26 | Te ofrezco una disculpa.
—¿Qué estás haciendo aquí, Hayes? —le pregunto en un murmuro al rubio de —por ahora— ojos grises.
¿Por qué Ben usa tantos lentes de contacto?
Me he levantado de la cama prácticamente volando hasta aquí para recibirlo. Aunque a decir verdad no tenía la menor idea de que la persona del otro lado de la puerta fuera mi nuevo vecino amante de los lentes de contacto.
—Quería conversar contigo... —menciona y yo me tenso.
No sé por qué de pronto siento que no es apropiado el ir vestida como indigente por la casa y con el cabello completamente desordenado.
Antes no me importaba, pero ahora me siento extraña el sentir la mirada del rubio recorrerme tan descaradamente.
Me aclaro la garganta removiéndome en mi lugar.
Me cruzo de brazos.
—Mis ojos están acá arriba, Ben. —le informo, señalando mi cara con mi dedo, como puedo.
El chico se sorprende ante lo que me he dicho, y no tarda en mirarme incómodo.
—¿Puedo pasar? —inquiere.
—Solo si prometes no llamarme... Ya sabes; como mi perro.
Benjamin no tarda en salir de su incómodo trance y reír mostrando su dentadura ganadora.
Lo fulmino con la mirada.
—No prometo nada. —se encoge de hombros, divertido.
Pongo los ojos en blanco para luego hacerme a un lado y dejarlo pasar.
Cómo siempre que pasa, su presencia y aura de superioridad hace que mi sala se vea aún más pequeña. Aunque él no se detiene y continua hasta quedar en medio de la habitación y proceder a observar todo con detalle.
—Disculpe si mi humilde morada no es de su comodidad. —ironizo.
—Te disculpo. —hace un gesto de desinterés con la mano y sigue haciendo su trabajo de supervisor de hogares de mal gusto como lo es este seguramente para él.
Formo una línea con mis labios y corro a mi habitación a ponerme algo más adecuado que mi pijama de dos piezas, dos piezas muy cortas y deterioradas.
—¿Kaia? —lo escucho decir, pero ya es tarde. Ya casi entro a mi habitación.
Abro la puerta, enciendo la luz y de inmediato me congelo al ver la caja de cigarros vacía en el suelo.
El recuerdo de mi conversación con Ángela hace que quede en algún tipo de trance.
El recuerdo es extraño.
Yo hablando con la voz que apareció de nuevo en mi mente.
—Fuma, Kaia.
—No lo haré.
—Claro que vas a hacerlo. Si lo digo lo haces, no tienes escapatoria, no puedes huir de mi.
Tener conversaciones con Ángela nunca había salido tan natural como ayer.
—¡Cállate!
—Soy parte de ti. Simplemente no puedes evitarme. Deberías fumar, a pesar de todo lo has estado extrañando todos estos días. Jamás te sientes tan relajada como cuando hago que fumes. Solo te ayudo a que estés en paz aunque sea por unos minutos.
Todo esto mientras yo negaba con la cabeza, jalando mi cabello con desespero y deseos de que eso fuera solo un sueño.
Lástima que no.
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Kaia [Un Oscuro Despertar] ✓ Wattpad #PGP2023
Novela JuvenilKaia Bele, una chica con un trastorno muy inusual, su vida cambia gracias a un arrogante rayito de luz que se cruza en su camino. Ella vivía en el pueblo de Jones, Un pueblo pequeño pero muy habitado. La mayoría de las personas, vivían en residencia...