Pesadilla (Camila)

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Mi recuperación era lenta, mi hermano me llevó a ver universidades para poder estudiar, mis padres no iban a ayudarme con el arancel, pero, podía optar a una beca, muchas las rechacé, no me sentía cómoda en esos lugares, pero, sabía que debía acostumbrarme y salir de mi zona de confort. Finalmente llegamos a una universidad estatal con buenas referencias, después del proceso de admisión fui aceptada para la carrera de administración de empresas, fui a dejar los papeles para las becas y me matriculé gracias a un dinero que tenía guardado.

Al fin, después de recorrer tanto - Tomás se quejó empujando la silla.

Deja de quejarte, sabes que no me gustan esos lugares – lo regañé.

Mira Camila, a veces, debes agradecer lo que la vida te da, por lo menos puedes estudiar – mi hermano tenía razón, aunque eso no me gustara, íbamos llegando a casa y vi a Minho caminando y riendo con un chico muy guapo, mientras mi hermano abría la puerta observé lo que hacían, hasta que aquel chico besó a Minho y mi estomago se revolvió, sentí náuseas y unas ganas de llorar espantosas y así fue como terminé vomitando sobre mis piernas - pero ¿qué sucedió? - mi hermano me miró y no pudo reaccionar, ellos me miraron y sentí vergüenza, Minho corrió hacía a mi dejando al chico con una cara de disgusto y caminando con calma en dirección nuestra.

Abre la puerta – Minho le ordenó a mi hermano - ¿comiste algo descompuesto? - lo miré con el llanto a punto de salir y solo negué con la cabeza.

¿tanto escándalo por un poco de vomito? - el castaño desconocido llegó, minho lo miró molesto – soy Han Jisung - extendió la mano para saludar, con un atisbo de maldad me miró - a lo siento ¿eres paralitica? - sonrió y luego fingió pena

Jisung, basta – Minho se paró frente a él protegiéndome con su cuerpo – ella tuvo un accidente, no juegues por favor, espérame en la casa.

Es ella, vaya – no entendía nada, aún estaba allí vomitada y avergonzada, él chico se fue con la misma calma que hace unos minutos.

No tomes en cuenta lo que Jisung dice – me miró con pena, mi hermano tomó la silla y me llevó al baño.

Si quieres déjame hacerlo sola Tomás - miré con vergüenza el desastre – sé qué te da mucho asco.

Yo la ayudo - Tomás salió del baño y Minho quedó a solas conmigo

¿qué haces? Mis padres se darán cuenta de que estas aquí - sentí temor.

No me interesa, la idiota de tu madre debería estar ayudando y no lo hace - cerró la puerta.

No le pedimos ayuda - defendí lo indefendible.

Ay por favor, tu ventana da directo a la mía, la única persona que se preocupa por ti y te ayuda es tu hermano – se arrodilló.

Por favor no lo hagas – me sonrojé al ver que quitaba mis zapatos – es asqueroso y siento mucha vergüenza.

No pasa nada - quitó con cuidado mi ropa de la parte inferior, mis pantalones anchos ocultaban el yeso que protegía mi pierna derecha, tomó mis piernas con suavidad y solté un jadeo al tacto que fue dejando en mi piel, no me miró, yo estaba allí con ropa interior solamente – te quitaré lo de arriba – se levantó y se veía enorme frente a mí, mientras trataba de quitar mi blusa pensaba en si llevaba sostén o no, menos mal que traía uno deportivo – ¿quieres tomar un baño? Con tu ropa puesta – lo miré sorprendida.

Luego tendrás que sacarla y poner otra, me verás desnuda igual – dije sin pensar.

Tu hermano te iba a vestir... - un silencio incomodo se generó en el baño.

My beautiful DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora