Kaia [Un Oscuro Despertar] ✓ Wattpad #PGP2023

23 | La foto.

23 |La foto.

Creo que es verdad que el tiempo pasa más lento la última hora de clases.

Lo he comprobado.

Esa bendita aguja se está volviendo mi enemiga. Joder, ya quiero que sean las 12:00.

Muerdo mi lápiz con desespero sin dejar de observar el reloj de contorno rojo que descansa en la pared, justo encima de donde está el profesor prácticamente hablando solo.

«Cállate la boca Johnson, nadie te está prestando la más mínima atención».

Sin embargo, ese calvo sigue ahí de pie bromeando el solo y riéndose de sus "chistes". Se ve patético, hasta me dan ganas de reírme, sino fuera porque es capaz de suspenderme del instituto.

Bajo la mirada hacia el profesor ya que está claro que esa aguja no va a moverse.

El profesor Johnson toma un ahora de papel de su escritorio y comienza a leerla en voz alta logrando captar la atención de la mayoría, ya que algunos están dormidos o absortos en sus celulares.

Creo que se trata de una teoría de Alberto Einstein. Total; todos vuelven a concentrarse en algo que no sea su brillante calva.

Paro de morder el lápiz cuando escucho el sonido de dos golpes a la puerta.

Johnson pone los ojos en blanco, deja la hoja en su lugar y abre.

—¿Qué quieres?

Por la rudeza de su voz, es alguien inferior a él, o eso esperaba encontrar hasta que sus ojos se abren como platos al ver que se trata de nada más y nada menos que; Laila Sneed, la hija del director y por ende su jefa también. O eso creo.

—Mi padre quiere ver a la estudiante Kaia Bele. —al decir eso Laila, frunzo el ceño y todas las miradas se posan en mi, incluida la de Benjamin Hayes quien se encuentra en la primera fila cumpliendo su papel de cerebrito en la clase.

El profesor me ve y asiente.

¿Por qué el director querría verme?

No pongo atención. Todo lo que quiero es salir de aquí.

Tomo mi mochila y meto todo lo que hay en la mesa en ella, sin importar las miradas que están en mi, aunque luego todas terminan ignorándome, a diferencia de una y no creo que sea una sorpresa.

Una sensación extraña me llena el pecho al voltear y encontrarme con sus ojos oscuros. Que se supone que son azules, pero por los lentes de contacto hoy son cafés.

Ben me guiña el ojo y luego vuelve a prestarle atención al profesor.

Termino de meter todo en mi mochila y me apresuro a salir del salón con la cabeza gacha.

—¿Qué rayos pasa? —no puedo aguantar a preguntarle a Laila nada más salir.

La rubia tiene una sonrisa tan amplia que no me da una buena sensación.

Lleva una minifalda negra con líneas rojas del equipo de las porristas, que deja a la vista sus largas y blancas piernas. Tiene un top del mismo color, que se le ve bien gracias a su diminuta cintura. Encima lleva una chaqueta jean algo ancha y tenis.