Capítulo 14- Los planes de la federación

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  Missa ahora estaba más feliz que nunca, saber que Cucurucho seguía vivo atráves de una carta que le entrego Rubius Ángel era la razón de su sonrisa. El menor decidió responderle en otra carta la cual fue recibida por Cucurucho y así.

Básicamente, habían encontrado la forma de decirle al otro que lo amaban, no personalmente pero algo es algo. Por otro lado, Rubius estaba encantado de ser su cartero, aparte de que cada vez que iba y le daba una carta a Missa, planeaban que iban a hacer para entrar a la casa de la federación.

Su plan era simple, Missa se infiltra como un empleado de limpieza y si alguien lo descubre, el menor se encargará de llevarlo afuera donde Rubius lo dormirá y le borrará la memoria.

Por fin, llego aquel día, Jueves a las 20:30, Missa sería buscado por Rubius Ángel y llevarían a cabo su plan.

Missa se despertó temprano, solo Bobby estaba durmiendo y los otros dos dios sabe que estaban haciendo. El menor bajo las escaleras y busco con la mirada a los dos jóvenes.

  Escucho murmullos y descubrió que los dos estaban escondidos, todos tenían esa costumbre en esa casa. Missa abrió la puerta del mueble haciendo que los dos chicos se caigan.

– Buenos dias– El menor sonrió feliz.

– Buenos dias– Spreen devolvió el saludo levantándose del suelo.

– ¡Hola Misso!– Roier le beso la frente al menor.– ¿Quieres una chocolatada?–

– Si por favor– los dos pelinegros a se fueron a sentar en la mesa mientras hablaban.

– Ro, ¿Me traes unas...– Spreen no termino de hablar cuando Roier le tiró un paquete de galletitas.

– De nada mor– Roier se sentó con los pelinegros entregándole la taza de chocolatada a Missa y dándole un pequeño beso en la mejilla a Spreen.

El menor notó el nerviosismo que se apoderó del cuerpo del híbrido rápidamente gracias al apodo y el beso.

– Hoy a la noche voy a salir– Missa aviso.

– ¿A dónde?– Spreen lo interrogó.

– Con mí novio... Na pelotudo ¿A dónde más? ¡A la biblioteca a buscar libros!– Missa exclamó sacando la risa del castaño.

El pelinegros menor se había criado en un hambiente de diferentes culturas, lo cual, lo hacía emplear diferentes parablras que su familia decía a su vocabulario tales como: "pelotudo" o "pendejo" que eran las que sus amigos solían husar con más frecuencia.

– ¿A qué hora te vas?– Pregunto el castaño.

– A las 20:30– Missa tomo un sorbo de la leche chocolatada.

– ¿A esa hora la biblioteca no está cerrada?– Roier miro al menor.

– Nope, cierra a las 21:45– Missa mintió, la biblioteca si cerraba a las 20:30, pero una mentira no le haría mal a nadie.

Missa mentía sobre dónde iba a ir por razones de que decidieron, con Rubius Ángel, mantenerlo en secreto.

Los dos chicos decidieron creerle. El menor se levantó de su asiento y lavo la taza que antes tenía Chocolatada.

- Otra perspectiva- Missa, QSMP-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora