Kaia [Un Oscuro Despertar] ✓ Wattpad #PGP2023

34 | La cruel realidad.

34 | La cruel realidad.

Kaia.

Juré.

Juré inmutarme de cualquier cosa que le hubiera pasado a mis padres. Y en la soledad de mi habitación me repetí a mi misma jamás reprocharme su despedida o sentirme culpable. Y aquí me encuentro, sintiendo mi cuerpo desmoronarse por dentro. Como si todo a mi alrededor se desvaneciera y la viva imagen de esas dos personas apareciendo en mi cabeza, más real que nunca.

Ellos están muertos.

—Kaia. —Aris me toma de repente de la cintura en cuanto siento que voy a perder el equilibrio.

Trago grueso. Y justo después siento que quiero soltar tantas palabras, pedir explicaciones, y todo eso junto se atora en mi garganta de forma que siento ahogarme. E inevitablemente cubro mi boca con ambas manos.

Todas las miradas posadas en mi, y la mía fija en los oscuros ojos de la mujer delante de mi.

Kail se deja caer en el sofá y solloza. Su cara y cuello están completamente rojos, al igual que una vena a brotado por su cuello. Sus ojos están cerrados.

Juro que estoy intentando moverme hacia él. Pero mis pies no me hacen caso.

—Kaia, toma asiento.

Pestañeo varias veces y sin poner pero's, me siento en el sillón delante de ella.

—Todo es mi culpa. —admite Kail.

Yo frunzo el ceño en el momento en que esas palabras salen de la boca de Kail.

—Nada de lo que pasó es su culpa chicos. Ellos mismos tomaron sus decisiones.

—¿Cómo pasó? —Aris se atreve a hacer la pregunta que nadie ha querido hacer. Que nadie se ha molestado en averiguar, porque sinceramente sabemos que va a doler cualquier cosa que ella diga.

—Hace casi tres años.

—Sus padres no se fueron porque ellos les tuvieran lástima a ustedes, ni mucho menos por cualquier mala situación económica. Más bien ellos... Ellos se fueron por causa de su hermano. El hermano de ustedes.

Kail se muestra confundido y pasa su mirada del suelo a los oscuros ojos de la asiática.

—¿Hermano?

—Ajá. Sus padres tuvieron un niño hace seis años. Un niño que nació con ciertos problemas, tanto mentales como respiratorios. Él estaba tan enfermo que sus padres tuvieron que tomar medidas drásticas y mudarse junto a él, para poder cuidarlo.

—¿Cómo no sabíamos nada sobre eso? —pregunta Kail.

—Era por su propio bien, Kail. Tus padres no querían tener a Kaia y a ese pequeño en la misma habitación. Saben bien que, aunque tal vez ya no pase muy a menudo, Kaia sufría mucho gracias a esa voz. Saben lo que pasó hace años atrás, saben lo que pasó con...

—¡No digas su nombre!

—¡Cállate!

Exclamamos Kail y yo al mismo tiempo. Decir que me altera esta conversación es poco. Mi mente se ha traumado tanto con el tema en el pasado que ya pensé que estaba completamente borrado de mi memoria. Pero no... Solo faltó un simple recuerdo para que mi mente se vuelva un completo caos.

—¡Ella es parte de esta conversación! Y si quieren saber la razón de la muerte de ellos, van a tener que aceptar y escuchar.

La presión de la mano de Aris en mi brazo aumentó y tras pensármelo muy bien, reconozco que es lo mejor.