Capitulo 16

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Bella pov.

Estaba poniendo la bandeja de carne en la mesa del jardín cuando escuché risas en la cocina, inmediatamente me dirigí hacia allí y la escena que vi fue simplemente imposible... Rosalie se estaba mirando desde todos los ángulos posibles con el reflejo de la nevera, mientras Edward le decía que estaba perfecta... Ya claro... perfectamente roja... -¿Se puede saber qué hacéis?- dije antes de soltar una carcajada, miré a mi osito y éste me miró intensamente con una sonrisa burlona pintada en el rostro. -¿Tú qué crees?- dijo una Rosalie más roja que un salmonete, totalmente enfurecida... -No sé... ¿mirándote las arrugas prematuras?- dije picándola y surtió efecto... -¿Qué? No me jodas tú también Bella. -Te lo digo por tu bien, rubita... esa carita de ángel pasará a ser una de demonio...-todos, incluyendo a Edward, se descojonaron de la risa. -Eres una perra- me susurró tocando su "linda" cara... -Ya... pero aun así me quieres- le guiñé un ojo y avancé hacia ella- Anda vamos, te daré una crema para esa piel de viejuna-le sonreí y ella sonrió dándome un golpe cariñoso en el brazo. -Vamos- respondió cogiendo mi mano y todos se nos quedaron mirando. -Chicos id haciendo la cena, ¿vale?- dijo Alice levantándose del asiento- Vamos, chicas, os tengo que enseñar todo lo que os he comprado- sonrió. -Te amo- Emmett me cogió del brazo y me besó en los labios posesivamente. -Y yo a ti- le sonreí y le besé una última vez antes de que las chicas me separaran completamente de él. Subimos las escaleras agarradas de la mano con una sonrisa en nuestros labios. Entramos en la habitación de Alice y Rosalie y yo exclamamos un "oh" al ver las innumerables bolsas encima de la enorme cama. -Joder... ¿Qué has comprado toda la tienda o qué, enana?- le dije con una sonrisa y ella me sonrió. -Venga, no os quejéis, os gustará- Alice se dirigió hacia las bolsas y Rose y yo nos sentamos en el suelo- Toma, Rose- le lanzó una bolsa que ponía La Perla. No era lo que yo creía, ¿no? -Alice...- susurró Rosalie casi sin voz cogiendo un precioso picardías rojo pasión y negro, era muy sexy... -¿Te gusta?- dijo Alice muy emocionada y la rubia se abalanzó a ella y la abrazó efusivamente. -Es perfecto, cariño, gracias- dijo con lágrimas en los ojos y yo les sonreí a ambas. -Mira bien la bolsa- dijo la enana sonriente y Rose miró la bolsa sin dejar el picardías. Joder... Cogió una caja con el nombre de La Perla dibujado elegantemente y la abrió con rapidez. En ella había el bikini más bonito que había visto jamás. -Joder...- susurró la rubia con lágrimas en los ojos. -Sabía que te gustaría- demandó la enana con una preciosa sonrisa y Rose le besó en ambas mejillas varias veces. -Qué sentimental esta nuestra rubita- le dije con una sonrisa y Rose me sacó la lengua, sin soltar el picardías y el bikini. -Bella- me llamó Alice a la vez que me lanzaba una bolsa de la misma marca. La Perla... Abrí la bolsa y en ella había una caja, más grande que la de Rose y abrí mucho los ojos... Nada más la caja podía servir para llevar los zapatos de la reina... me reí ante mis propios pensamientos... No es que no estuviéramos acostumbradas a las marcas caras, más bien era las que usábamos, pero en Forks no había nada de esto... en nuestros viajes aprovechábamos para comprar o los viajantes de comercios que iban a Forks muy de vez en cuando... Conseguí abrir la caja con delicadeza y encontré entre gasas un precioso bikini negro, liso completamente, pero lo que me cautivó fue la parte de abajo, era de tanga y tenía dos tiras a cada lado, pero en el lado izquierdo tenía como una especie de cadenita plateada muy fina. Era absolutamente precioso... -Joder enana... gracias- la abracé con fuerza y ella me sonrió y me besó en la mejilla. -Pondrás malo a mi hermano...- me susurró y yo solté una carcajada. -No me cabe la menor duda...- me separé de ella y volví a tocar la suave tela del bikini. Me fijé más en la caja y había algo más también enrollado en una fina gasa. Lo cogí y mis ojos se deleitaron con un precioso tanga, de bikini también, rosa fucsia, era precioso... Tenía tres filas de volantes pequeños y minúsculos lunares blancos. Era perfecto... -Es perfecto- susurré mirando el precioso tanga entre mis dedos. -Lo sé- susurró Alice en mi oído y yo la miré feliz. -Gracias- la volví a besar y ella me sonrió. -Aún quedan más cosas, chicas- nos dijo mirándonos con una sonrisa, yo estaba a mi bola mirando mis dos preciosidades al igual que Rose... -¿Más?- dije con una ceja alzada y ella asintió. -Rose- le dio una bolsa que ponía Victoria 's Secret... -Oh, Dios mío... no me digas, no me digas...- dijo Rose cogiendo la bolsa con una lentitud muy poco común en ella...-Joder...- susurró cogiendo un conjunto de lencería negro de satén. -Parecerás uno de los ángeles de Victoria 's Secret, Rose- le dije mientras le sonreía y ella me guiñó un ojo. -A Eddie le encantará...- dijo burlona y Alice se tapó los oídos... -No quiero escucharlo, chicas, bastante tengo ya con escuchar vuestro gemidos...-nos miró con cara de asco. Yo la miré con casa de horror... ¿de verdad me había escuchado gemir? -Si, te he escuchado gemir Bella... Por Dios...- dijo tapándose los oídos y yo me tapé la cara avergonzada. -Uhm, nuestra Bells se desfasa...-murmuró la rubia y yo la miré desafiante. -Ya vale, salmonete- le dije y ella quitó su sonrisa. -Venga chicas, sigamos- dijo Alice aligerando el ambiente. Alice cogió otra bolsa de Victoria's Secret y me la dio con una sonrisa. La abrí con una sonrisa y cogí todo a la vez... Había cuatro tangas, uno blanco, rojo pasión, agua marina y otro negro, todos de una seda muy fina, que iban a juego con sus respectivos sujetadores, todos con unos detalles preciosos, tanto en los tirantes como en el centro del pecho y en la propia tela. Si... una puta bomba sexual... -Son preciosos...- le dije mientras tocaba la suave seda- Son una puta bomba sexual...- susurré mientras me imaginaba a Emmett tocando mi cuerpo posesivamente, a la vez que me quitaba la fina tela... Me mojé completamente... Joder... tenía que controlarme... parecía una puta obsesa... -Exacto- dijo la enana como si fuera obvio y yo le sonreí. -Joder nena, tendrás a Emmett loco...- dijo la rubia mirándome sensualmente y yo solté una carcajada. La siguiente hora o dos... la pasamos recibiendo todo tipo de ropa, de todas las marcas y telas... Sencillamente... Alice se había vuelto completamente loca... -Oh, Alice, por Dios...- exclamé viendo la bolsa con una caligrafía única que ponía Mac... Joder... era mi marca favorita en lo que al maquillaje se trataba... Abrí la bolsa con desesperación y ahí había de todo... Desde maquillaje líquido hasta esmaltes de todos los colores que me fascinaban... -Joder enana... te habrá costado una pasta todo esto... -Eso da igual- le tendió a Rose otra bolsa igual y ésta se puso igual que yo. -Dios Alice... gracias por todo esto enana-la abrazó y se puso como una completa loca a abrir todo y a probarse todo. Alice nos enseñó todo lo que se había comprado y el "oh" no se fue de las bocas de Rose y mía, tenía un gusto exquisito... -Chicas- Emmett llamó a la puerta y dijimos "pasa" al unísono. -Hola Emm- le dije la enana besándole en la mejilla y éste sonrió dulcemente haciendo que sus dos hoyuelos se vieran. Era completamente adorable... -Hola mi amor- le sonreí y me levanté del suelo para besarle en los labios. Mis labios se unieron a los suyos con hambre... tenía mucha hambre de él... -Hola cariño- me sonrió y me agarró por la cintura. -Eh... nosotras nos vamos- dijo la enana y arrastró a Rose hasta la puerta. -No seáis morbosillos y no lo hagáis en la cama de la pobre Alice...- susurró la rubia con picardía en su voz. -Rose...- dije advirtiéndola y ella me guiñó antes de cerrar la puerta despacio. -¿Qué habéis estado haciendo? -¿Tú qué crees? La enana nos ha comprado toda la tienda de todas las marcas...