Capítulo 7

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Puedo decir sinceramente que este ha sido el día más agotador de mi vida –dijo JongIn mientras se dejaba caer sobre el sofá cuando Kyungsoo y él regresaron al salón después de acostar a los bebés.

–Eso es porque no has probado dieciocho horas de parto –replicó Kyungsoo.

Se había puesto a recoger juguetes en vez de sentarse.

Una fuerte sensación de culpabilidad se apoderó de él.

–¿Fue malo? –le preguntó mientras se inclinaba para recoger los juguetes que estaban a su alcance.

–No fue una fiesta, pero más o menos lo típico. Mereció la pena.

–Eso es lo que me dice mi hermana. No sé cómo las mujeres y donceles podéis hacerlo –comentó. Le había sorprendido que él no le estuviera recriminando nada.

–Simplemente se hace. No hay tiempo para pensar. Más o menos como te enteraste de que él existía –añadió Kyungsoo –. No tuviste oportunidad de prepararte, pero aún pareces estar furioso, así que creo que deberíamos hablar.

No me gusta que me sigas tratando de un modo tan cortés. Si quieres gritarme, grita, pero no tanto como para que se despierten los niños. Sé que sientes que te mentí, pero te juro que no lo hice por dinero ni para aprovecharme de ti.

JongIn sintió que el corazón le daba un vuelco en el pecho.

–Creo que el dinero fue lo último que pensaste.

Kyungsoo sonrió aliviado, lo que le hizo a él desear que pudieran dejarlo así. Sin embargo, Kyungsoo tenía que comprender el resto.

JongIn apoyó los codos sobre los muslos y se frotó el rostro para tratar de borrar toda señal del tumulto que aún soplaba como un huracán en su interior.

–Sin embargo, tanto si quieres dinero como si no, es lo único que sacarás de mí. Kyungsoo lo miró sorprendido y frunció los labios. Entonces, desvió la mirada hacia la ventana.

–No quiero dinero.

–No. Quieres que yo sea padre, lo sé, pero todo esto que te conté sobre la horrible infancia que tuve… Por eso no quería tener hijos. No es solo miedo de que me pueda convertir en un hombre como mi viejo y levantar la mano…

–No lo harías…

JongIn lo miró y trató de comprender lo que él quería decir. ¿Lo estaba desafiando o significaban aquellas palabras que confiaba en él? 

Decidió no tratar de descifrar su significado, porque le turbaba lo mucho 

que quería que Kyungsoo creyera en él a pesar de que ni siquiera sabía si podía creer en sí mismo.

–Me gustaría pensar que no, pero si mi vida se desmoronara como le ocurrió a mi padre y tratara de salir adelante bebiendo…

Además, está la clase de hombre que soy. Ya te lo dije aquella noche en Busan. Sería un padre terrible. Nunca establezco vínculos duraderos. Los niños necesitan algo mejor de lo que yo soy capaz de ofrecerles.

–¿No crees que te estás subestimando?

–No. El vínculo más cercano que tengo es con mi hermana y no hablamos sobre asuntos personales –dijo. Bueno, al menos él no. Dara sí lo hacía, pero no era necesario corresponderla.

–¿Y tu hermano? Dijiste que hablaste con Dara sobre Chen aquella noche que nosotros… bueno, en Busan.

JongIn se levantó. Aquella pregunta era demasiado íntima, pero no podía zafarse de ella. Le debía una explicación. Trató de aliviar la incomodidad que aquella situación le creaba andando por el salón.

Una noche inolvidable (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora