Tara - Pensamientos

11. Versos del olvido

Ha sido arduo el camino que he transitado, mas menos duro de lo que había anticipado.

Pronto te olvidaré, aunque sea arduo el intento,
en la vastedad del tiempo, en el curso del viento.
Pero permíteme escribir, extender mis palabras,
en un canto profundo que alumbre mis mañanas.

En los recuerdos que se desvanecen con premura,
habitan momentos de risas, de ternura.
No es con desdén que te alejo de mi mente,
sino con el anhelo de encontrar mi presente.

En cada verso hilado con delicadeza,
dibujaré los límites de esta tristeza.
No hay rencor ni odio en este adiós sincero,
solo un intento de liberar lo que fue efímero.

Pronto te olvidaré, pero con gratitud,
por los instantes compartidos en plenitud.
Acepto las lecciones, las bendiciones y penas,
las encierro en mis versos como joyas serenas.

Antes de que el último suspiro se escape,
quiero decirte lo que mi corazón atrapa.
Te perdono por las heridas y desengaños,
y deseo que en tu camino encuentres los extraños.

Nos separamos sin ataduras ni cadenas,
liberando nuestras almas, desatando las venas.
Que el destino nos aparte con suave caricia,
mientras yo me fundo con la esencia de la justicia.

Pronto te olvidaré, pero no con indiferencia,
sino con la paz de quien sigue su esencia.
En mi ser guardaré las lecciones aprendidas,
las caricias compartidas, las risas compartidas.

Que encuentres la felicidad en cada nuevo amanecer,
mientras yo sigo mi sendero sin mirar atrás volver.
Pronto te olvidaré, mas siempre llevaré conmigo,
la huella de lo que fuimos, el amor que no mendigo.

En cada pétalo marchito de nuestras vidas pasadas,
habita la promesa de un futuro sin miradas gastadas.
Pronto te olvidaré, y en ese olvido encontraré,
la fuerza para sanar, el valor para renacer.

Que las estrellas sean testigo de esta despedida,
donde el pasado se funde en la bruma de la vida.
Pronto te olvidaré, pero siempre te recordaré,
como el capítulo que cerré, el sueño que soñé.

En los días venideros, en los amores futuros,
te llevaré en un rincón de mi ser más puro.
Pronto te olvidaré, pero en mí pervivirás,
como un verso inmortal que nunca se desvanecerá.

Ya no te odio.