dicen que requiere de una siesta urgente, este chico apareció en mis sueños con la necesidad de proteger a algo ¿O a alguien? Y aunque su físico no asemeja al de luchadores o de alguien cuya construcción ósea dice que realiza actividades físicas, su postura da a entender que ha peleado pues esa posición exacta mantiene un buen equilibrio en su cuerpo mientras esta en un estado maleable. Parece que esa con la guardia baja pero rápidamente puede cambiar a una pose de combate y agarrar alguna arma que tenga al alcance. 

Harry a veces hace una pose similar. Cuando se le mete a la cabeza que yo o alguno de sus estudiantes ha descuidado su entrenamiento o sus habilidades se han oxidado, entra en un modo entrenador aterrados y en cualquier momento puede comenzar un combate contigo hasta que decida que tus habilidades ya se han puesto al corriente con lo esperado.

En verdad es exasperante cuando se pone en ese modo, pero forma parte de su encanto....Lastima que ello también entra su personalidad explosiva. Si tan solo me hubiese explicado qué le molestaba tanto antes de decidir que terminábamos...

Un toque a la puerta de mi habitación me sacó de mis pensamientos. Y al darme cuenta que gotas de agua estaban sobre el dibujo que dejé inconcluso, rápidamente me sequé las lágrimas y llamé a la persona que se encontraba en espera de mi respuesta. 

-Lo siento Mal, pero el capitán me pidió decirle que nos encontramos cerca de las coordenadas en las que la magia y la tormenta surgen- dijo Noah, uno de los nuevos aprendices de Harry quien se ofreció en acompañarme en el viaje. Un joven pirata que sin duda es un buen estudiante (pese a su impulsividad) y que tiene un gran potencial a mi parecer. Pero aún le falta que Harry vea eso. En las últimas clases que estuve con ellos, se distraía al punto de sacar el genio de Harry y ser castigado o expulsado de la sesión. Pero una noche que volví a la bahía por unos papeles que se me habían olvidado, me encontré con él entrenando. Me di cuenta que sí ponía atención cierta atención a las clases pero no lograba mantenerla. Así que por sus propios medios, se ponía al corriente.