Nanon no ha dejado que sean las ocho, me ha sacado antes del trabajo, porque tiene hambre, y ahora me siento mal por Toey.No le avisé, porque no me devuelve el celular.
Estiro la hamburguesa a su boca y él la muerde, aún concentrado en la pantalla.
Está jugando Candy Crush.
—¿Ahora tengo que alimentarte también? —le pregunto acomodándole la almohada, para que esté más cómodo.
Él me sonríe.
—Gracias, Ohm —dice antes de regresar su mirada al juego.
Suspiro, mirando sus labios.
¿Qué clase de persona hace todo por un chico solo porque es lindo?
Aparte de mí.
El sonido de la puerta, toma mi atención y muevo la hamburguesa frente a Nanon para que la sostenga, porque tengo que abrir.
Cuando camino a la entrada, veo a Toey ahí, y mi cerebro empieza a buscar una excusa.
—Ya no estabas cuando fui —dice entrando.
—Mi amigo no es de por acá, tuve que traerlo a casa, estoy enseñándole la ciudad.
—Oh, entiendo, ¿tu nombre era Nanon? —le pregunta a él.
—Soy Nanon, fara...
—Puedes llamarlo Nanon —suelto interrumpiéndolo— va a quedarse una semanas más por acá.
—Bueno ya está seguro en tu departamento, vístete, vamos a salir.
Veo el reloj y muevo la cabeza negativamente, porque ya es tarde.
—Sabes que trabajo mañana, Toey.
—¿Y el fin de semana? —insiste acercándose— un amigo mío hará una fiesta, puedes venir conmigo.
—Es que Nanon no puede quedarse solo.
—Puede venir —dice sonriendo, pero no creo que le agrade mucho la idea, por su tono de voz.
—A mí no me interesa asistir a tu celebración, campesino —le responde Nanon desde la cama.
Yo fuerzo una risa.
—Está bromeando —digo agarrando a Toey por los hombros y lo llevo a la puerta, para que se vaya— le encantará ir, y a mí tambien.
—¿Entonces paso por ti el sábado?
—Sí —afirmo sonriéndole y él se estira para besar mi mejilla.
—Estaré acá a las 10.
Asiento cerrando, y puedo respirar por fin cuando se va.
—No puedes decirle cosas así a la gente —le digo a Nanon, regresando a la cama.
Él no contesta, está mirando mi mejilla.
—¿Por qué puede besarte? —pregunta bajando el teléfono— ¿Es una persona especial?
—Ya no —digo acostándome a su lado— nosotros salíamos, pero no funcionó.
—¿Salían?
—Era mi novio.
—Te ibas a casar con él —susurra bajando la mirada y niego con la cabeza.
—No funciona así, Non, una boda no es lo primero en que piensas cuando sales con alguien.
—¿Lo amabas? —suelta con la voz apagada.
—Quizás...
Me quedo en silencio mirando a mi alrededor, porque escucho truenos en el cielo.
—¿Lo amas aún?
—No —respondo agarrando su rostro y analizo sus ojos.
Es que cambian de color según su humor, ya lo he notado.
—¿Te gusta?
—¿Por qué estás tan preocupado? —le pregunto confundido y él parece confundido también.
—Porque eres mi amigo —dice luego de pensarlo— a las personas les importan sus amigos.
Odio que me incomode tanto oírlo hablar de nuestra amistad.
Debería ser bueno, debería estar feliz porque él me considera su amigo, pero no puedo, porque me gusta.
No me bastó con el fracaso laboral, también tuve que fijarme en una momia que volvió a la vida, es como si no pudiera hacer nada bien.

ESTÁS LEYENDO
El faraón || Ohmnanon
FanfictionUna maldición devuelve a Nanon a la vida cada 200 años, y tiene un mes para romperla.