Desde que era pequeña la cuidaba, yo al ser un demonio del inframundo no era juzgado de la mejor forma al tener este tipo de acciones hacia una persona, yo debía causarle temor, repugnancia, incluso tormento hasta dejarla loca, a los seres como yo nos encantaba hacer esto con las familias más religiosas, las que trataban de ocultar con sus alabanzas y oraciones todo el daño y pecado que causaban, incluso, estas familias eran repugnantes, más que las mismas que según ellos vivían en pecado y sin perdón de Dios. No odiábamos a Dios, solo nos gustaba divertirnos quitándole almas para su reino, eso nos mantenía vivos, era una especie de supervivencia.
Hace muchos años yo encontré a la familia Lee en un accidente automovilístico, ellos estaban al borde de la muerte y su bebé Minho (el mismo nombre que tenía yo) estaba muerto, al punto de que era casi irreconocible, en nuestro reino salvar a las personas no era una opción, mientras más muertes había era mucho mejor para nosotros, pero a pesar que me encantaba todo eso, ver a esa familia así fue impactante, yo era novato, mi muerte fue cuando era un adolescente, por lo que, nunca me olvidé de cómo era, me fui al inframundo porque odiaba a Dios por dejar que mi hermano muriera, y cometí ese error, él se fue al paraíso y yo al infierno. Era malvado con los que eran malos, pero no podía dejar que esta familia falleciera, los salvé y mi castigo fue negociar con ellos sobre sus almas y la de su bebé, así fue, la negociación consistió en que les daría una vida sana, segura, estable y sin problemas, que me convertiría en su hijo muerto y luego ellos podían al morir darnos sus almas, la de su bebé me la llevé de inmediato.
Volví a la vida en forma de bebé, admito que no fue de mi agrado, pero, era parte del trato, cuando podía quedar solo salía del cuerpo del bebé y me iba a realizar mis trabajos, los humanos con los que vivía sabían de esto, después de 2 años la mujer que prácticamente era mi madre quería tener más hijos, debido al impacto del accidente y las secuelas de las cirugías no podía tener más, y yo no podía formar vida, para eso debíamos apropiarnos de un cuerpo recién muerto y en teoría cambiar su alma por la nuestra (lo cual no nos quitaba nuestros poderes), entonces mi rey "el diablo" me autorizó bajar y buscar a algunos demonios que podrían adaptarse muy fácilmente a ese estilo de vida, recluté a Hyunjin, Felix, Seungmin y Jeongin, ellos murieron adolescentes igual que yo y aún querían vivir algunas cosas del mundo humano, de forma humana.
Los chicos pasaron por lo mismo que yo, la diferencia fue, que los Lee tuvieron que ir a un orfanato a buscarlos, la señora Lee no quería, pero era lo que se le podía ofrecer, se sabía que ella no estaba de acuerdo porque los niños debían morir. Una noche volví a mi forma demoniaca, fui al orfanato y busqué a los niños, pensaba en chicos de diferentes edades, pero me fue imposible, asesiné de forma silenciosa a 4 bebés, mis demonios reclutados fueron inmediatamente a tomar aquellos cuerpos y las almas de los bebés fueron llevadas por el diablo al inframundo, Dios por su parte trataba de castigarnos, las almas de los bebés eran suyas casi exclusivamente, pero nunca le tuvimos miedo.
Crecimos en una familia normal, podíamos volver a nuestras formas de demonios cuando quisiéramos y después cumplir con los Lee, éramos, aunque no lo crean obedientes, y podríamos decir que sí queríamos mucho a los Lee, porque los demonios podemos ser seres malos y crueles, pero sí tenemos sentimientos, en mis tiempos de juegos iba a ver a una de las familias religiosas que me gustaba atormentar, y ahí estaba esa niña, me gustaba jugar con ella, luego comenzó a crecer y ya no jugaba tanto entonces la molestaba asustándola, cuando los Lee decidieron cambiarse de casa y al saber que era a lado de la casa de esa niña, no pude aceptarlo, a mi madre no le hizo gracia que me quedara con mi "abuela" pero ella no entendía que no podía estar cerca de esa niña por motivos personales, el cariño que le estaba tomando iba más allá de lo permitido. Durante ese tiempo donde me alejé de mis hermanos, bajé al inframundo muchas veces, iba a ver a mis amigos Changbin y Chan, en esas andanzas conocí al demonio Jisung, me encantaba, era muy sexy y siempre nos encontrábamos para tener momentos sexuales, podríamos decir que era mi pareja. Una madrugada estuvimos jugando en una carrera clandestina de autos, tratábamos de tomar algunas almas ese día, entonces hice que uno de los autos con dos chicos se volcara, pensé en torturarlos, y lo hice, mientras morían me mostré ante ellos de una forma horrible, les torturé hasta que mis amigos tomaron sus almas y se apoderaron de sus cuerpos, entonces ahora Chan y Changbin eran humanos un par de años mayores que yo, se fueron a vivir conmigo cuando la abuela ya estaba muy enferma, pero después de un tiempo ella falleció, entonces era momento de volver con los Lee aunque no quisiera.
