Las zona
¿Cómo podemos dejar de morir? Una de las tantas preguntas que no tienen respuesta, pero y si hubiese una manera de parar esto ¿Qué tanto estarías dispuesto a sacrificar?
Sthepen Walker
Habían pasado ya algunos días, mi brazo aun seguía sanandose y mi cuerpo aun no se recuperaba por completo, me encontraba en medio de un cuarto, el clima en este era helado y al mirar por todos lados, solo lograba entender, que aunque me encuentre así, solo entendía que nunca pude escapar de este maldito lugar─ ¡Buenos días! ─ exclamó una mujer, mientras portaba un traje de desinfección descartable
Era una de las enfermeras qué intentaba sonar alegre, pero al entrar al cuarto, podía ver su hipocresía, ya que, solo me sumistraba medicamentos y se fijaba como me encontraba y después salía de inmediato
Es así ¿Cómo se siente la soledad?
Ya a las primera semana, podía recuperar un poco el movimiento, mi brazos o mejor dicho, uno de ellos ya lo podía mover con facilidad y también mis piernas las sentía un poco estables, aunque estas ya no podía decir que las podía mover tan fácil y solo venía aquella enfermera a verme y después se iba
Ya al cabo de unas semanas, mi cuerpo se sentía más estable y un poco mejor, algunas veces solo trataba de dormir y otras solo me encontraba aburrido, aquella enfermera me dejaba algunos libros o flores para alegrar el ambiente donde me encontraba, pero hubo un día en donde intente levantarme de aquella cama y al pasar unos cuantos minutos paseando, entraron de repente varias personas, esta vez estos estaban vestidos de otra manera y solo me miraban a través de esas mascaras oscuras y solo me veían, como si hubiesen visto un fantasma frente a ellos. Al pasar unos cuantos minutos, solo me observaban sin decir nada, pero cuando me canse de estar andando y decidí recostarme, se marcharon tan rápido como entraron
En eso entendí, que desde el día que llegue aquí, era observado, pero esta vez no encontraba algún indicio de hubiese alguna cámara o que hubiera máquinas a mi alrededor controlando cada paso que daba o siquiera sabía si habría más gente enferma que yo en este lugar. Ya al cabo de completar un mes, solo podía contar que estaba vivo, pero no me sentía así aquí, encerrado en esta cuatro paredes, sin siquiera poder ver los días o las noches
─ ¡Buenos días! ─ exclamó, empujando esta vez un carrito con varios objetos en el
─ ¿Qué son esas cosas? ─ pregunte confundido
Pero ella solo hacía lo de siempre, indicarme que me acostase en la camilla y explicarle como me encontraba y si sentía alguna molestia, la misma rutina de estas semanas, pero esta vez sacaba algúnas jeringas y me las inyectaba en diferentes partes de mi cuerpo, al cabo de unas cuantas horas, era ya algo muy extraño, seguía revisandome y podía ver con tanta precisión, aquel carrito y que ya se encontraba vacío y que me había inyectado todas las jeringas y solo me quedaba una, qué ella sostenía entre una de sus manos. Ella simplemente veía con atención el brazo y inyectó cuidasomante aquella aguja, al par de unos minutos guardo y organizo todas sus cosas y se acerco a aquella puerta, abriendola por completo, sin ponerse en medio de ella o incluso ninguno de los tipos de aquella vez los veía ingresar
─ ¡Puedes salir! ─ exclamó, mientras agarraba el carro que había venido con ella ─ solo gira hacia la derecha y camina unos cuantos pasos ─ indicó y se marchó
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UN RESTAURANTE PECULIAR
HorrorAños se siguen discutiendo de todas las formas posibles ,tanto verbalmente como escritas,viendo el pasado o mirando hacia un futuro lejano,el por que si el mundo esta cambiando nosotros no... El futuro parece algo prometedor ¿Verdad? Pero estarias d...