Capitulo 3

24 6 0
                                    

-----------------------~~~~~~~~~---------------------
Deimos
-----------------------~~~~~~~~~---------------------

Andy se le levantó corriendo y veloz entro en el palacio, a los cinco minutos salió con su padre de la mano, Hades alzó la vista al "cielo" y abrió sus carmesíes ojos.

Desaparecio en una bola de sombras y apareció en lo más alto del "cielo", se le veía manipular con las sombras algo, parecía asustado. Y eso me asusto a mi, ¿Que mierda asustaría al rey del inframundo?
Al bajar del "cielo" se le veía la cara desencajada, los ojos sin brillo y la cara más pálida de lo que ya estaba. Andy se le acercó con pavor, parecía ella igual o más asustada que el.

-El inframundo corre peligro hija mía- ella frunció el ceño; -No te entiendo padre- el acaricio su cara intentando calmarla.
-El cielo del inframundo se desmorona, y si el cielo se desmorona significa que algo malo está pasando tanto en la superficie como aquí en el inframundo. - ella se dio la vuelta, dando una mirada al norte, donde a lo lejos se veía un enorme abismo.
Lejos de los campos de Castigo, lejos de los Campos Elíseos, lejos de los Afoscelos.

-El tártaro- pronunció Fhobos apareciendo. Hades asintió molesto, con un chasquido aparecimos en la sala de nuevo, empezó a moverse de lado a lado agarrando libros, agarrando papiros, agarró un teléfono fijo que había en la mesa, empezó a marcar un numero.

-Maldita seas contesta- gruñía entredientes con frustración. Cuando por fin le contestaron; -Ven cagando leches al inframundo.- termino la frase para después colgar.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Una hora, una maldita hora esperando en la puerta del inframundo, que por cierto daba mal rollo, si incluso a mí la personificación del terror en si, le daba mal rollo esa dichosa puerta.

Era color carne humana infectada con sífilis y posible gangrena, tenía cara de almas humanas que habían intentado entrar por la fuerza sin pasar por el juicio de Hades, el cual estaba apunto de asesinar a alguien. Volviendo a la puerta sifilítica, tenía pequeñas cascadas de sangre con un olor putrefacto, Andy, Fhobos y yo estábamos acostumbrados al olor, pero el pobre Icar estaba que se desmayaba del pestazo que echaba la puerta.

Persefone compadeciéndose de él le colocó unas hojas de menta debajo de la nariz intentando hacer que no se cayese al suelo. Las puertas se abrieron, y una mujer de piel ébano, ojos azules como el mar caribe y pelo largo, rizado negro como la obsidiana apareció.

-Hades, ¿Que ocurre?- verbalizo la mujer con suavidad.
-Estamos en problemas Gaia- no hubo que explicárselo, ella sola alzó la mirada al techo y sus ojos se cristalizaron y agarró su vientre.

-Ahora entiendo todos estos dolores- la antigua diosa fue agarrada suavemente por Hades y Persefone para llevarla a palacio.

No tenía ni idea de lo que estaba pasando.

A

ndy caminaba a mi lado, con confusión y cara de mala hostia, mientras Hades, Persefone y los demás dioses hablaban, o más bien gritaban a nosotros como no nos mandaron a la habitación de Andy en el palacio de Hades, Icar aún con la menta en la nariz miraba la enorme habitación, María estaba tirada en la cama de Andy jugando con sus manos, parecía drogada. Fhobos solo miraba a las dos tiradas en la cama, y luego estaba yo con severo dolor de cabeza, me senté en una de las butacas que tenía Andy en su habitación. Los recuerdos vinieron a mi mente, cuántas noches no habría pasado yo aquí, cuántas veces me había quedado con ella, Fhobos me miró y suspiro;

-¿Te acuerdas cuando aún gateaba?- murmuró a mi lado viendo cómo Andy hacia la croqueta mientras jugaba con María para distraerla.

-¿Como no me acordaría?, Por poco no se cae al tártaro, Hades casi nos decapita. - el se echó a reír, mis ojos pasaron a Icar, el cual miraba su teléfono nuevo.

Estaba mirando fotos de su galería, el con un pan en la mano, con Andy haciendo el pino, conmigo colgados de un árbol, no sabía cuánto tiempo había pasado exactamente desde la primera vez que lo vi, pero había pasado el suficiente como para darme cuenta de que había cambiado mucho, sus ojos tenían cierto brillo suicida, antes nisiquiera tenian vida, le había crecido el pelo, había pasado de ser un cani de barrio a ser un cani de inframundo, el cabron no salía de aquí ni con aceite hirviendo.

La puerta se abrió y dejó ver a Hades, Andy se levantó y lo miro.
-Vamos, levantaos, vamos a ir Lygkos, esto se va a acabar ya- ella miró a su padre, asustada.

Lady Shadow III:Las Armas de los Dioses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora