Capítulo 12

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JongIn vio el dolor que Kyungsoo a duras penas podía contener y contuvo una oleada de culpabilidad.

Al mismo tiempo, el corazón le latía a toda velocidad. Suho y él habían tenido sus momentos, pero nunca antes había estado tan cerca de llegar a las manos con su hermano pequeño como  hacía unos instantes.

La violencia estaba mal, pero si Suho había tocado a Kyungsoo o lo había asustado…

Se sentía abrumado por una compleja variedad de sentimientos. Su instinto le decía que se diera la vuelta y se marchara, para no regresar hasta que hubiera conseguido recuperar la compostura.

Tal vez si Kyungsoo se hubiera mostrado furioso o acusador, lo habría hecho. Sin embargo, el tenía un aire de vulnerabilidad que le partía el corazón.

–¿Está Mark dormido?

–Desde hace unos veinte minutos. JongIn…

Él se frotó el rostro. Por eso prefería las relaciones superficiales. Las y los amantes de una noche hacían preguntas sin importancia que tenían respuestas fáciles.

Sin embargo, cuanto más tiempo pasaba con Kyungsoo y Mark, más quería. Le encantaba escuchar cómo le cantaba al niño y adoraba su cocina casera. Y le volvía loco su exótica belleza. 

Siempre había sido muy guapo, pero la estilista había conseguido que lo fuera aún más. Tenía un prometido espectacular y se moría de ganas porque fuera su esposo.

Sin embargo, ¿cómo podría admitirlo todo delante de Kyungsoo? Sería un suplicio.

–Es humillante… –dijo mientras avanzaba hacia el interior de la suite unos pasos.

–¿Cuándo fue? Supongo que después de Busan porque nunca oí nada sobre que te fueras a casar mientras yo estaba trabajando allí. –Fue muchos años antes. Idea de mi padre –se obligó a decir.

–Es decir un matrimonio concertado. Sin embargo, tú te mostraste escandalizado cuando pensaste que me marchaba a Ulsan para contraer un matrimonio concertado.

–Precisamente por eso.

–¿La amabas?

–No –le aseguró él–. Era una socialité, la hija de un hombre de negocios muy respetado de Nueva York que había caído en desgracia. 

Querían emparentar con nuestra familia y mi padre quería un heredero… –

¡Pero si dijiste que nunca querías ser padre!

–Yo no quería, pero no tuve opción.

–Los hombres siempre tienen opción –replicó Kyungsoo–. En esas situaciones, nunca están tan indefensos como las mujeres y donceles. Seguramente, ella estaba más presionada que tú.

–No, no lo creo. Tienes razón en que podría haber renunciado a mi herencia, pero no podía hacerle eso a Dara, sobre todo después de lo que nos ocurrió cuando Chen se marchó.

–Suho me ha dicho que se acostó con ella.

–Sí.

–¿Y por qué hizo algo así? ¿Solo para demostrar que podía o…? 

¿Para hacerte daño?

–No. No fue solo para presumir –respondió él después de respirar profundamente–. Tuvieron una aventura. No sé quién empezó, pero Dios sabe que no voy a excusar a mi hermano. Tenía diecinueve años y ella veintitrés.

Ella fue encantada a Manhattan y se paseó por el vestíbulo para  que todo el mundo pudiera verlos.

Su padre se había puesto hecho una furia con él, como si fuera culpa suya cuando él estaba muy lejos de allí haciendo unos exámenes.

Una noche inolvidable (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora