tócame | jenlisa

Capítulo 14

Provocar
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En la biblioteca, Jennie y Lisa levantaron la vista de sus cuadernos sólo para sonreír tímidamente con un tinte rosado en las mejillas antes de volver a bajar la mirada.

Al otro lado de la mesa, Lisa volvió a mirar su libro y sintió que el corazón se le hinchaba sólo de ver cómo las mejillas de Jennie se sonrojaban aún más.

Y, al sentir las miradas de Lisa, Jennie se asomó detrás de sus largas pestañas y soltó una risita silenciosa al ver cómo el rostro de Lisa estaba cubierto por el libro pero sus ojos se asomaban desde arriba.

Lisa soltó una risita antes de volver a taparse completamente la cara con el libro. Jennie sacudió la cabeza y volvió a mirar su cuaderno.

Durante un minuto, las dos estuvieron estudiando en silencio, hasta que Lisa empujó juguetonamente los pies de Jennie con los suyos.

Jennie levantó la vista sólo para ver la cara de Lisa todavía completamente cubierta con un libro.

Podía oír también el leve tarareó de la rubia.

Puso los ojos en blanco y empujó sus pies hacia atrás. Lisa se burló y bajó el libro.

— ¿footsie en la biblioteca? Qué inapropiado por su parte, señorita Kim — jadeó Lisa, fingiendo una expresión de total asombro. Jennie, burlona, entrecerró los ojos.

*Footsie: es un juego de coqueteo en el que dos personas se tocan los pies debajo de una mesa o en un lugar oculto, a menudo como un principio romántico.

— ¿Quieres que pare entonces? — Preguntó, moviendo las pestañas de una forma que sabía que la ayudaría a ganar. Lisa era demasiado débil ante el puchero y el aleteo de sus ojos y ver la sonrisa de Lisa vacilar con sus ojos suavizándose probaba su suposición. Especialmente por la forma en que Jennie seguía subiendo y bajando los pies por la pantorrilla de Lisa.

— C-creo que sería un crimen negar el footsie — balbuceó Lisa. Jennie simplemente soltó una risita y volvió a acariciar juguetonamente la pierna de Lisa antes de volver a centrar su atención en su tarea.

Lisa dejó el libro sobre la mesa y se inclinó hacia delante, apoyando el codo en la mesa y la barbilla en la palma de la mano. Se quedó mirando el rostro de la morena con plena admiración. Observó cómo Jennie se apretaba el labio inferior entre los dientes y fruncía las cejas.

Lisa se rió por lo bajo.

Su bonito rostro pensativo.

— ¿Nini? — llamó Lisa. Vio que Jennie levantaba la cabeza y le sonreía suavemente.

— ¿Sí, Lili?

— Eres preciosa — dijo Lisa, sonriendo por la forma en que un rubor cubrió inmediatamente sus mejillas.

Jennie puso los ojos en blanco con una sonrisa juguetona.

— ¿Eso es todo lo que querías decir? — preguntó Jennie burlonamente. Lisa asintió y se echó hacia atrás.

— Sí.

Jennie se rió entre dientes y volvió a mirar su tarea.

— No tienes que esperar conmigo, ¿sabes? — dijo Lisa. Con los ojos todavía fijos en su libro.

Jennie se encogió de hombros.

— Lo sé.

Lisa levantó las cejas divertida, pero también se encogió de hombros y volvió a mirar su cuaderno. Jennie miró a Lisa y sonrió para sus adentros. No podía decirle a la rubia que estaba esperando con ella por sus celos.