Capítulo X

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Los híbridos

Nunca hubo una explicación lógica de por que los hicieron así, criaturas que después de ser usadas, perdieron lo que los hacía humanos, convirtiendolos en lo que ahorra todos temen

Demon

Volvi a despertarme en este maldito lugar, aun que no me encontraba bien aún, decídi levantarme de aquella cama, intente acercarme hacia aquellas cortinas, donde me darían pasos a las salida, pero solo encontré al salir afuera otro peligro más

─ ¡Despertaste! ─ exclamó alegre, mientras se acercaba hacia mi, podia deducir por su apariencia que cumpliría su palabra ─ ¿Estas listo para el recorrido?

Solo asentí, mirando como había cientos de ellos amontonados en cada tienda que habían armadas, algunas más reforzadas qué otras, pero no me importaba tanto, estaba tratando de buscar a Noah, pero era imposible, estos se acercaban a mi de una forma amenazante, mientras trataban de intimidarme con sus armas y sus miradas

─ Es un recién llegado ─ dijo en tono alto, haciendo que los demás retrocedieran de inmediato y volvieran a ocuparse de nuevo en lo que estaban haciendo ─ disculpalos, es que dejaron de llegar ustedes al campamento

─ ¿Quiénes dejaron de llegar?

─ Perdon, no debi decirlo así

─ ¿Entonces?

─ Cada vez que enviaban gente a este lugar, tenía dos formas de poder sobrevivir aqui, una era adaptarse a los bosques y la otra era encontrar los tres campamentos que están en este lugar

─ Y Noah ¿Cúal era?

─ El los alejaba del campamento

En ese momento no supe como reaccionar debido a lo que escuche, como se atrevieron a mandar a un simple niño a hacer ese trabajo a costa de su propia vida

─ ¡Tu eres un infeliz! ─ grite enojado, mientras lo agarraba con fuerza de su maldito informe

─ Yo que vos tengo cuidado y encima a quien le pones las manos

Vi como observó con su mirada a los costados, todos de vuelta se amontonaron a mi alredor, pero esta vez apuntandome con sus rifles

─ Esta bien ─ susurre y solté el agarre qué ocasione

El hizo una seña con sus manos, indicando que todo estába bien

─ Mejor vamos a mi carpa, para que entiendas el por que es enviado afuera del campamento

Solo asenti y ambos nos dirigimos hacia su tienda, pero esta era diferente a las demás, posea guardias en la entrada, además de ser más grande de lo habitual

─ Viene conmigo

Quien diría que unas cuantas palabras o señas suyas qué hace, puede hacer que obedescan así de simple, sin ninguna objeción

─ Pasa ─ indico y ambos entramos, había una pequeña mesa con muchos papeles en ella, el lugar se veía un poco menos iluminado por aquellas velas puestas en cada rincón y especialmente una arriba en medio de todo la carpa ─ creo que por aquí debe estar ese informe...

UN RESTAURANTE  PECULIARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora