🦋 Un papá para Seongjin [ km; au ]

🦋 18 de Agosto, 2022.

23 de Agosto, 2022.
Busan, Corea del Sur.

Las cosas cambiaron drásticamente una vez llegamos a Busan. Jimin y yo tuvimos una charla bastante seria sobre las cosas que debían modificarse.

Debido a su embarazo y otros aspectos relacionados a Seongjin, Jimin decidió dejar de trabajar temporalmente. ¡Sí, fui yo quién lo convenció! Pero en realidad ese trabajo no era para él.

Trabajaba muchísimo tiempo y la paga era miserable. La gente lo maltrataba y lo hacía sentir mal. Al estar embarazado, eso sería destructivo para él.

—¿Por qué no intentas estudiar algo que te guste? —sugerí—. Ahora que estarás más tiempo en casa, puedes intentar ir a la universidad.

—O tal vez, lo correcto sería buscar otro empleo. No quiero vivir de ti, no sería justo.

Puse los ojos en blanco y tomé su mano con delicadeza.

—No vivirás de mí. Eres mi manada, Jimin. Soy tu alfa, yo estoy para protegerte. Además, no será algo permanente —expliqué—. Puedes volver a trabajar en un futuro, cuando hagas algo que realmente te gusta. A los niños y a ti no les faltará nada, te lo prometo.

Me costó demasiado, pero finalmente terminó por acceder y comprender que ese cambio era para su tranquilidad.

Lo siguiente fue ir a buscar las cosas a su antigua casa. Como era de esperar, su madre enloqueció al enterarse que iba a ser padre por segunda vez. No se detuvo a pelear, le dije que no valía la pena, solo tomamos lo necesario y nos fuimos de allí.

Jimin lloró por una noche entera, pero ahí estuve para él. No iba a permitir que se sintiera solo nunca más.

Lo próximo fue lo más difícil. Estuvimos horas y horas tratando de encontrar la manera en la que hablaríamos con nuestro pequeño. Jimin lloraba y yo buscaba la forma de contenerlo, luego volvíamos a hablar y era yo el que lloraba.

Fue una tarde compleja, pero finalmente obtuvimos un plan.

Antes de hablar con Nini, queríamos averiguar algunas cosas. Entre ellas, como deberíamos estar preparados legalmente en caso de que Jaebeom decidiera jugar de otra manera. El abogado, amigo de Yoongi, nos ayudó con el caso.

Él nos explicó que Jimin tenía razón y que la mejor manera de llevar la situación era ser amigos de él.

—Con esto no quiero decirles que se junten a cenar y que sean hermanos de toda la vida —dijo, al recibir una respuesta negativa de mi parte—. Solo no debes parecer en contra. Él niño es quien debe tomar la decisión, es lo más sano para él.

—¿Y si él no es bueno para ser su padre? —preguntó Jimin—. Ese alfa me abandonó estando embarazado, ¿cómo podría confiar en él?

El abogado suspiró.

—Es el padre y si su lobo reclama a Seongjin como su hijo, no podrán ir en contra de la naturaleza. Solo queda rezar e implorarle a la Luna que el niño no lo vea como su alfa.

No salimos animados de ese lugar, pero al menos teníamos una respuesta.

—Esta tarde deberíamos hablar con Nini —dijo, sin soltar mi mano. Caminábamos en dirección a casa, mientras buscábamos la forma de proceder correctamente—. Jaebeom me dice que quiere conocerlo y sé que si retrasamos esto, solo terminará por buscar ayuda legal.

Solté un suspiro lento. Había estado varios días preparándome mentalmente para tener esa charla con el pequeño. Nada me ayudaba y todo me aterraba.