🌊Diecisiete🌊

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Ki Wook mordió su labio inferior en lo que escribía las palabras en el buscador de Internet. Tal y como quedó con Hwan Woong, buscaría información más detallada sobre las denominadas "Brujas marinas", así que eso hacía.

Nuevamente, era consciente del montón de información superficial que aparecía en las distintas páginas que visitaría; pero de eso a nada...

De antemano, presionó el primer link que le pareció atractivo, anotando los datos que le resultaban más relevantes al respecto y, tan pronto finalizó con esa primera, optó por escribir de igual forma los distintos nombres que le aparecían.

—Hay mucho que buscar por aquí —murmuró, moviendo su cabeza de un lado a otro; sintiendo y oyendo el clásico crujido de su cuello, a lo que abrió sus ojos con clara sorpresa—. Me tronó —se quejó infantilmente, llevando una mano a la zona para darle un breve masaje—. Bien, ¿qué más hay por aquí?

"La bruja del mar es un ser mágico malvado conocido por las sirenas tentadoras a renunciar a su inmortalidad por el amor de un ser humano. Es capaz de recoger la esencia inmortal de intercambio con poderosos demonios. Además, posee una amplia gama de magia de gran alcance, provenientes de la salmuere al mar."

Ki Wook mordió ligeramente de su labio inferior, bajando lentamente el cursor por dicha ventana de navegación.

"Extrañamente se les ve en grupo".

Ante eso, Ki Wook atinó a parpadear.

—Tiene sentido, no había otra parecida a ella antes de que ese... ¿Debería llamarle tritón o chico? —Preguntó, sumamente confundido al respecto, y es que, aunque tenía intenciones de decirle por lo alcanzado a ver en el mar, tampoco podía dejar de lado el hecho de que; anteriormente, lo había visto en dos piernas y acompañado en el muelle de pescadores—. Bueno, antes de que él me ayudará —finalizó.

Adoptando una expresión pensativa, Ki Wook encontró un nombre peculiar por el que se le denomina a dichas criaturas:

—Cecaelia —susurró, entrecerrando los ojos en lo que entraba a otra página y examinaba con atención las ilustraciones del encabezado—. No tenía escamas en el torso, ni en los brazos, mucho menos en la cara —aceptó, arrugando la frente a la vez que una mueca se presentaba—. Tampoco parecía tener tentáculos en la cabeza, pero no puedo decir lo mismo de la parte inferior. Ya estaba anocheciendo y no alcancé a ver muy bien debido a eso... —aceptó, frustrado. Hasta que, como un rayo de luz, rememoró algo importante—. Si comparo el último ataque con el ocurrido la primera vez, parecía ser más una cola como la de ese sujeto —admitió, volviendo a entrecerrar los ojos—. Si era una, entonces sí debe estar trabajando sola —añadió, apurándose a leer y escribir la información recién descubierta.

—Hijo —le llamó su madre, abriendo la puerta del cuarto del menor, y viendo con cierto interés al menor. Quien, al darse cuenta de las intenciones de su mamá, minimizó las ventanas que tenía abiertas en la computadora que recién sus progenitores le regalaron—. ¿Qué haces?

—Ah —Ki Wook trató de pensar rápido en una respuesta—, una tarea de criaturas mitológicas —respondió, riendo con nerviosismo.

—¿En serio? —Cuestionó ella, curiosa.

—Sí, uhm... Me estoy guiando por una de las tantas historias que me ha contado el abuelo —explicó, atreviéndose a abrir la ventana otra vez. Si voy a fingir, al menos que se vea lo más creíble posible; meditó. Bajando la barra de navegación en lo que leía, lo mejor posible, parte del texto—. ¿Necesitas ayuda con algo? —Preguntó, logrando que la mujer volviera su mente a la razón por la que fue al cuarto del menor.

Secret Of The Sea [LeeHo] (PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora