Capitulo 11

72 4 0
                                    

Bella pov.

Me encontraba en clase, en clase de español para ser más exactos, me encantaba esta clase pero hoy mi ánimo estaba por los suelos...

Había pasado un año exactamente desde la muerte de mis papás y estaba totalmente deprimida... A pesar del tiempo, todavía tenía algunas heridas abiertas, pero gracias a los Cullen- Hale y sobretodo a mi osito, cada vez estaba más recuperada.

La niña tímida que conocieron había quedado para el olvido, ahora era fuerte y nadie, nadie me intimidaba. Había aprendido muy bien el valor de la vida desde que mis padres habían muerto en aquel trágico accidente de tráfico y a pesar de ese largo año, siempre, siempre los recordaba a todas horas... Su pérdida fue destructora, fue como si una mole de hormigón golpeara contra mi cuerpo, como un saco de boxeo, constante y sin descanso...

Gracias a que mi dulce osito había estado para mí en todo momento, no se había separado de mí en absoluto. Alice por más que intentaba consolarme nunca lo conseguía y Edward también hacía todo lo posible, pero yo sólo quería a mi osito conmigo, él me entendía y me apoyaba en todo. Rosalie y Jasper no pararon de llamar, de visitarme varias veces al día, se los agradecía a todos, pero no me hacía sentir mejor, sólo mi osito sabía cómo hacerlo.

En ese momento una nota cayó en mi mesa y en un rápido movimientos la cogí para que el profesor no se diese cuenta. La abrí y no pude más que sonreír...

Mi bebé,

¿Lista para el viaje? Yo no puedo esperar...

Tu osito.

Emmett sabía perfectamente cómo hacerme sonreír en los momentos más difíciles. Escribí la respuesta a la nota y se lo tiré a su mesa, estaba justo detrás de mí, en esta clase siempre nos separaban a todos y en las demás estábamos siempre

sentados juntos.

Por supuesto, siempre que sea contigo.

Te amo osito,

Tu bebé.

La cogió al vuelo y me dedicó la sonrisa más preciosa se todas, yo sólo pude guiñarle.

Hoy nos daban las vacaciones de verano, al fin... y esta tarde nos íbamos de vacaciones a una casa rural, cerca de Seattle, sería magnífico.

Había sido un curso duro, tanto emocional como físico... Los estudios me dejaban agotada, sólo Emmett hacía que me sintiera mejor en su compañía y físico porque mi cuerpo había cambiado drásticamente, ya no había nada de ese cuerpo de niña, ahora mis pechos habían aumentado considerablemente y mis piernas se habían vuelto más torneadas que antes. Y ni que hablar de mi trasero... seguía tan respingón como antes, pero con formas maduras. Un cambio, que al parecer, mi osito adoraba. Sonreí ante ese pensamiento...

A mí si que me gustaba su cuerpo... Dios... él sí que había cambiado...

Su ancho cuerpo, ahora estaba más ancho aún, siendo espectacular... Sus pechos se habían definido hasta marcarse completamente, al igual que sus abdominales... Por Dios... eso sí que era una puta tableta de chocolate... Y sus brazos... antes anchos, ahora eran enormes... cómo me gustaba cuando me estrechaba en su pecho, sintiendo todo el calor abrasador de su cuerpo... Sonreí de nuevo ante ese pensamiento...

Todos los Cullen, Esme, Carliste, Emmett, incluso Edward, que ya hablábamos como siempre, se dejaron la piel para que saliese adelante. Jamás me dejaron sola y eso se los agradecía con todo mi corazón. Incluso, Jasper y Rosalie, siempre que me veían me ayudaban en todo lo que podían. Mi relación con Rosalie había avanzado para mejor, ahora nos llevábamos mejor que antes, como si eso fuera posible. Recordé la conversación que tuve con ella justo después del funeral de mi mamá...

mezcla de sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora