Capítulo 9

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Aquellas palabras dejaron a Kyungsoo sin respiración durante unos instantes.

Ya le había dicho que no. ¿Acaso no lo había escuchado? A lo que él se había estado negando era a un matrimonio de conveniencia. Si lo amaba…

Además, ¿cómo podía anunciarlo así, de esa manera, a su hermana, sin habérselo consultado primero?

–Aún no he convencido a Kyungso–dijo JongIn mirando a su hermana.

«Y encima me echa a mí la culpa», pensó Kyungsoo frunciendo el ceño. Su primer instinto fue protestar, pero no quería meter a Dara en aquella discusión.

Además, dado el intercambio de miradas que se había producido entre Minseok y Chen cuando regresaban de la cocina, habían escuchado las palabras de JongIn. Kyungsoo se sentía superado en número.

Nadie necesitaba saber sus razones para negarse a casarse excepto tal vez JongIn y él lo compartiría todo con él cuando considerara que era el momento adecuado.

–En realidad, no hemos tenido mucho tiempo de hablar de nada excepto sobre a quién le toca cambiar un pañal –murmuró Kyungsoo mientras acariciaba la cabeza de Sehun cuando el niño pasó a su lado detrás de Joy en dirección a la zona de juegos que había en el salón.

–Comprendido –dijo Chen–. Y estamos muy agradecidos por tu ayuda. Si alguna vez necesitas algo, solo tienes que hacérnoslo saber.

–Supongo que nos veremos mucho, ocurra lo que ocurra –dijo Minseok con una afectuosa sonrisa–. Joy siempre está preguntando por Sehun y parece que le tiene el mismo cariño a Mark.

Espero lágrimas cuando nos marchemos. Prepárate. Tiene un corazón muy sensible. Era cierto. Después de dejar que los niños jugaran juntos por última vez mientras los adultos recogían juguetes y ropa, todos se reunieron junto a la puerta.

Entonces, Joy se echó a llorar al darse cuenta de que los otros niños no iban a acompañarla..

–Po favo, papá –suplicaba entre lágrimas.

–Lo siento mucho, pero los niños tienen que vivir con su familia.

Kyungsoo sufría tanto al ver el desconsuelo de la pequeña, que, sin poder contenerse, le prometió que llevaría a Mark de visita a Grecia.

Después de que la niña le diera, entre lágrimas, un fuerte abrazo, todos se despidieron y se marcharon.

Cuando JongIn y Kyungsoo regresaron al salón, Kyungsoo se sentía totalmente atónito.

–¿Acabo de prometerle a una niña de dos años que voy a ir a Grecia para verla? –comentó mientras se dejaba caer sobre una butaca–. No me lo puedo permitir.

JongIn le dedicó una mirada de incredulidad.

–Chen tiene su propio avión y yo también. Yo te llevaré en cuanto acordemos un momento adecuado.

–Estás dando por sentadas muchas cosas –comentó–. Yo no voy a dejar mi trabajo. Y no voy a casarme contigo.

–Sé que te pillé por sorpresa con esas palabras.

–Así es. Y no fue justo.

–No era mi intención, pero… –se echó hacia adelante, lanzando una maldición mientras se frotaba el rostro–. Tanto Dara como Minseok tuvieron problemas de fertilidad y…

–¿Me estás diciendo en serio que la única razón por la que quieres estar en la vida de Mark es para que tu familia no te juzgue?

–No. Me ha hecho ver que él es un regalo. No todo el mundo tiene el lujo de engendrar un bebé en una sola noche. Sí, reconozco que me ha costado hacerme a la idea –añadió mientras señalaba a su hijo–, y sigo sin estar convencido de que yo esté hecho para ser padre, pero Chen supo verlo. 

Una noche inolvidable (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora