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Jiang Cheng nació en cuna de oro, su madre lo adoro desde que nació, un barón digno de su estirpe, desde pequeño destacó en todos los ámbitos, así que ella como una buena madre dedicada  le busco una pareja digna de su magnificencia, el heredero de los Wei fue su objetivo, el niño era una cosa presiosa y además un doncel femenino, no como ese asqueroso Nie que nació siendo un doncel masculino, toda una aberracion de la naturaleza.

El niño Wei era toda una belleza, virtuosos, brillante todo un estuche de monerias, la madam jiang estaba cada ves más encantada con el pequeño genio, su hijo se volvió inseparable de el pequeño doncel, eran inseparables Ziyuan pedía en muchas ocasiones que Sarent le dejara a su cuidado al niño cada que ellos tenían viaje de negocios o algún compromiso en el que no pudieran llevar al doncelito.

Su intensión de asegurar que su hijo se prendara de él y lo logro, a los 11 años cumplidos su hijo le confesó que estaba más que enamorado de su amigo, pero que el otro niño que siempre estaba como un parásito pegado a el le dijo que su amigo estaba enamorado de otro niño de la familia Jin.

Esa ves su hijo lloro en su regazo como nunca había llorado, ella estaba extrañada de que el pequeño Wei Ying se prendara de alguno de los hijos de Jin Guansang cuando se notaba lo incómodo que se ponía el niño en cada reunión donde coincidían, pero lo dejaria pasar quizás era muy pronto para dar por sentado las cosas.

Conforme pasaron los años el parásito de Song Yang no perdía ninguna oportunidad para entorpecer la relación de su hijo con el de su amiga Sarent, hasta que a los 14 años Jiang Cheng, llegó nuevamente casi muerto de rabia, pues su Wei Ying había entregado su virginidad a un malandrin que lo anduvo divulgando todo lo que le hizo durante su sesión de sexo que duró varias horas.

Batallo con su amor no correspondido gracias al doncel Song poco a poco recupero su autoestima, Wei Ying sigui brincando de cama en cama, mientras el se consolaba con el joven Song, así que cuando los chicos se fueron al extranjero fueron los años más dificiles, su hijo callo en depresión, tomaba casi todos los días, se metía en problemas, lastimo a varios donceles por qué se volvió lujurioso y abusivo.

Pero después de que regreso de su última visita a Francia regreso contentó, ella pensó que por fin el chico Wei había valorado todo lo que su hijo hacia el, jamas se imagino que lo que lo tenía tan contento fue que el doncel le dijo que estaba preñado y que el era el único hombre con el que el había estado, que a pesar de ser amigo de ese doncel fácil, el nunca se dejó tocar por ningún otro hombre.

Cuando lo eligió en la ceremonia de emparejamiento ella se decepciono pero acepto que su hijo se hiciera responsable de su calentura, pero cuando el muy descarado joven en su noche de bodas se ponía de acuerdo con ese hombre con el que engañaba a  su princeso no lo pudo pasar por alto, nadie se burlaría de su retoño, por su apellido que ese mocoso mañoso pagaría las verdes y las maduras....

Amando a dos ruedas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora