Tweek se enamoró primero pero Craig se enamoró más fuerte. Sin embargo, ninguno de los dos lo admite.
- Personajes idealizados.
- Los protagonistas en este fanfic son mayores de edad.
- TW: tendencias suicidas, drogas, manipulación, dependencia emoc...
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Tweek
Al abrir mis ojos pude sentir un peso en mi cuerpo, me percaté que eran unos brazos, antes de comenzar a gritar volteé a mi lado y pude notar a Craig durmiendo aún, tapé mi boca con mis dos manos para contener el grito. ¿Cómo habíamos llegado a esto? Cierto, lo de ayer... No puedo creer que dejé que él me besara ¿Cómo van a ser las cosas luego de esto? Realmente esto sería bastante incómodo, no debimos haber hecho lo que hicimos.
Noté como el azabache a mi lado comenzaba a moverse, indicando que pronto despertaría. De acuerdo, ¿Qué le diré cuando se despierte? ¿Ahora que mierda hago? UPS, es tarde, ya está abriendo los ojos.
- Oh, hola Tweek, buenos días- dijo tallando sus ojos.
- ¿BUENOS DÍAS? ¿ES TODO LO QUE DIRÁS?- levanté la voz alterado.
- ¿Qué otra cosa debería haber dicho cariño?- volvió a enrollar sus brazos al rededor de mí.
- Me besaste ayer Craig Tucker ¿Qué se supone que diga ahora?- el mayor abrió los ojos como plato al oír el "me besaste".
- ¿Q-qué yo qué?- dijo incrédulo- ¿Nos besamos?
- Ay Tucker no me hagas esto, dime qué lo recuerdas. A menos qué, el alcohol...
Demonios, demonios, demonios ¡DEMONIOS! No pensé que pudo haberlo olvidado, si lo hubiera pensado antes probablemente pude no haberle recordado y pasar el día como si nada ¡Yo y mi maldita bocota!
- Ya lo recordé- dijo el azabache con un gran sonrojo en su cara tratando de esconderse entre las almohadas- Perdón por eso, el alcohol me volvió loco.
- ¿Crees que así las asiáticas sospecharían menos de nosotros? Ya sabes, besándonos enfrente de todos...
- Obviamente, disiparía cualquier duda pero...
- ¡Hagámoslo!
- ¿Qué?- me miró incrédulo- ¿Realmente quieres hacerlo?
- No quiero que sospechen y si hacemos eso pienso que pronto acabaría el auge y nos dejarán en paz. Así que sí, hagámoslo.
No sabía que mierda acababa de decir, antes de que Craig pudiera contestarme salí de la habitación, ¡Café! Necesito café para dejar de estar así de nervioso, realmente considero que sería buena idea para que dejaran de sospechar (si es que lo hacen) que esto es fingido. Sin embargo,
Hay algo en mi cabeza, mi mente muy en el fondo me dice que me gustó besar a Craig y quiero volver a hacerlo.
Al llegar abajo me encontré al pelirrojo de ayer, quién me había avisado de las tonterías de Craig y Stan. El judío se me había adelantado y ya había preparado el café.
