#26

13 3 0
                                    

Me sentía increíblemente cómoda y cálida ¿Era un sueño? Solo tengo la sensación de un cuerpo abrazando el mío, me llena de seguridad e incluso placer, hasta que siento como me cae agua a la cara en forma de miles de gotas.

¡Ah! —Desperté de golpe y Yoosung también, quién era la persona que me abrazaba, al parecer dormimos juntos.

Buenos días y veo que buenas noches también fueron —Saeran nos miraba serio y con un atomizador en la mano. Antes de poder decir cualquier cosa se fue del lugar.

Saeran, ven, no es lo que piensas —Le dije con intención de seguirlo, pero me detuvo una llamada entrante— ¿Seven? Si, ya vamos para la casa, solo espérame.

Colgué antes de que dijera algo, Ray ya se había ido del lugar junto con la pequeña mochila que había traído.

Siento mucho ésto Yoosung, pero ya me voy ¿Si? Muchas gracias por todo, espero que nos volvamos a ver pronto.

¡Espera! —Vino a mi con su teléfono en manos— ¿Me das tu número? Por favor...

Si, claro... —Le di mi número, al salir iba a correr para encontrar a Saeran, pero me estaba esperando en la puerta con una mirada furiosa.

El es muy tierno... ¿Te recuerda a Ray?

Saeran... —Lo miré, es cierto que lo amo, pero a veces me cansa el tema.

Está bien, después de todo, cada vez me cuesta más saber quién de los dos soy, tienes derecho a buscar a quién quieras dentro de otra persona.

No digas éso, no pasó nada... Debes tener más confianza en ti mismo —Lo tomé de los hombros y suspiré— Por favor, no quiero verte de está manera, pensando así de ti.

Me ignoró por completo y nos fuimos, no insistí más en el tema porque sabía que en un lugar público llamaríamos la atención, no quería que él se sintiera incómodo.

Caminamos un rato en silencio hasta llegar a la casa, donde estaba Seven trabajando.

Saeyoung... Ya llegué, ya llegamos —Sostuve en alto la mano de Ray y me miró de forma vacía.

No se vuelvan a ir sin avisar —Dijo para volver a ignorarnos.

Yo pensaba furiosa "Si te avisé, pero tú musica es mucho más importante que nosotros"

Entonces... Saeran... Vamos a desayunar —Dije intentando hacer sentir mejor al menor, miré la mesa, donde ya no estaba mi bolsa y sonreí encantada— ¿Realmente acomodaste mis cosas, Seven? Muchas gra-

Antes de que terminaste la frase abrí el refrigerador, donde estaba mi bolsa con todo dentro... El literalmente acomodó mi bolsa en el refrigerador.

Muchas gracias Seven... —Dije un poco cansada, aunque agradecida y divertida y me dispuse a acomodarlo de vuelta, haciendo hasta atrás a los cansinos Dr. Pepper y dejando allí el resto de mis cosas de forma ordenada, también sacando unas las cuales iban en los estantes.

Al acabar, preparé algo dulce para Saeran, unos hot cakes, como los que el me hacía mientras estaba en ojo de menta, añadiendo todos los ingredientes y al terminar, sirviendo en la mesa todo lo necesario para que coma.

Mira, aquí... Les hechas mermelada o miel de maple, de ésa forma saben mejor que con mantequilla —Le explique mientras yo comía.

El miró todo y probó un poco, para abrir por completo los ojos.

¿Está malo? Siento que no quedaron como yo esperaba, están un poco quemados... Pero no me sabe mal —Confesé apenada y le sonreí incómoda.

No, no... Nada de éso... Son bastante buenos... —Dijo y terminó de comer rápidamente— No tenías que cocinar... A la otra yo lo hago.

No, me gusta hacer cosas por tí.

De verdad —Me miró con amabilidad y tintes de amenaza— A la otra yo cocino ¿Si?

Está bien... —Acepté para no discutir y el subió a la habitación, me dispuse a seguirlo, pero antes de ello serví un plato más y lo dejé en la mesa— Seven... Si tienes hambre por favor come.

Lo dije esperando que contestase, pero no lo hizo, así que suspiré y subí con Ray.

No hicimos nada en particular, para éste punto nuestra relación estaba algo tensa, no éramos nada, pero ambos sabíamos que, mutuamente, sentíamos al otro como un salvador, aunque de formas muy diferentes.

¿Qué pasó con Yoosung?

Ah... —Suspiré— Aquí vamos de nuevo.

Si no te gustan éstas pláticas, entonces no salgas tanto, no quiero que te miren, eres mía —Antes de contestarle, me aventó a la cama y se puso encima mío, sosteniendo mis brazos y sentado en mis piernas, tiene mucha fuerza desde que come mejor, no pude levantarme— ¿Necesitas que te recuerde quién es tu dueño, juguete? ¡Te haré mía de nuevo para que lo recuerdes!

¡Saeran, basta! —Le dije mientras me seguía retorciendo debajo de él— Por favor, no quiero hacer ésto contigo.

¿Por qué no? ¿Lo hace mejor Zen? ¿Lo hace mejor Yoosung?

Ya basta Saeran.

No escuché que Yoosung te hiciera gritar como lo hago yo, créeme, tus gemidos hubieran despertado a todo el condominio —Dijo muy burlón, con ése aire y sonrisa de superioridad.

¡Déjame en paz! —Miró mis ojos, mi mirada decidida y algo molesta, fue entonces que me dejó ir.

¿Por qué no te gusto? —Lo miré y estaba llorando a mares, pero sin quebrarse del todo— Yo... He estado mejorando, reprimí lo más que pude mis instintos... De hacerte mía, de golpearte si no me obedeces, de hacerme de daño, de matar a mi hermano, de matarme a mí... Quiero pasar a una nueva página, quiero dejarte con Ray, pero no desaparezco ¿Cómo hago para darte una buena vida sin dañarte? ¿Cómo puedo perdonar a Saeyoung si no hay nada que perdonar? ¿Cómo puedo... Vivir? Desde hace tanto pensaba en morir ¿Con qué derecho puedo ser feliz a tu lado, si estás destinada a hacer feliz a alguien más, si ya te lastimé y aún quiero hacerlo?

Saeran —Me quedé impactada, no sabía que sentía todo ésto— Sufriste muchos años... No vas a resolverlo todo en un par de semanas.

Pero quiero ser mejor, quiero mejorar pero a veces... A veces extraño todo, me daba tanto miedo hacerte daño, pero aún quiero hacerlo... Quiero protegerte... Pero no puedo protegerme ni mis pensamientos.

Es normal... Después de todo lo que pasó, debes vivir tu proceso, para aceptarlo todo, para aceptarte a ti.

No quiero aceptarlo, quiero mejorar.

No puedes mejorar el pasado, pero si de ahora en adelante... Y no importa lo que tardes, yo respetaré cada parte de ello, la psicóloga te ayudará a hacerlo —Me miró algo preocupado— Yo confío en que puedes amarte a ti mismo, no importa si recaes, yo estaré para ti siempre, te reafirmaré mi amor por tí... Hasta que confíes en ti mismo.

Gracias —Me abrazó llorando— ___, gracias por ser tú, por ayudarme tanto y por estar a mi lado...

Está bien Sae... —Palmeaba su cabecita, acariciando lentamente su cabello— Nunca te dejaré solo, no mientras tenga vida.

Al poco rato se quedó dormido mi niño en mis brazos, a veces se estresa mucho por sus propios pensamientos y se pone explosivo, debo admitir que antes me daba miedo, pero ahora es un pequeño gato que necesita cariño... Y yo puedo dárselo hasta que confíe en si mismo.

La realidad de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora