¿Embarazo?

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Estaba frustrado, nada nuevo en su caso.

Observó a lo lejos, a su amado esposo. Estaba jugando con una ballena jorobada.

Desde que se unieron los dos tomaron parte de la esencia del otro, Sasaki aprendió a respirar bajo el agua y a comunicarse con los peces. El por su parte se volvió más "humano" comprendió los sentimientos de los demás y quizás es más tolerante, sin mencionar que se volvió más fuerte.

Salió de sus pensamientos, para seguir apreciando a su esposo.

Observaba cómo nadaba con la ballena, como está se movía con cuidado de no matarlo, miraba su sonrisa, el como se divertía.

Frunció el ceño, Sasaki, parecía normal con la ballena, pero tenía días evitando su presencia, no prestaba atención a nada y se encerraba en su cuarto.
 
Intento descubrir que pasaba, primero le pregunto, la respuesta del contrario fue: "No es nada, amor" y se fue. Después de intentar una y otra vez, se harto y busco respuestas por su unión, percibiria las emociones de Kojiro y entendería cómo se siente, para después saber que pasa, pero el contrario tapo la unión con sus feromonas, era algo de los omegas.
Pregunto a sus amigos, tragandose  su orgullo, pero todos contestaron en negativa.

Miro de nuevo al humano, no parecía preocupado, suspiro, quizás eran cosas de humanos que el aún no entendía.

Nado hacía el humano y la ballena.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la ballena, está se inclino. Sasaki volteo a verlo, pero está vez no sonreía.

—Ya vámonos, estoy cansado—.
Comenzó a nadar hacía en castillo, en el que vivían.

No hablo y simplemente lo siguió.

Llegaron y su esposo inmediatamente se dirija a su habitación.

—¿No quieres que te acompañe?—.

Fue su mejor forma de no sonar tan necesitado de la atención del Omega.

Este pareció meditarlo.

—Bien...—.

Y ambos caminaron hacia su habitación.

El humano se recostó, en la enorme cama.

El aun no entro, algo parecía distinto, el olor de la habitación no era el mismo, sus feromonas y las de su Omega estaban mezcladas, pero había más, un olor distinto.

Frunció el ceño ¿Otro alfa? Soltó su propio olor, intentando ocultar el no deseado.

Inspeccionó el cuarto con la mirada. Nada parecía fuera de lugar, pero al mismo tiempo todo parecía estar desubicado.

—Poseidon...—.
Kojiro se escuchaba molesto, así que solo se acercó a él.

—¿Si?—.

Se arrodilló en la orilla de la cama, frente a Sasaki.

De alguna forma se sentía culpable.

—Deja de soltar feromonas—.
Lo miro de forma amenazante, como si sus feromonas lo molestaran.

No dijo nada y obedeció.

Sasaki no era así, algo está distinto. Su era rebelde, pero nunca se molestaba, al contrario era demasiado amable. Nunca se había comportado así con el.

—Bien hecho, Alfa. —

Kojiro acaricio su cabeza.

Su voz lo hizo temblar un poco. Se estaba comportando como un Omega, solo instinto, bueno a fin de cuántas era un Omega dominante.

Querido Kojiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora