Lady Shadow III:Las Armas de los Dioses

Capitulo 1;

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Fhobos
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La situación estaba peor de lo que yo mismo pensaba, el pobre Hermes estaba tirado en el sofá boca abajo, intentando respirar.
Andy se acerco a el con varios aerosoles, el los agarró echándose todos con tres puffs o más, no llevaba la cuenta.
Por lo poco que nos había llegado a decir y yo había llegado a entender, Zeus estaba en Europa de nuevo.

-Esta aquí, Grecia. Por el norte- Hades, con el ceño fruncido le miro.

-¿Norte?, ¡Se especifico! - el agarró el último salbutamol y se lo echo.
-Noreste. Cerca de las montañas Lygkos.- el maldijo, Andy sentada a su lado se tensaba, buscaba con los ojos a María, la cual estaba sentada enfrente de la chimenea jugando con el fuego, siendo distraída por Hestia y mi madre.

Coloque mis manos en sus hombros, ella miró hacia arriba encontrándose con mi cara. Agarró mis manos con fuerza, parecía estar aguantándose la rabia.
Mire a Deimos el cual estaba sentado mirando a Icar y viceversa. Ambos estaban terriblemente tensos, se levantaron a la vez y salieron al patio de Perséfone, Andy los siguio preocupada.

-¡Andy, Andrómeda!- su madre la llamaba sin recibir respuesta. Suspiré y camine a paso ligero detrás de ellos; cuando llegue estaban discutiendo.

-¡Deimos porfavor reacciona!, ¡No podemos ir así de golpe!- gritaba Icar; -Vamos rubia es nuestra oportunidad. Esta débil- repuso el.

-Calmaos, tenemos que hablar de esto con Fhobos.- cuando hice acto de presencia ellos me miraron.

-Fhobos hermano tienes que darme la razón- alce la ceja y sentencie; -Icar tiene razón es peligroso.- a el se le callo la boca al suelo.

-¿Tu también?, ¿Que ha sido del que tenga miedo a morir que no nazca?- suspiré mirándole; -A madurado, desde a esta señorita de aquí le partieron el pecho y a este energúmeno de aquí casi me lo dejan sin estómago. Además eso solo lo digo cuando hago tonterías, no en situaciones serias- Los tres me miraron con las cejas alzadas.

-Yo digo que Fhobos tiene razon- verbalizo Icar. -Tu estás cagado de miedo- hablo Deimos.

-Pues si, por qué no fue a ti ha quien le metieron una espada por el estómago- el suspiro molesto.

-Vamos parad ya me dais jaqueca porfavor- Andy intentaba calmar a las bestias pardas que tenía a los lados.

-Nadie va a ir a ningún lado - la voz gélida de Hades apareció en el sitio.
-Zeus es impulsivo, no sabe lo que es la paciencia. Estará atacando ciudades sin remedio hasta que alguno reaccione- Andy trago saliva.
-Papa, entonces tendríamos que hacer algo. Va a hacerle daño a muchos inocentes- los ojos rubíes de Hades se oscurecían.

-Ya lo se hija mía. Pero si os mando no sabemos cómo va ha reaccionar- la rabia aparecía en los ojos de Andy. Esta temblaba de la misma rabia, Deimos la agarró de los hombros y le miro; -Andy, tranquila. Si tu padre lo dice será por algo vamos para adentro - Icar camino a su lado sobándole la espalda.

-Hades, tenemos que hacer algo- reclamaba Deimos. El le miro exasperado; -Deimos no vamos a hacer nada no me voy a arriesgar a que mi hermano os haga nada. Perséfone está hablado con su madre para que acceda a que la deje quedarse aquí esta primavera y este verano no me fío de ellos.

El se dio la vuelta molesto, frustrado. Parecía querer matar a alguien; -Vamos Deimos, eres inteligente. ¿Porque no eres capaz de ver que es peligroso?- el sin más remedio suspiro y camino a dentro. Hades me miró y hablo.

-Vigilalo, es igual de impulsivo que Zeus - Hades camino lentamente hacia dentro molesto; -¿Que soy?, ¿El niñero?-