Descendientes Long Live Evil

¿Dónde estamos?

PoV Mal

El sonido de las gaviotas y el olor de agua salada fue lo primero que registré. El recuperar la conexión de mis sentidos permitió que mi consciencia fuera tomando lugar y me sacada de ese estado ¿de sueño? No creo que haya descansado pese a estar fuera de mi. ¿Inconsciente? es más probable, pero no recuerdo qué hice como para terminar así ¿Y por qué mi cuerpo duele tanto?

Como si estuviese en la espera de ser reconocido, el dolor aumento al punto en que me hizo encogerme cubriendo de forma instintiva mis puntos débiles al ponerme en posición fetal. No obstante el más mínimo movimiento sacudió mi ser con una nueva ráfaga de dolor que se unió al otro con el fin de atormentarme.  No pude evitar gemir mientras trataba de darle sentido a esta situación.

-Despierta...¡Estas despierta! Oh Dios, ¡Por favor, no te muevas! Abrirás tus heridas- pequeñas y temblorosas manos se posaron en mi frente y hombro tratando de volverme a acostar en la posición en la que desperté. Aún no lograba ubicar a quien estaba a mi lado pues mi visión se encontraba borrosa ¿me cayó agua encima o porqué siento mi rostro mojado?....Ah, estoy llorando. De dolor de confusión aún no lo sé. No obstante, esta presencia se siente de cierta forma familiar y confiable. Y dado que todavía no sé qué esta pasando, confiaré en él.

Sentí algo frío sobre mis labios antes de que me dieran de beber. Tosí un poco ante el sabor particular de una poción sanadora, pero lo tomé con vigor ante el alivio del dolor que me daría junto al hecho de darme cuenta de lo sedienta que me encontraba. Me quedé tumbada en la arena sin moverme y centrando mi atención respiraciones profundas mientras dejaba que la poción hiciera efecto. Mi acompañante se quedó a mi lado todo el tiempo en silencio pero con un gran alivio en él que de cierta forma de contagiaba. Una vez que el dolor se volvió una presencia silenciosa en el fondo de mi mente, abrí los ojos para ver cómo la figura borrosa se volvía nítida frente a mi

-¿Noah?- alcé mi brazo con cuidado hacia su rostro para secar las lágrimas que salían de sus ojos

-C-creí que no des-pertarías, y estaba asustado. N-no sabía qué hacer yo...yo..-dudé y con algo de esfuerzo y cuidado me senté y me apuré en envolverlo en un abrazo. Noah, por su parte se apuró en aferrarse a mi mientras sollozaba y dejaba ir todo lo que había guardado hasta ahora. 

Lo dejé desahogarse brindándole un espacio seguro. mientras tanto los rayos del sol nos alcanzaron y me percaté que el amanecer apenas se asomaba y el sol poco a poco alumbraba tanto el cielo como el mar. 

Un temblor sacudió mi cuerpo con el pensamiento de ambos entes y sin evitarlo sentí un terrible temor por ellos. Mis instintos se volvían locos diciendo que me alejase lo más posible del océano que se encontraba frente nuestro y en el cual flotaban tablas de madera y restos de lo que parecía un barco....

Fragmentos de mi sueño volvieron a mi cabeza ¿Qué fue producto de mi mente y qué forma parte de recuerdos? ¿Qué pasó? ¿Dónde están los demás? ¿En dónde estamos?

Tuve que contener esta urgencia instintiva de alejarme del océano cuyas olas a mi pareces parecían chocar cada vez con más fuerza con la orilla de la superficie como si tratase de alcanzarme y arrastrarme a sus profundidades. 

-Noah, necesito que me ayudes con respiraciones profundas. Sigue mi ritmo, ¿sí? Inhala....-lo primero es calmar a este chico. Este chico  de 11 años, tan energético y emocional que estuvo cuidándome por sepa quien sabe cuento tiempo en este entorno desconocido y sin nuestros demás compañeros a la vista- Eso es, lo hiciste muy bien. Vamos a hacer de nuevo, ¿te parece? Inhala....Exhala...Inhala....Exhala.....

Tomó tiempo, algo que si soy sincera no tenemos. Pero no estoy dispuesta a movernos hasta estar segura que él esta bien. Aún y cuando por fin calmó su respiración las lágrimas pararon, no romí su agarre sobre mí.

-¿M-Mal?-apenas escuché su murmullo , pero le demostré que tenía mi atención acariciado la parte de atrás de su cabeza- ¿Qué haremos ahora?

Buena pregunta

-Noah, necesito saber qué pasó ¿Recuerdas algo de eso?-dije con voz calmada pero con un tono de autoridad. Es necesario que empecemos a actuar

-Yo...e-el rey Tritón se alteró una vez se dio cuenta quienes éramos. Nos amenazó con sus tropas si no regresábamos a ¿la tierra prohibida? Pero luego, te vio y te llamó ¿tabú? creo que sus amenazas se volvieron reales después de eso y cortó el enlace. Pero después de eso, el mar cambio y esas criaturas de agua aparecieron y nos atacaron. El clima cambio también. No sé qué pasó, el señor Smee me mando bajo cubierta mientras ellos peleaban... pero... el barco se hundió y el mar se llevaba a todos....pero tu te estabas ahogando así que yo.....Mal, ¿los demás estarán bien?

Le acaricié la cabeza mientras le daba una sonrisa triste -No lo sé Noah, no lo sé... Pero hablamos de la tribulación del Capitán Garfio, si hay quienes puedan sobrevivir la la fuerza del océano, son ellos -midiendo la capacidad de mi cuerpo y fuerza, nos incorporé -Nosotros, por otro lado, debemos de encontrar la forma de volver a casa sin recurrir al océano. No creo que seamos bienvenidos al territorio del rey Tritón. 

-Pero, ¿cómo?- dijo mientras me pasaba mi bolso que al parecer logró recoger. Rápidamente chequé el interior y por suerte, mi libro de encantos todavía se encontraba ahí. Pero hablando de cristales de comunicación o pociones....bueno, es mejor que nada.

-De momento debemos encontrar un lugar seguro, reabastecernos e investigar un poco estas tierras para así - el llamado del estómago de Noah me interrumpió. Rápidamente cubrió su barriga con sus brazos mientras su rostro se coloreaba y buscaba alguna excusa o cambiaba el tema. No pude evitar reírme con ternura, sin duda tengo ganas de robarle este aprendiz a Harry -¿qué te parece si empezamos buscando algo de comer?

-¡Señora, sí señora!- dijo en un intento de saludo militar