🦋 27 de Julio, 2022. [pt. 1]

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27 de Julio, 2022.
Busan, Corea del Sur.

Las reglas eran simples y ninguna nos afectaba.

Bueno, quizás un poco. ¡Pero hey, nadie tiene que enterarse!

Jimin soltó un suspiro, la consciencia lo mortificaba en ese momento, pero yo solo le guiñé el ojo y me acerqué para susurrarle al oído.

—Nadie sabe la verdad, así que tranquilo.

Él respiró profundamente e intentó sonreír.

Antes de que los juegos comenzarán, la directora de la institución decidió darnos a conocer las reglas para que el evento sea justo entre todos.

Eran solo cinco, pero precisamente una mortificaba a Jimin. La primera era que si algún padre era profesional en algún deporte que se jugara, este debía evitar anotarse en el. La segunda era que ambos padres debían jugar la misma cantidad de juegos y que no solo uno se encargara de llevar la victoria a la familia.

La tercera era que los juegos entre niños deben ser entre ellos y que ningún padre puede ayudar o interferir en sus competencias. La cuarta es que los familiares, ubicados en las tribunas, no pueden gritar pistas o intentar intervenir de alguna forma para ayudar a sus familiares.

Por último, la quinta.

«En el evento solo pueden participar los padres del alumno. No se permiten, tíos, hermanos, vecinos, etc. Solo la manada del cachorro».

Fue un golpe bajo. Nuevamente, me dieron un recordatorio que me provocó deseos de prender fuego toda la institución. A veces pensaba que todos encontraban una cierta satisfacción en recordarme que no soy el padre de Nini.

Siempre sentí todos esos comentarios como una burla, un gran: ¡Hey, Jeon! ¡¿Qué se siente no ser el papá del niño?!

Aún así, decidí mantener el positivismo. De nada servía que yo me tirara hacia atrás. ¡Por favor! Incluso teníamos camisetas a juego, no podía dejar a Jimin y a Nini solos.

—¡El evento finaliza en dos horas! —gritó la mujer por el micrófono—. La familia que para entonces haya acumulado más victorias, ganará el premio mayor. ¡Éxitos a todos!

Le sonreí a Jimin y lo halé de los hombros para abrazarlo.

—Vamos a ganar esas vacaciones, ¿okay? —animé—. Así que mantén las vistas puestas en Jeju.

El omega soltó un suspiro suave y miró al cachorrito que sostenía su mano fuertemente. Sé que en su cabeza resonó un gran «Hazlo por él».

—Okay, vamos a ganar —respondió, decidido.

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🦋 Un papá para Seongjin [ km; au ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora