🦋 Un papá para Seongjin [ km; au ]

🦋 12 de Agosto, 2022

12 de Agosto, 2022.
Un día para el cumpleaños de Seongjin.
Isla Jeju, Corea del Sur.

Nini estaba mirándose al espejo, mientras yo secaba su pelo con una toalla. Se veía bastante disperso, eso me preocupó un poco.

Ver a mi niño de esa manera no era bueno, no podía dejar de plantearme qué estaba pasando por su cabeza y por eso, pregunté:

—¿Qué pasa, bebé? ¿Ves algo malo?

Nini me miró y negó con delicadeza. Me encantaba estudiarlo; él había adoptado tantas costumbres y gestos que nos pertenecían a Jimin y a mí, que me resultaba fascinante.

—Quiero preguntarte algo —dijo, en voz baja. Yo lo miré con atención y dejé de lado la toalla.

Nini respiró profundamente y buscó con su olfato a Jimin.

—Se está duchando —le avisé—. Así que, habla tranquilo conmigo, él no escuchará.

Sus pies se movían de forma inquieta, estaba nervioso y eso me hacía preocupar. Abría su boca y luego la cerraba, él dudaba en preguntar. Así que, decidí tomar su manito y le sonreí.

Se acercó a mí y me preguntó en un susurro:

—¿Tú conoces a mi papá?

Mi cuerpo se congeló y no supe qué contestar. Decirle que no, era mentir. Decirle que sí, era estar dispuesto a responder preguntas.

Mi corazón me pedía a gritos que mintiera, no quería hablar de Jaebeom y menos cuando había aparecido. Pero no podía hacerlo, no podía mentirle, sí él estaba mostrando un pequeño interés en conocer su historia, ¿quién era yo para negarselo?

—¿Tu papá? —repetí.

Él asintió y, rápidamente, aclaró:

—¡No mi papi Jimin! —Se quedó mirándome y se dio cuenta que la pregunta, de alguna manera, me dolió—. Tú eres mi otro papá, pero yo sé que hay alguien más —explicó—. Yo sé que tú eres mi alfa, pero...

No continuó, solo se quedó esperando una respuesta.

Me sentí adolorido, pero intenté sonreír. Acaricié su cabello.

—Sí, lo conozco —admití—. Él fue al instituto conmigo y con tu papá.

Nini me miró a través del espejo.

—¿Puedes hablarme de él?

Podía, pero no quería hacerlo.

—Sí, dime que quieres hacer —Caminé hasta la cama del pequeño y me senté en ella. Él no tardó en seguirme y sentarse a mi lado.

—¿Me parezco a él? No es guapo, ¿Verdad? —Frunció el ceño—. Yo sé que soy bonito por mi papi, pero ¿Tengo algo de él?

No, no tienes nada de él.

No eres de él.

Sonreí y asentí.

—Eres precioso por Jimin —contesté, sonriente—. Te pareces más a él que a... ese alfa.

Nini asintió, repleto de curiosidad por Jaebeom. Señaló su cabello y dijo: