we are gay - creek (En proceso/corrección)

6. Cigarrillo

Tweek

Wendy y Bebe, últimamente nos llevamos demasiado bien, todo empezó cuando Bebe me habló para pedirme prestados mis materiales de arte. Nunca me ha molestado compartir, sin embargo, tampoco me lo habían pedido. Sin rechistar le presté lo que quisiera y ayudé un poco a lo que quería lograr, intenté comportarme sumamente amable, quería tener más personas con las cuales "confiar".

Bebe me contó de su última pelea con Clyde mientras ayudaba a su obra, opiné acerca de ello, no lo que ella quería oír, sino mi opinión al 100%. Al parecer le fascinó, me dijo que nunca nadie le había dicho algo diferente a lo que ella opinara. Poco a poco Wendy fue metiéndose a la plática, al terminar de ayudar me invitaron a juntarme más con ellas y me pidieron seguirlas antes de la siguiente clase para entregarme algo para agradecerme. En un principio me negué, pero al ver que no iban a retroceder terminé dándome por vencido.

Al final de las clases me invitaron a pasar un rato con ellas durante ya las horas muertas, no me negué. Platicamos de cosas poco interesantes, al final, me invitaron a una pijama de chicas. Sí ¡PIJAMADA DE CHICAS! Cómo saben, yo no soy chica. No me siento incómodo ni nada por el estilo, solo se me hace un poco mucho demasiado raro.

Al despedirme, recordé que Craig me había dicho que se quedaría un rato más en la escuela debido a que no había comprendido del todo un tema de la clase de física. Lo busqué en la biblioteca y nada. Lo busqué en la cafetería y nada. Lo busqué en el salón al que siempre íbamos a dormir y nada. ¿Dónde carajo se metió? 

Estuve a punto de rendirme e irme hasta que me topé con Clyde y Tolken.

— C-chicos, ¿Han visto la a C-craig?- hablé llamando su atención- no lo encuentro por ningún lado.

— Oh, debe estar en el patio trasero, siempre va a relajarse ahí cuando está muy estresado porque nunca hay profesores por ahí- dijo Tolken.

Agradecí y me despedí con un "hasta mañana", empecé mi caminata dirigiéndome al lugar recién mencionado. En un principio no vi a nadie, pero no podía rendirme, sabía que estaría escondido por ahí. Lo encontré detrás de una bodega, escondido y fumando.

— Craig, fumar es malo- dije viéndolo serio.

— Hola Tweek, ¿Quieres?- señaló su cigarro.

— No, gracias- me senté a su lado- ¿Qué sucede contigo? Estás algo raro.

— Nada fuera de lo común, ya sabes, crisis existenciales- dijo fumando un poco su cigarrillo.

— No te noto muy convencido, sabes que puedes hablarme de lo que tú quieras, para eso somos los amigos ¿No?- si, claro "amigos".

— Solamente no quiero involucrarte en mi mierda Tweek, sé que tú ya tienes demasiados problemas, demasiado en que pensar, solamente estaría siendo una carga más para ti y no quiero que lidies con eso- dijo para luego absorber y luego soltar nuevamente el humo de su cigarrillo.— Craig, sabes qu-

De repente sentí como el azabache se abalanzó para abrazarme y empezar a llorar, correspondí al abrazo acariciando su cabello y dando palmadas en su espalda, no quería preguntar para tratar de incomodar de alguna manera. Tan frágil, tan sensible ¿Por qué el Craig que siempre conoció ahora había desaparecido? Parecía tener al rededor de sus brazos a una persona completamente desconocida, un niño pequeño con sueños y ambiciones de niño pequeño, así se podría definir su comportamiento. Sin embargo esto no era ningún capricho, para que alguien como Craig estuviera llorando tuvieron que haber pasado cosas que realmente dolieran. Que Craig estuviera llorando como un bebé es lo equivalente a que un anciano de los años 20's que se pueda considerar "el más macho" estuviera llorando.

— Este día ha sido pésimo, en la mañana discutí con mi padre, me siento culpable e inservible. Comencé a tener pensamientos caóticos hace ya un rato, pensamientos que me agobian. Cosas cómo "no estás esforzándote para nada" o "¿eso es todo? Que inútil" vagan por mi cabeza día tras día y creí ser lo suficientemente fuerte como para poder afrontarlos pero me están afectando más de lo que me gustaría. Me siento insuficiente académicamente, no pude entender el tema de hoy del todo y se supone que soy de los más listos de la clase, todo el mundo espera tantas cosas maravillosas de mi, cosas que no soy ni llegaré a ser pero no quiero decepcionar a alguien y aún así me esfuerzo y trato de aparentar tener todo bajo control. Esto es demasiado frustrante, mis emociones reprimidas están saliendo sin control alguno, quiero que paren, no quiero verme indefenso ante ti- dijo agarrando su cara y tallando sus ojos desesperadamente. Tomo ambas de sus manos y las coloco lejos de su cara.

— Craig, sabes que no está mal el no entender del todo algo, es completamente normal- coloqué al azabache recostado en mi regazo y empecé a acariciar su cabello- ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Ese día llegué a la escuela como un completo extraño, nunca en mi vida había asistido a una escuela con más personas, mis padre siempre me criaron en casa. Recuerdo que ese día una niña se te declaró, tu lo único que hiciste fue decir que no e irte. Me pareciste un completo idiota, pero por dentro te admiraba aunque no me quería dar cuenta. Más tarde, mis cuadernos se me cayeron, fuiste en único niño que se acercó a ayudarme porque yo era el niño nuevo y nadie de aquí le agradan los niños nuevos. Noté como observaste mi cuaderno con simples garabatos y elogiaste mi trabajo, a pesar de ser un niño principiante al cual sus padres habían metido a clases de arte hace muy poco. Desde aquel día siempre tuve una admiración hacia ti, nunca creía lo que la gente decía de ti, sabía bien que no te conocía entonces no podía emitir un juicio acerca de ti, es por eso que el día en el que la pandilla de Stan nos emparejó para pelear me sorprendió en un principio, la historia luego de eso ya te la sabes de memoria, ¿No?- reí un poco- No eres inservible Craig y si desaparecieras del mundo me pondría muy triste, te has vuelto parte esencial de mi y no quiero que te alejes ¿Entiendes?

Aquel chico del chullo azul no hizo nada más que llorar desconsoladamente aferrándose a mí. El cigarrillo previamente usado por él se encontraba en el suelo apagándose por si solo.No me gustaba verlo así, sentía que ese carácter fuerte que tanto lo caracterizaba había desaparecido por completo, cosa que realmente me disgustaba. Me provocaba enojo, frustración e ira verlo de esa manera, quería golpear a quien sea que le haya metido en la cabeza que era una persona "inservible".

Jamás en mi vida pensé en ver esta faceta de Craig, honestamente, desde que lo conozco bien, supuse que era uno de esos chicos que únicamente llorarían en el funeral de su madre. Podía ver lo indefenso que era en ese momento, es un chico demasiado destrozado, pero nunca lo demuestra.

Traté de consolarlo, diciéndole cosas hermosas acerca de él y convencerlo de que no iba a tratar de alejarme de el, no es un inservible, no es bueno para nada. El me ayuda a ser feliz, me ayuda a tranquilizarme. Acaricio su cabello lentamente y limpio sus lágrimas hasta que se tranquilizó un poco.

— No le digas a nadie por favor- frase que provocó una pequeña risa en mi.

— Tranquilo Craig, a demás de que no tengo por qué contar esto (ni a quien) no tenía contemplado hacerlo- sonreí.

— ¿Por qué sigues a mi lado Tweek? No soy alguien interesante y lo has comprobado con tus ojos ¿Por qué te preocupas por mi?- dijo mientras agachó su cabeza.

— ¿No eres alguien interesante? Carajo ¿Me estás jodiendo? Me gusta estar contigo Craig, es algo que realmente disfruto, hablarte, salir contigo a cualquier lado, ayudarte con proyectos de arte, oírte tocar la guitarra, cuando me cuentas sobre Stripe, son cosas sencillas pero las encuentro demasiado agradables- hablé mientras miraba al cielo, pasó al rededor de un minuto y volví a hablar- este soy yo, este es el verdadero Tweek, mi yo interno siempre intenta ser lo que estoy siendo ahora. No me gusta cómo soy frente los demás, ya sabes, ansioso, boca floja, desesperado, sin poder hablar sin trabarme cada dos palabras. Solo tú puedes sacar lo mejor de mi Craig.

El azabache se levantó para volver a abrazarme impulsivamente.

 — Gracias Tweek, gracias por ser esa persona con la que me puedo expresar sin sentir miedo.

— Gracias a ti Craig, gracias por quedarte y dejarme explorar tu vida, tu mundo, tu galaxia entera.