Mis amigos se despidieron de mí, gracias a nuestros poderes podíamos seguir viéndonos las veces que quisiéramos, mientras ordenaba la habitación que me tenían destinada, la vi, tan cerca, yo de forma humana y ella también, pero, se veía apagada, asustada, yo pasé un par de años sin verla, entonces me di cuenta de que otro espectro la atormentaba.
Busqué en la casa y al parecer no estaba, entonces lo vi, un hombre muerto vagando en la casa de esa familia, ella caminaba y ese asqueroso ser la seguía, como un perro hambriento, decidí no intervenir, me quedé en la habitación de uno de mis hermanos, ese anciano gozaba mirándola mientras se duchaba o cambiaba de ropa, y luego de preguntarle a mis hermanos me di cuenta de todo. El señor Kim, o podríamos llamarlo el pervertido Kim Hyun jang se alimentaba del miedo de Camila, y buscaba la forma de tener más energía para realizar actos sexuales muy parecido a los íncubos en sus sueños, debido a su muerte en una edad adulta y su obsesión con solo esa persona, aun no podía realizarlo, Jeongin me mostró la caja con fotografías de niños abusados por Kim y el sacerdote de la iglesia que tanto adoraban, lo peor, habían fotos de Camila entre sus cosas, fotografías que le tomaba por la ventana y una que le tomó desnuda en un confesionario. Quise ir a destruirlo, total era un alma muerta, aun no podía ser un demonio, aun vagaba porque tenía algo pendiente.
Deberías calmarte, no entiendo porque proteges a esa mujer – Hyunjin reía mientras me veía molesto.
Es cierto, tú eres un demonio, no un protector Minho – Seungmin me miró confundido.
No me mires así, no soy un infiltrado del estúpido Dios, es solo que, la conozco, desde que nació y - miré mis manos, asustado.
La quieres – Felix era un demonio diferente, era más un ángel que no pudo vivir en el reino de Dios porque robó lencería o algún perfume de una tienda.
Nosotros no podemos querer a alguien Lix, no seas idiota – Hyunjin se levantó y se fue.
Tranquilo, Hyunjin se toma demasiado en serio su papel de malvado – Jeongin tomó su brazo de manera suave, me impactó ver a aquellos demonios con actitudes humanas tan sentimentales, pero, no me molestaba, solo esperaba que el Diablo no los castigara luego.
Sentí su presencia al momento que entró a la casa, les pedí a los demás que se quedaran allí, entonces volví a mi forma demoniaca y lo encaré, allí estaba, sentado en el sofá que al parecer era su favorito, he visto almas desagradables como demonio, almas que debo llevarme, ya que, Dios no las admitirá en su reino, y muchas de esas son más repugnantes que nosotros, este anciano era así, se mostraba a mi como si fuera un humano, como si no supiera que estaba muerto, pero lo sabía, y tenía muy en claro lo que hacía.
Lárgate al purgatorio para que seas sentenciado, ya no tienes nada que hacer en estos lugares – le hablé.
Esta es mi casa, este es mi barrio, jamás me iré de aquí - sonrió.
¿Qué te falta hacer? Por algo vagas por aquí - traté de hablar con él.
Esa niña me falta, esa niña que se escapó de mí, necesito hacerla mía, sentirla, tocarla...
Ya basta, debes irte, esa niña no será tuya – mi rabia estaba descontrolada.
No me iré - desapareció de la nada dejándome solo allí.
Tenía prohibido destruir cualquier alma que vagara en la tierra, solo debía esperar a que pasaran al purgatorio, entonces se me ocurrió la idea. En forma de demonio fui donde Camila estaba, sabía que Jeongin estaba con ella, entonces solo la esperé, los demonios solemos ser seres muy sexuales y cuando nos sentimos atraídos a alguien sea cual sea el sexo o género, vamos a saciar esas ganas de placer, aparte de burlar a Dios por pecar con su acto limitado a la reproducción de la especie, la vi entrar, preocupada, era bella sabía desde que era pequeña que sería atractiva cuando grande, no me equivoqué. Intenté hacerla mía en sus sueños, así como los íncubos, pero en una forma para marcarla y que este muerto la dejara en paz, si yo lograba hacer una unión sexual como demonio con ella, ningún alma ni demonio podría poseerla a no ser que ella aceptara, todo iba bien, hasta que su madre llegó y no pude seguir con el acto, menos mal que decidí hacerlo de la forma de sueño y no con mi cuerpo actual (lo cual hubiera sido más placentero).

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My beautiful Demon
FanfictionLee Minho es un demonio qué vuelve al mundo en forma de humano. Camila es una chica religiosa qué vive bajo el poder de su padre. Todo cambia en sus vidas cuando Camila se ve atormentada por sucesos paranormales y Lee Minho comienza a tener sensac...