My beautiful Demon

Desafiando

Pude levantarme al día siguiente, fui donde las monjas a buscar a mi madre, ella apenas me dirigía la palabra, en casa traté de ayudarla, pero se negó todo el tiempo. La situación con mis padres nunca fue simple, mucho menos cuando papá antes de irse a su trabajo le daba esas golpizas a mamá, muchas veces injustificadas.

Quiero que vayas a dejarme a la casa de tu tía - me dijo mientras la ayudaba a secarse.

Pero madre, yo puedo cuidar...

No quiero que tú me cuides Camila, por tu culpa esta golpiza fue más fuerte que otras, necesito recuperarme antes de que tu padre vuelva – me interrumpió.

Lo siento madre - agaché mi cabeza.

¿lo sientes? Eres una mentirosa, rompiste el reglamento de la casa, la vecina del frente me lo contó todo, ¿acaso andas haciendo cosas indebidas con uno de esos demonios del lado? - me miró furiosa

¿qué? - la miré confundida.

Ese estúpido de los Lee estuvo en mi casa, ese tal Jeongin, y tú lo dejaste pasar y tu padre y yo nos enteramos ese día y el me dio la paliza por eso principalmente, eres una vergüenza, desobedeces y ahora que cumpliste la mayoría de edad te sientes con el derecho de meter a quien quieras a mi casa y más encima de excusarte en las misas, alejarte de la iglesia, ¿qué vendrá luego?, comenzarás a vestirte con prosti... - hizo una mueca de asco – no quiero una hija así, no permitiré que eso pase, así que no quiero que metas a ese infeliz en mi casa otra vez

Madre, no sé lo que la vecina te dijo, pero, ese día Jeongin quedó fuera de su casa – se tapó los oídos - por favor, escucha, tenía mucho frio y yo solo fui solidaria y le ofrecí una taza de té, eso siempre lo enseñan en nuestra religión madre, dar hasta que duela y ¿tú no lo quieres respetar?

No me vengas a poner la religión por delante, no voy a discutir más, aparte que después de ese evento tan horrible que hiciste, cambiaste, y la casa se siente sucia, se siente profanada, no quiero estar acá, el sacerdote vendrá dentro de cuatro días a hacerle una limpieza, te quiero en la iglesia el jueves y te vas a confesar. - asentí, Tomás ayudó a mi madre y se la llevó, él era el más feliz cuando ella salía, pero yo debía controlar sus impulsos que cada vez eran más complejos, era la hermana mayor y encargada de él. Salí a regar el jardín cuando caía la noche los Lee venían en su auto, estacionaron y comenzaron a entrar a la casa, Seungmin, Felix y la señora Lee me saludaron amablemente, los demás solo entraron sin mirar, nunca me importó mucho como fueran ellos, pero no pude negar el saludo luego de que uno de ellos nos ayudara, ese chico llamado Minho pasó sin mirarme, no sé por qué deseaba que lo hiciera seguí en mi misión pasaron unos minutos y lo vi nuevamente salir, se acercó venía con un plato, corté el agua al verlo tan cerca.

Hola, disculpa, mi madre te mandó algo de comida, fuimos a comer fuera y bueno, ella trajo algo...- me miró avergonzado – lo siento si es comida que sobró...

Está bien, se agradece – hice una reverencia y recibí el plato con una sonrisa, por una parte, tenía miedo de que la vecina nos viera y por otra parte algo me decía que debía seguir hablando con él.

Bueno, que tengas una buena noche – se dio la vuelta, un impulso sin razonamiento me hizo actuar.

Puedes venir a mi casa a tomar un té, si quieres – se volteó y me miró incrédulo - solo debes entrar por la cocina por favor, la vecina es muy chismosa y me da nervios que le diga a mi padre, ya sabes que él...

Ya lo sé - sonrió - estaré en diez minutos en la puerta de la cocina – mi estómago se retorció, los nervios me consumieron, lo primero que hice fue llamar a Tomás y decirle que lo autorizaba a volver más tarde, el cual respondió inmediatamente que saldría con Yeonjun al parque, corrí a ordenar un poco, me miré en el espejo y era un desastre, nunca me interesé en mi aspecto, pero traté de peinarme un poco y me puse algo de loción, él tocó la puerta y caminé con calma hacia allá, estaba con otra ropa, más casual, una camiseta negra ancha y unos jeans anchos igual, se quitó los zapatos y entró sin hablar, le indiqué sin hablar donde podía sentarse, saqué las tazas y puse el agua a calentar, prepare la tetera con las hierbas y el té para la infusión.