Sex and Threesomes | NoRenMin

Capítulo XX.

Estaban en el aeropuerto, muriendo de sueño ya que su vuelo salía temprano.

Jeno estaba comiendo un sandwich, RenJun revisando por última vez que no falte nada, y Jaemin dormido sobre el hombro de Jeno.

—Huele a comida. —Dijo JaeMin.

—Es el pan. —Respondió Jeno.

—Dame.

—No quiero, cómprate el tuyo.

Jaemin frunció el ceño y se volvió a acostar.

—Que odioso. —Murmuró JaeMin antes de caer dormido.

RenJun guardó algunas cosas innecesarias y se quedó descifrando un libro de matemática, hasta ahora no entendía nada, y cuando llegaran los parciales no quería estar llorando por la carga de no entender nada.

—¿Quién hijo de puta creó las matemáticas? ¿Por qué? Suma, resta, y multiplicación lo entiendo, eso si es útil, ¿Determinantes por método de Gauss? ¿Sarrus? ¿Para que carajo me sirve?

—Creí que tenías que hacer un libro de actividades para final de mes, ¿haz hecho alguno de esos 66 ejercicios? —Preguntó Jeno.

—Ni me lo repitas, solo pagaré para que me los hagan, de todas maneras el profesor ni siquiera se va a enterar. Ja, es más fácil para él aceptar los 20 dolares que le ofrecí —Miró el libro una vez más— En serio, ¿por qué? No me sirve de nada. Solo quieren que me rompa la cabeza, me dé un derrame cerebral y adiós RenJun.

—Creo que necesitas un buen té de manzanilla. —Interrumpió Jeno.

El chino suspiró.

—Si, tal vez.

—Voy a comprarte uno, ya vuelvo.

Sin más que decir, Jeno se levantó de su asiento y desapareció entre la multitud. Habían bastantes personas, aunque fuese las cinco de la mañana.

JaeMin roncaba tranquilamente a su lado, en ese momento, RenJun pudo sentir la verdadera envidia. ¿Por qué él no podía estar así? Ignorando el hecho de que no se llevaba bien con la matemática, estaba bien con sus otras asignaturas, pese a ello, se encontraba estresado. ¿Que lo alivia en momentos de estrés? Sexo, claramente. Pero por temas de la vida (moral), no podía tener relaciones en el aeropuerto.

Suspiró una vez más, llegando a estar más dormido que antes.

Una mano tocó su hombro, cuando abrió los ojos vió a JeNo con un té de color amarillo, soltaba algo de humo.

—Gracias —Murmuró RenJun tomando el té.

—¿JaeMin no ha despertado?

—No.

—Le compré un sándwich, esperaba dárselo.

—Aún hay tiempo, no es como si en el avión no aceptaran comida.

JeNo emitió un sonido en afirmación, a partir de ese momento el alfa y el omega quedaron en completo silencio. Minutos más tarde, recibieron un aviso, el avión había llegado.

—JaeMin, JaeMin... —Dijo RenJun agitandolo.

—Cinco minutos más —Susurró el pelinegro.

—Ya llegó el avión.

Con un bostezo JaeMin se paró de mala gana, agarró su equipaje y juntos caminaron hacia el avión.

[...]

Considera que el viaje fue largo, agotador, extenuante. Sin embargo, con buena compañía al lado no tenía nada de lo cual quejarse.