Lady Shadow III:Las Armas de los Dioses

Capítulo 14:

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Icar
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Podía ver neblina, notaba los dedos cálidos de Fhobos sobre mi. Sentía algo frío posarse sobre mi piel, no me sentía bien. Me ardía el cuerpo, apenas me salía la voz, solo podía balbucear palabras sin sentido.

No podía hablar, pero si pensar. ¿Que mierda me estaba pasando?, ¿Porque no me dejaban levantarme?
Gire la cabeza con dificultad, buscaba la mancha pelirroja que era Fhobos, no veía las caras de nadie con exactitud. Pero podía sentir sus voces, sus aromas. Fhobos apestaba a sandalo y la el llamativo color de su pelo cobrizo me hacia mantener los ojos abiertos.

-F-fh-- las palabras no salían de mi boca, me sentía impotente. Senti una gasa húmeda sobre mi, su voz sonó en donde estábamos.
-¿Que pasa rubio?- su voz sonaba de manera tenue. -Andy...- pude decir. El me respondió de manera tenue a la vez que sentía como algo frío se posaba de nuevo en mi.
-Esta afuera con Zagreo.- su voz estaba seria, casi fría. -¿María? - el soltó una risa. -Esta quemando a gente de Zeus, está como una loca afuera buscando a Deimos con Hecate y Melione. Según ella va a cagarse a piñas con Deimos. - respondió el imitando de mala manera su acento, sonrei, otra cosa fría se poso en mi pecho, agarre la mano de Fhobos y hablé.-¿Donde esta mi padre?- el agarró mi mano y suspiro: -Hades lo ha mandado al inframundo, cuando te ha visto casi se muere otra vez, nunca pensé que los fantasmas podían llorar.- ¿no estaba?, al menos el no estaba por órdenes de Hades. No por voluntad propia, parecía haberme leído la mente pues respondio mi siguiente pregunta.
-Tu madre no esta, hemos intentando llamarla, pero no responde. Atenea ha dicho que está ocupada cuidando del Olimpo.- hizo una pausa al notar mi decepción. -Mi padre está afuera con Hades... ¿Quieres que entre?- asentí como pude, Fhobos se fue por unos momentos, y entro de nuevas una cabellara castaña, sonrei.

-Ares... - pude sentir sus manos calidas sobre mis manos. -Icaro... Estás bien guerrero... Saldrás de esta...-Murmuraba el.-Un guerrero de Ares jamás muere por pequeñeces.- me eche a reír y comence a toser.
-Creo que tengo hasta los pulmones churruscados, ¿Eso es una pequeñez?- el se echo a reir levantándome un poco.
-Te voy a hacer nadar en la laguna Estigia.- sonrei: -Por cristo, piedad... Espera que al menos recupere la vista del todo.- sentí sus manos en mi cara, achine los ojos y me pareció ver a Deimos, aunque el no preocupaba en su totalidad, sabía que el estaba bien, debía estar bien.
-¿Mamá?, ¿Está en el Olimpo?- el me lo afirmó con un murmurllo. -La he llamado, dice que hay cosas más importantes en el Olimpo que atender.- sentí una patada en el pecho.

-¿Más importante que su hijo?- sentí como me ponía el mismo lo que Fhobos me estaba poniendo en la espalda por el escalofrío que me dió. -Icaro... No es por escusarla, pero madre no es buena criando hijos, hay mujeres que no tienen instinto maternal... -Me enderece y le mire de reojo aún achinado los ojos.
-¿Y para que cojones tiene hijos?, A ti vale porque no había más remedio... ¿Pero porque me tuvo a mí?- el suspiro y siguió en silencio mientras me aplicaba la cosa fría.-Habeces pienso que soy mal padre por culpa de ellos...- me gire y le mire, aunque no lo viese bien.

-Tu no eres un mal padre... - el se quedó callado por varios segundos y luego hablo: -¿Tú crees?- yo respondi. -No lo creo, lo afirmó. Ya me hubiese gustado tener una figura paterna como tú...- sentí un fuerte abrazo, alce mis manos como pude y sonreí.
-Gracias... Eres un gran guerrero... Eres mi guerrero hermano...- me apreté a el con fuerza, la necesidad insana de sentir afecto superaba más que el dolor que sentía en la piel.
El me volvió a recostar sobre la camilla, acaricio mi pelo y suspiro.
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