Una noche inolvidable (Kaisoo)

Capítulo 3

Una increíble ternura se apoderó de Kyungsoo. Le encantaba sentir el peso de su cuerpo, la firmeza de su fuerza, la intensidad que notaba en JongIn mientras le deslizaba los dedos por el cabello. Le obligó a levantar la cabeza para poder mirarlo una vez más.

Resultaba muy íntimo que las miradas de ambos se cruzaran cuando el acababa de experimentar un placer tan intenso. La mano de él seguía donde había estado antes. Kyungsoo sentía un deseo tan fuerte que anhelaba poder suplicarle que siguiera acariciándolo…

–Gracias…

–Todavía no me las des. Aún hay más –comentó él con una caricia deliberada que se deslizó más abajo para penetrarlo en su ansioso culo y prepararlo.

Kyungsoo se tensó. Una parte de el reaccionó por instinto, pero las sensaciones que le estaba haciendo experimentar aquel grueso dedo eran tan deliciosas que gimió de placer y levantó un poco las nalgas para animarlo a seguir.

–Ah, Kyungsoo…

Su cálida boca le dio un húmedo beso contra el cuello y profundizó la posesión que tenía con dos dedos.

–Espera –susurró él. ¿De verdad iba a hacerlo? Sentía que el cuerpo le ardía mientras que el pensamiento era incapaz de centrarse. Iba en mil direcciones opuestas.

JongIn sacó la mano de los boxers y el gimió para expresar su sensación de pérdida.

–No pasa nada –murmuró él mientras le deslizaba los labios sobre el cuello y levantaba la cabeza–. Esto ya ha ido más lejos de lo que tú deseabas. Lo entiendo. –No. Yo… –dudó un instante.

No quería que aquello acabara. Aún no. Era su oportunidad de superar el pasado–. Tengo una píldora en mi habitación, una que… bueno, impide un embarazo después de… de tener sexo sin protección. «Por favor, no me preguntes por qué la tengo».

JongIn lo miró un instante, como si estuviera pensando en lo que el había dicho. Kyungsoo contuvo el aliento.

–Yo siempre me pongo preservativo.

La desilusión se apoderó de el. Tragó saliva y asintió.

–Lo comprendo. No pasa nada. Como tú has dicho, esto no es algo que los dos tuviéramos intención de hacer, así que…

–No. A lo que me refiero es que estoy limpio. Nunca he tenido sexo sin protección, así que no tienes que preocuparte de que yo pudiera contagiarte nada…

–Yo…«Me hicieron pruebas». Una vez más, no quería pensar en cómo Monbyul  lo llevó al médico cuando lo sacó de Chuncheon. Aquel tiempo oscuro se iba a superar aquella misma noche, con JongIn.

–Yo también estoy limpio.

JongIn volvió a mirarlo muy fijamente.

–Júrame que te tomarás esa píldora.

–Mi familia me mataría si tuviera un hijo fuera del matrimonio.

–Yo no quiero ser padre. Nunca. Si estás pensando que esto podría llevar a algo…

–¡No! Un bebé sería un desastre, pero quiero… sentirte…

JongIn respiró profundamente y asintió. Entonces, se puso en pie y lo tomó en brazos para llevarlo al dormitorio. Lo que Kyungsoo  le había dicho era cierto en muchos sentidos.

Quería pensar en los hombres de un modo diferente, pero también anhelaba tener contacto físico con aquel hombre en particular.

JongIn lo tumbó en la cama y se irguió. No encendió la luz. Dejó que el ligero brillo de las luces de la piscina a través de las ventanas fueran lo único que los iluminara.