Kaia [Un Oscuro Despertar] ✓ Wattpad #PGP2023

32 | Una visita inesperada.

32 | Una visita inesperada

Kaia.

Y así de cruel es la realidad.

El volver a ver a mi tía y a este niño junto a ella, hace que fuertes cosas exploten en mi interior. Ira, principalmente.

¿Cómo se atreve a venir ella aquí? Y aún peor, ¿Por qué en este momento?

Nuestros recuerdos de la infancia con ella no son los mejores, eso lo puedo asegurar. Y no estoy para nada conforme con la idea de que ella esté a solo escasos metros de mí.

Decir que me encuentro perpleja, es poco. La confusión, desconcierto, angustia, enojo, ira, y todos sus sinónimos son todas esas emociones que hacen presencia en mí. Y todos se han dado cuenta. Mis manos se han vuelto puños, mi mandíbula se ha tensado por inercia.

¿No es demasiado que casi mato a mi mejor amigo?

Una parte de mi sorpresa se ha fijado únicamente en la apariencia de estas personas. Ella, a pesar de no ser pobre, antes se veía más descuidada. Pero ahora su vestimenta indica que ya no es la misma persona.

Ella tiene el cabello suelto, lizo y muy negro. A pesar de que nuestra descendencia a dejado desde hace mucho de ser asiática, seguimos siendo parte de esa cultura, por lo cual sus ojos están aún más achinados que los míos. Ella luce joven.

Trae un bolso visiblemente de la marca; Gucci. Zapatos de tacón cuadrado y alto, collares de diferente diseño, un maquillaje que claramente pagó mucho por él y un camisón beige ajustado con un cinturón negro de grande hebilla en su fina cintura.

—¿Qué haces aquí? —mi voz es un murmuro, gracias a que mi mandíbula no cede a separarse.

—Kaia... —escucho la nerviosa voz de mi hermano a mis espaldas, pero no le presto demasiada atención.

—Cariño...

¿Cómo se atreve?

Hago una mueca en cuanto esa palabra deja los labios de Kasey.

—¿Cariño? —inquiero. No es posible que ella quiera retroceder el tiempo.

Es patético.

Lo que pasó, pasó. Y no tiene el derecho de exigir un cambio que ni ella misma se molestó en crear.

Sus labios ahora hacen una fina línea.

Mientras tanto, el niño se ha separado de ella y se ha encaminado hacia mis espaldas. Y tampoco me molesté en prestarle atención.

—Kaia, vine a hablar con ustedes. —dice, dejando caer sus brazos a sus costados.

—Al carajo. Vete de aquí.

—Kaia, tal vez sea mejor hablar. —mi hermano interviene.

—¡No, Kail! Mi mejor amigo casi muere y ella viene aquí sin importar lo mal que me encuentre por eso. Eso dice mucho de ella.

—Cálmate, por favor. Creí que sería mejor hablar cuanto antes. Perdón si fui inoportuna.

—¿Sabes qué? No te perdono. Y no estés muy segura de que algún día lo haré. Te odio.

—¡Necesito que hablemos! No puedo esperar más.

—Pues que lástima. Nosotros tuvimos que esperar por tres largos años. ¿Y dónde estabas tú? ¿Por qué no viniste en ese momento que te necesitábamos? —espero su respuesta, pero ella se nota sin palabras, e igualmente herida—. Exacto. ¿Qué era más importante que nosotros en ese momento?