𝐃𝐀𝐍𝐂𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋 | narcos mexico

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Un año había pasado, y Ángela se había convertido en la nueva actriz mexicana del momento. Ofertas de tengo con la mejores cosas de cine, y los actores más reconocidos del momento.

Su película con Andrés había llegado al cine y cortamente después a las pantallas de las familias mexicanas.

Varias entrevistas y portadas de revistas comenzaban a acumularse en su catálogo. Sin duda Ángela Verné había llegado para quedarse.

Un año en el que ella había comenzado una relación con Andrés García, de ahora 23 años mantenía una relación con un hombre 10 años mayor.

Claramente era algo que a su padre no le agradó. No podía llegar a su casa después de las 7 cada que veía al hombre. Siempre tenía que estar acompañada de Teresa, y algunas ocasiones de su propia madre.

Ángela quien se encontraba peinando su cabello, escuchó unos golpes en la puerta. Se levantó rápidamente y corrió hasta a ella. Encontrando a Andrés, quien tenía una bolsa de regalo y un gran ramo de flores en sus manos.

— ¿Otro regalo?— Angela pregunto con una sonrisa. Los dos adultos entraron a la sala de estar. Con emoción abrió la bolsa y sacó el presente. Un hermoso vestido negro.— ¡Me encanta!.

— ¿Y eso?— Fausto pregunto entrando a la habitación a la par de su esposa. Rosalba rápidamente se acercó y tocó la tela del vestido. Se podía sentir la calidad en este.

— Es un vestido, papi— Ángela habló con obviedad.

— Si, pero para que.— Fausto. volvió a hablar.

— La quería llevar a una fiesta.— Andrés menciono.— Es en la ciudad, es una buena oportunidad para que Ángela conozca más personas del medio. Muchos directores van a estar ahí. Teresa y Julián pueden acompañarnos también.— El menciono antes de que Fausto pudiera hablar.

Ángela observó a su padre. Faustino desvió la mirada observando a su esposa. Quien mantenía una expresión seria.

— ¿Y a qué hora la regresas?— El pregunto derrotado.

— A la hora que me ordene.— El hombre aseguró.

— A las 12– Faustino respondió.

— A esa hora.— Andrés asintió con una sonrisa.

Ángela corrió con emoción a la cocina para llamar a su amiga. — Pasó por ella a las 9.— Andrés mencionó antes de retirarse.— Un gusto como siempre verla.— El hombre apretó la mano de la mujer. Estaba por acercarse a Fausto, pero el hablo antes de que lo hiciera.

— Que te vaya bien.

Andrés asintió con la cabeza antes de retirarse.

•••

Horas más tarde, Teresa había llegado a la casa de Ángela. Con todo su maquilla y los mejores vestidos que la mujer poseía.

— ¿Te dijo donde era la fiesta?— Teresa pregunto maquillando sus ojos.

— No, pero mira el vestido.— Ella señaló el vestido extendido en su cama.— Debe haber mucha gente importante.

— ¿Sabes quienes van a ir?— Ella pregunto.

— No se, pero dijo que irían muchos directores famosos.— Ángela explicó.— He escuchado de esas fiestas en el set.

— Quien lo diría.— Teresa hablo.— Las dos niñas de pueblo irán a una fiesta de la alta sociedad.

Ángela comenzó a reír mientras peinaba su cabello.

— Tal vez hoy podrás tener un poco de tiempo a solas con Andrés.— Teresa menciono en voz baja.

Ángela ocultó una sonrisa mordiendo su labio inferior haciéndola reír. Tardaron varias horas preparándose, no eran que necesitaran demasiado, las dos mujeres eran muy hermosas. Pero entre conversaciones, canciones y bailes de emoción las horas pasaron rápido.

— Niñas.— Rosalba llamó a la puerta.— Dios mío— sus manos fueron hasta su rostro.— Están hermosas.

Las dos mujeres rieron.

— Sus galanes están afuera.— La mujer anunció. Ángela tomó su bolso, que ahora era de diseñador.

Las dos mujeres caminaron hasta la sala de estar. Donde Julián el esposo de Teresa se encontraba, Andrés conversaba con su padre.

Los ojos del hombre se iluminaron al ver a la mujer. El vestido negro acentuaba sus pechos y cintura, mientras que en su cadera caía con vuelo.

Unos delicados tacones de tiras vestían sus pies, y su cabello rubio esponjado enmarcaba su rostro.

— Te ves hermosa.— Andrés hablo acercándose a ella.

— Gracias.— Ella agradeció con timidez.

— Tenemos que irnos.— Julián anunció con Teresa en sus brazos.— No queremos llegar tarde.

— Nos vemos luego, mami.— Ángela se despidió de su madre con un beso en la mejilla.— Papi, regreso temprano, ¿si?.

— Con mucho cuidado.— El hombre hablo dándole un abrazo sin despegar la mirada de Andrés con una expresión seria. Besó su cabeza antes de que ella se alejara con una sonrisa en su rostro, entrelazó su brazo con el de Andrés antes de salir por la puerta.