De mujer a monstruo, problemas + problemas

III. Una cabaña no tan abandonada

Después de caminar mucho tiempo estaba muy cansada, así que no me fije en donde pise y caí rodando hasta llegar a chocar con un árbol, me dolía todo el cuerpo, pero me levante.

Frente a mí se encontraba una cabaña, se me hizo extraño, pues estaba en medio de la nada, en un lugar en donde parecía que por años no había pasado nadie.

Tenía un aspecto de abandono, las maderas se veían viejas y deterioradas, pero todas estaban completas y en su lugar. Era de dos plantas con un balcón, la puerta de la planta baja se veía de lado por el mal estado en el que se encontraba, por su aspecto supuse que nadie vivía ahí, decidí abrir poco a poco la puerta, algo salió volando, del susto retrocedí dando un brinco, había una piedra con el que choqué y una vez más caí al suelo, me reí cuando vi que se trataba simplemente de un pájaro pequeño de plumas celeste, muy precioso.

Estando adentro me sorprendí, mis expectativas eran diferentes, por el aspecto que tenía por fuera pensé que adentro sería un desastre, pero entendí la frase que escuche tantas veces "No juzgues un libro por su portada" adentro era muy bonito, la luz entraba directo de una ventana muy grande que tenía en la sala, estaba todo muy iluminado, la decoración era muy bonita, había una mesa en el centro de la sala, y una escalera preciosa para subir a la segunda planta, todo estaba empolvado, por lo que supuse que no había nadie. Subí y pude ver que había dos cuartos, todo estaba en un perfecto estado, pero muy empolvado, abrí el primer cuarto y era una habitación normal con un baño, una cama, una mesa de noche y otros muebles, el otro cuarto también era una habitación, con un pequeño balcón en la parte trasera y su propio baño.

Fui al balcón y la vista era hermosa, me di cuenta de que la cabaña estaba construida en una colina, por eso se podía ver una gran parte del bosque, no había rastro de casas ni de seres humanos, así que decidí quedarme, por el momento era el lugar más seguro para mí.

Estaba muy cansada, así que decidí recostarme en la cama que estaba en la habitación, me dolía todo el cuerpo por la caída, en pocos minutos me quedé dormida.

Escuche que alguien estaba cantando, y me desperté, me asome un poco por la ventana, entre en pánico cuando vi a un chico subiendo por la colina, en su espalda vi que tenía una gran maleta, supuse que venía a acampar, intente calmarme, pero cuando escuche que se acercaba a la cabaña, no supe que hacer, lo primero que se me ocurrió fue esconderme debajo de la cama.

Escuche que los pasos se dirigían hacia la segunda planta, deseaba con todas mis fuerzas que se metiera en la primera habitación, pero no fue así, la puerta se abrió y solo podía ver los zapatos de la persona, dejo sus cosas en el armario y se acostó en la cama tarareando una canción.

Mi plan era esperar a que se hiciera de noche y salir sin que él me viera. Esperé, pero no me di cuenta en qué momento me dormí.

Me desperté cuando escuche los gritos de alguien, me levante sobresaltada sin recordar que estaba debajo de la cama y me golpee muy fuerte la cabeza, me gire en donde había escuchado los gritos y también grite, porque me asuste al verlo a él mirándome asustado.

— ¿Quién eres tú? Que estás haciendo ahí escondida, me disté un tremendo susto, pensé que eras un animal salvaje — Dijo con una mano en el pecho intentando calmarse.

—Discúlpame, no sabía que alguien vivía aquí, no quería que nadie me viera así, estaba intentando ocultarme de todos — dije abrumada por la situación.

—Entiendo, sal ya de ahí, prometo no juzgarte, no te haré preguntas si tú no quieres — No me queda de otra, tengo que salir, solo espero no asustarlo mas.

— Ya sé que me veo horrible, no quiero asustarte, te juro que me iré de inmediato — Me dispuse a salir, pero él me detuvo.

—No te vayas, no es para tanto, quédate esta cabaña, es grande para mí solo, además necesito una amiga y tú podrías serlo si quieres — Dijo con una sonrisa cálida.