- Emmett me sonrió y me besó dulcemente en los labios. -La cena ya está lista... -¿Si? Qué marido más perfecto tengo...-bromeé, pero la mirada de Emmett se iluminó por un momento. -Ya ves- sonrió y me volvió a besar, pero esta vez rudamente... Mis manos se enrollaron en su suave pelo y Emmett me impulsó con sus manos en mi trasero para que pudiera besarme más fácilmente y para que mi cuerpo estuviera a su merced... mis piernas se enrollaron inmediatamente en su cintura. -Te amo- susurró antes de atacar mi cuello con besos húmedos... -Cuando veas lo que me ha comprado la enana, me amarás más- le dije de manera sensual y pasé mis dedos por el lóbulo de su oreja, muy suavemente... provocando un delicioso gemido por su parte... -Entonces esperaré a esta noche...- me dijo separándose de mí con una erección más que evidente... -Emmett... ¿te das cuenta que me has dejado con las ganas, verdad?- le dije mirando su delicioso miembro... Me bajé de su cuerpo y lo miré interrogante... -Lo sé, espero que después tengas más ganas que ahora...- me besó rudamente en los labios y me guiñó de manera sexy... -No me hagas esto, Emmett...- jugué sucio... lo sé, pero le necesitaba...- No sabes cómo me he mojado cuando te he imaginado quitándome esto- me agaché de forma sensual, poniendo mi trasero en sus narices, para coger uno de los tangas de satén- Saboreando mi piel mientras que tus manos acarician mi cuerpo...-cerré los ojos y me mordí el labio inferior... Muy pronto escuché su delicioso gemido... -Bella...- agarró mi nuca con fuerza y me besó de la misma forma... Ahora si... este era mi hombre insaciable... -Emmett... te necesito...- le dije con urgencia a la vez que mi sexo se restregaba con su pierna... -Joder...- gruñó y me cogió en peso y me empujó hacia atrás, sintiendo la dura pared en mi espalda. Mis manos se dirigieron hacia su torso desnudo y acariciaron esos músculos de acero que me volvían loca... su ancho pecho cada vez subía y bajaba con más rapidez... Nuestras respiraciones eran ya erráticas y sólo era el pre calentamiento... -Dios...- gemí cuando sus labios rozaron mis pezones por encima de la tela... -Eres deliciosa...- me retiró con sutileza el tanga y lo hizo a un lado- Pónmelo- me tendió un condón y yo como la experta que me estaba convirtiendo, le obedecí y se lo puse con habilidad- Aprendes muy rápido...- yo gemí en respuesta ante su mirada felina... Emmett empujó contra mi sexo y me penetró de una sola estocada, fuerte y profunda... -¡¡Emmett!!- gemí a la vez que cerraba los ojos con fuerza por la estocada... Me recompuse rápido y le miré a los ojos, ese azul había pasado a ser casi negro, a causa de la excitación... Su mirada se dirigió hacia mis labios y lo besé con rudeza... Él puso sus manos a cada lado de mi trasero y me penetró de nuevo, sacando lo justo para que la punta se quedara en mi interior... -Jod... er- dije sin poder decir nada y él sonrió contra mis labios. -Hermosa- me besó ligeramente a la vez que me penetraba de nuevo y sus labios se dirigieron a mi cuello, lo besó, lamió y mordió a su antojo, mientras que yo era presa del placer que me brindaba su cuerpo... No me faltó mucho más, sólo unas estocadas más para que mi ola de placer que invadiese por completo... -Emmett...- susurré sin fuerzas a la vez que sentía su miembro palpitar en mi interior... ahí supe que estaba muy cerca de su liberación... -Joder... - me apretó más contra su cuerpo y me mordió el cuello a la vez que gritaba mi nombre... Yo acaricié su espalda y puse mi cara en el hueco de su cuello, oliendo su exquisito aroma varonil... -Eres perfecta...- me besó con una sonrisa sexy en sus labios y me bajó con cuidado de su cuerpo- No pretendía hacértelo en la habitación de mi hermana... pero tú te lo has buscado...- me dijo roncamente, provocando que mi cuerpo se encendiera de nuevo... Sin duda tenía un grave problema... me estaba convirtiendo en una total ninfómana...

mezcla de sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora