Tensión
——————— Oh, Dios mío, ¡eres un bicho raro!
— ¿Soy tu bicho raro?
— No empieces conmigo Manoban. — amenazó Jennie con ojos juguetones acompañados de una suave risa, un sonido por el que el corazón de Lisa no dejaba de revolotear.
Lisa se limitó a reír también con los ojos enfocados de nuevo en la carretera.
— Tienes razón, pasos de bebé — se burló.
Desde el almuerzo, el ambiente entre las dos cambió a algo ligero y fluido. Las continuas bromas de Lisa eran implacables hasta el punto de que Jennie ya no podía ocultar la sonrisa en su rostro ni la risa que solía contener siempre.
— Eres demasiado confiada para tu propio bien — comentó Jennie, disfrutando del puchero en los labios de Lisa demasiado para su gusto.
— Malvada — gimoteó Lisa con la voz más infantil que había usado nunca. Jennie tuvo que jalar su labio inferior entre los dientes y forzar su concentración en todas partes menos hacia la rubia a su lado. Que linda, pensó la morena con las mejillas ligeramente sonrosadas. Sintió que su corazón bombeaba con fuerza y no sabía si disfrutaba mucho de la sensación.
Por otra parte, cuando se trataba de Lisa, Jennie nunca sabía nada, siempre se quedaba confusa y simplemente perdida. Sus emociones pululaban continuamente por su cabeza y su pecho y ninguna de ellas parecía legible o comprensible.
Jennie se giró hacia Lisa y la escaneó con una expresión confusa.
¿Por qué me siento así siempre que estoy contigo Manoban?
— Esto no es justo. — Lisa exhaló con un chasquido de lengua en señal de decepción. Jennie inclinó la cabeza hacia un lado con las cejas fruncidas.
— ¿Qué no es justo? — preguntó. Y, sin perder el ritmo, Lisa respondió con algo que dejó a Jennie hecha un lío, una vez más.
— Que tú puedas mirarme y yo no porque estoy conduciendo — Y para alegría de Lisa, se detuvo de repente en un semáforo en rojo con una sonrisa de satisfacción.
— Ah, mucho mejor — exhaló antes de girar a su derecha y apoyar el codo en la consola del reposabrazos.
Jennie observó con el corazón acelerado la forma en que Lisa apoyaba la barbilla en su mano y miraba su rostro con plena admiración.
— Hola — se burló Lisa con su famoso guiño juguetón, pero al instante siseó de dolor en el momento en que la ruborizada gatita le dio un golpe en la frente.
— ¡Y-yah! Pervertida! — exclamó la morena.
Al ver que el semáforo cambiaba a verde y se alejaba, Lisa sólo se rió sentándose adecuadamente y frotándose el dolor punzante de la frente.
— Vale, vale ya he terminado.
Jennie se limitó a resoplar antes de desplomarse en su asiento con una mirada sombría y las mejillas rosadas. A Lisa le pareció una acción súper adorable, especialmente el pequeño puchero en sus labios.
Pero, algo la molestó ligeramente.
— ¿Puedo preguntarte algo? Y, por favor, sé sincera — preguntó Lisa un poco incómoda y nerviosa, de lo que Jennie se percató rápidamente.
Jennie se deslizó hacia atrás en su asiento y miró a la inquieta rubia a su lado confundida por el repentino cambio de humor. Asintió con la cabeza de forma vacilante.
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tócame | jenlisa
Fanfic─ No te preocupes, te prometo que no te tocaré. ─ Pero, ¿y si quiero que me toques? Una es una popular jugadora de voleibol del instituto y la otra es una estudiante normal. A una le encanta el afecto y la otra lo odia absolutamente. ¿Qué podría sal...