Capítulo IX

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Experimentos

¿Alguna vez las personas fuimos más que simples humanos? Esa pregunta retumba en cada rincón de la gente que estaría dispuesta a morir por esos conocimientos

Demon

No recuerdo muy bien que era antes de que me lanzarán aquí, sería una persona o uno más de esas cosas, esa duda la mantuve en secreto por bastante tiempo

Tiempo que se volvieron días, después semanas, meses y por último años

Soy uno de los que está a cargo de la base B-11, tarde bastante tiempo en poder conocer y adaptarme en estas zonas, era como un niño tratando de entender o dando sus primeros pasos, pero todo cambió cuando fue mi primera llegada y lo más importante, cuando entendí que nunca envejeci desde que pise este lugar

Cuando pise la zona K-13 por primera vez, lo primero que observe no fueron montañas o ríos, si no que fue todo  contrario y si volviera el tiempo atrás lo haría, solo para verlo a él

La llegada

─ ¡Oye estas bien! ─ era la voz cálida y inocente de aquel niño que se encontraba golpeandome con una rama mi cuerpo ─ ¿Hola? ¿Hay alguien hay?

─ ¡Si! ─ respondi entre risas, mientras su expresión de susto fue lo que me causó gracia ─ ¿Tu eres? ─ pregunte mientras me incorporaba en aquel césped

─ Me llamo Nhoa ─ contesto de una manera seria ─ ¿Qué haces por aquí?

Su pegunta me causaba más gracia, como puedo saber donde estoy y que hago aquí, si no recuerdo nada, ni se en que parte estoy de este maldito bosque

─ ¡Ey te pregunte algo! ─ exclamó enojado

─ Eres un niño ─ respondi entre risas, mientras trataba de dar un masaje en mi cuello ─ No mi jefe ─ aclare

─ Pues creo que puedo serlo ─ poniendose delante de mi con una expresión neutra ─ eres un novato

─ ¿Lo dices por ti?

Soltó una risa y se arrodilló

─ ¡Tengo más experiencia que tu! ─ exclamó alegremente mientras se levantaba y caminaba hacia otra dirección ─ ¡Suerte novato!

¿Novato yo?

─ Vamos a ver quien es el novato─ murmere enojado

─ ¡Te escuche!

¿Qué diablos con ese niño?

En un parpadeo me levante del suelo, me fije que traía y solamente una maldita navaja junto a un encendedor entre mis bolsillos

¿Cómo alguien puede sobrevir así?

Por la ubicación del sol podia distinguir qué era mediodía, me encontraba en una especie de círculo, rodeado por aquellos árboles giganstecos, se escuchaban por lo menos los cantos de algunas aves y otros animales en esta parte

Al pasar unas cuantos minutos caminando, solo se encontraba cada vez más árboles y ningún árbol frutal o aunque sea un arbusto de fresas

UN RESTAURANTE  PECULIARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora