La realidad de mis sueños

#17

Era de día nuevamente, quería meterme a bañar pero no tenía ninguna otra prenda para vestir y tampoco Seven para compartir, por lo que nos mandó a Saeran y a mí para comprar, después de todo, el dinero en efectivo le sobraba.

¿No sabes dónde queda la paca en Corea? —Le pregunté seriamente y me miró con mala cara.

¿Qué es éso?

Una... Tienda de ropa económica —Me límite a decir— No quiero aprovecharme de la amabilidad de tu hermano.

Si te dió dinero úsalo, no te preocupes tanto por ello.

Pero... Aún así me siento mal por ésto —El no contestó ante mis palabras y seguimos caminando, está actuando diferente y éso me preocupa.

Al llegar al centro comercial estaba todo bastante vacío, ya que era lunes pensé, nos asomamos a la primera tienda.

Mira, éste es increíble —Dije cojiendo una sudadera en talla XL, nunca me habían gustado las cosas pegadas.

Te quedará enorme —Miró a un lado, en dónde habían un par de vestidos y cogió uno negro en talla pequeña... Si, ése mismo vestido que tanto evité usar en mint eye— Éste te quedaría espléndido.

No me gustan las cosas pegadas —Compartí y seguí mirando, encontré unos pantalones 5000 wones, al principio pensé que éso era algo millonario, pero resultaban ser $70.

((A partir de ésto punto utilizaré los pesos mexicanos para mí comodidad al escribir, pero están en wones xd))

Disculpe señorita, buenas tardes —Una linda vendedora me asustó.

Ah, buenas tardes.

Creo que ése pantalón no es de su talla pero le puedo conseguir los que guste.

Si, muchas gracias

Es usted muy linda, ¿Qué le parece éste conjunto? —Dijo señalando un maniquí con una falda a cuadros y un suéter ligero— Se lo traeré de inmediato.

No por favor, no hace falta.

Claro que sí, no sea modesta, al menos dele una oportunidad —Para cuando iba a preguntar por el precio ya se había ido.

Yo creo que éste también se te vería bien —Me acercó un vestido corto, cómo de fiesta, en color melocotón.

Quizás —Sonreí algo incómoda, no por el ni sus sugerencias, éso era tierno, sino por el hecho de tener que probarme la ropa, éso nunca me ha gustado.

También podrías ser ésto —Señaló un conjunto mucho más atrevido, tenía cadenas y todo el pedo, sus tres opciones eran lindas pero no me siento cómoda en vestidos.

¡Si, si, tu novio me entiende! —Llegó la chica vendedora con bastante ropa en las manos.

Ella me llevó al probador y fue con Saeran, no se de qué hablaron pero me trajeron bastante ropa de todos los estilos.

Tomé lo primero que alcanzaron mis manos, una blusa azúl en talla chica.
Al principio me puse incomoda por ello, puesto que en mi vida real nunca me ha quedado ésa talla, pero ésta vez fue diferente, me quedó perfecto.
Entonces caí en cuenta de que era MC y no yo, por lo que podía usar lo que quisiera, tener un estilo y verme bien.

•°•°•°

Después de probarme todo, Saeran se quería llevar la tienda entera, pero insistí en llevar solo 3 conjuntos y 2 pijamas, pues no necesitaba tanta ropa, ya que podía lavarla.

Muchas gracias por su compra, que tengan buena tarde —Sonrió la chica— Ah, disculpe señorita, ¿Puede decirme su nombre?

___.

Oh, es lindo nombre, yo soy Eun-yeong... Me preguntaba si podríamos vernos otra vez.

Claro, pásame tu número y nos ponemos de acuerdo —Le dije contenta, la verdad, me recordaba una compañera bastante agradable.

Nos fuimos del lugar y algo hizo click en mí— Oye Saeran, ¿No se supone que nos tenemos que esconder? ya sabes, por todo lo que ha pasado.

No te preocupes por éso, Saeyoung y yo hackeamos el juego para eliminar algunas cosas.

¡¿Eh?! —Quedé perpleja— ¡No hagan éso ¿Y si se arruina el código?!

...Te recuerdo que ambos estudiamos de informática, no somos principiantes.

No lo decía por éso... Es que hay un videojuego con temática similar... ¿Y qué eliminaron exactamente?

La memoria de la gente... Sólo tú, la sirvienta de Saeyoung, Rika, V y la RFA nos recuerda —Me miró un segundo— También discutimos mi hermano y yo sobre la posibilidad de eliminar a una tal Sara Choi y Echo girl.

¿Y éso porque?.

Para evitar problemas futuros con ésas dos.

...Tienes razón pero, ¿No es algo extremista?, Podrían instalar cámaras en la puerta de Zen para evitar los sucesos de Echo girl y de Sara investigar antes sobre sus antecedentes.

No lo sé, ¿Y si sucede algo más?

Yo solo di una posibilidad, no te estoy obligando a tomar una desición, después de todo, Seven y tú son quienes saben de éstos temas.

Hubo un silencio bastante grande, antes de que Ray hablase de nuevo— Aún nos sobra tiempo...

Si, un par de horas.

¿No te gustaría... —Suspiró negando con la cabeza— No, nada.

Puedes pedirme lo que sea, no te preocupes, tus deseos son mis deseos también —Dije con curiosidad.

No lo sé, no creo que sea apropiado.

Me paré en seco y me miró— ¿A qué te refieres?.

Bueno... —Se mordió el labio y me besó de manera tierna, pero poco a poco se volvía más pasional.

Saeran...

¿Hmm? —Estaba muy concentrado, hasta que sentí un toque en mi muslo y lo aparté.

Por dios Saeran... Vamos a un motel o algo... —El me orilló hasta un pequeño callejón, el cual estaba medianamente limpio y vacío.
Sonrió burlón mientras sus besos bajaban a mí cuello, me aparté al sentir una mordida en éste.

¿Qué te pasa Saeran?

¿No quieres?

No es... No es éso, estás raro... Desde la casa de Zen estás distinto.

Y no te gusta, ¿Cierto?

No es así —Me giré y suspiré frustrada— Sólo quiero saber si estás bien.

¡No, solo quieres saber si Ray está bien!

¡Deja de poner palabras en mi boca, si te pregunto a ti es porque quiero que tú me contestes!

¡Claro que no, lo único que querías era que yo desapareciera! —De pronto golpeó la pared dejando su mano lastimada— Y lo siento... En verdad lo siento... Te prometí que me iría pero sigo aquí, soy patético.

Hey, hey —Lo tomé del rostro— Yo no te pedí éso... Te amo al igual que a Ray.

Te negaste a tener sexo conmigo.

¿Es por éso? —Le miré seria— Es qué me tomó de sorpresa que fueras tán brusco.

Lo siento.

No hace falta que te disculpes, me gustó —Le dí un beso en la mejilla— Pero a la próxima me avisas... Y que sea en privado, ¿Viste a la abuela que se nos quedó viendo?

Soltó una risa amarga— A ti te miró.

Fue a los dos.

Fue solo a ti.

Que no.

Que si.

Al final, regresamos a casa, discutiendo de un par de banales tonterías.