uno

487 53 21
                                    

En la familia Lan estaban de fiesta el día de hoy su heredero elegiría entre varias personas a aquel o aquella que sería su compañero para el resto de su vida pues un Lan solo ama una vez, al menos eso era lo que todos decían, el hermano mayor era Lan Xichen pero había nacido como un doncel, por lo que fue dado en matrimonio a uno de los herederos más prominentes, de toda la dinastías que perseveraron, a lo largo de la historia.

Wen Xu había reclamado a ese hermoso doncel de sonrisa encantadora, ahora tenían dos hijos se cinco años, los gemelos Wen Ning y Wen Quing, niños hermosos de ojos verde esmeralda, características únicas de su familia, Xichen vivía feliz con su esposo, quien era el presidente de una de las compañías más poderosas en el medio de la investigación científico, en el desarrollo de la medicina experimental.

Lan Wangji el hijo varón del matrimonio, formado por Lan Yun y Wen Xiaoling hoy cumplía 25 años, la edad correcta para elegir a su esposa o esposo de los elegibles de esa noche, la ceremonia de emparejamiento, se llevaría a cabo en casa de los jiang, pues la anterior se había llevaron a cabo en casa de los jin.

Dando como resultado la elección de el joven Nie Mingjue como su esposo aún joven de la familia Jin, el doncel Xuanyu vivía ya hace un año con ese hombre de mal carácter, explosivo, posesivo y dominante, pero tierno y protector con su pareja, lo cual dejaba a sus padres tranquilos y satisfechos de haber autorizado la unión.

Hoy había tres herederos, quienes escogerían su compañero de vida, el joven Jiang Cheng, el joven Jin Zixuan y el joven Lan Wangji, entre los jóvenes elegibles estaban las señoritas, jiang Yanli, Quing Su, Lou Quinyang.

Los donceles Song Yang, Nie Hausiang y Wei Ying, mamá deja ya de babearme por favor, decía el joven Yang a su madre doncel, quien se lamía la mano y se la pasaba por los cabellos a su hijo, para tratar de aplacar sus mechas rebeldes.

Mi amor deja que mamá te consienta, quizá hoy seas elegido por algún joven amo y no volvamos a verte en un tiempo, pues escuché que dos de ellos estudiarán en el extranjero, lógicamente se llevarán a sus compañeros con ellos, a dónde sea que hayan decidído ir, decía el padre del pequeño doncel.

Papá lo see pero no es como que me vayan a elegir, namás mira la competencia, esas chicas son todo lo que un hombre quiere para el, en cambio mira a nuestro lado, Hausiang corría detrás de ying para que le devolviera su abanico, mientras Ying se le escapaba, con la mitad de su hanfu amarrada a su cintura, para poder correr con más libertad.

Dejando sus hermosas piernas largas, a la vista de todo aquel que se atreviera a echar un vistazo, el padre de Yang se rió por la escena, mi amor no toda la vida es la apariencia, algunas personas se dejan llevar más por su instinto que por la forma visible de las personas.

La hora de la verdad llegó se le pido a los herederos que se paran frente a los elegibles, primero estaba la señorita Yanli, con 20, Hausiang 20 años,Su 19 años, Quinyang 19 años, Ying 18 años y Yang también de 18 años.

El primero en elegír fue el heredero jin, este pidió a la señorita Yanli que fuera su compañera, está dió un paso adelante y acepto la petición, dando un beso en la mano del rico heredero.

Su madre madam Yu estaba orgullosa, su preferencia era con el joven Lan Wangji, pues estaban en el lugar dos de las familias más ricas del país, pero desde que vio llegar al joven, supo que ese estirado muchacho no era el adecuado para su bebé, así que rezo por qué su familia, no le haya dado la orden de pedir por su niña.

Ya solo faltaba que su hijo amarrara al joven Wei Ying, para su esposo, pues la familia Wei era después de los Wen de las familias más ricas de toda China, y ellos si tenían potencial económico importante, pero estaban en el quinto lugar de ranking empresarial.

Tocó el turno de el heredero Lan este pidió a la señorita Lou Quinyang, una de las damas más sofisticadas, inteligentes ganadora de muchos premios academicos en las escuelas a las que asistió, debido a su inteligencia, clase y educación de primera, que su familia aunque humilde siempre se esforzaron por darle, la dama dió un paso al frente, miro a todos con sus ojos de Fénix, dijo con voz clara y segura.

Yo Lou Quinyang decido que apartir de hoy seré yo misma, con todos mis defectos y virtudes, estoy arta de patentar aquello que no soy, merezco también elegir a una compañera pues soy una mujer dominante, mis pobres padres han podido esconder este hecho, durante mucho tiempo por temor al que dirán, pero yo estoy enamorada de ti cariño, confesó la mujer a la concurrencia, ante la mirada asqueada de algunos, la de sorpresa en otros y la de admiración del resto.

Amando a dos ruedas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora