Capitulo 20

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Emmett pov.

-Compraremos de todo, no tenemos tiempo- dijo la enana emocionada mientras conducía mi enorme jeep. Acabábamos de salir del hospital y estábamos de camino hacia el centro comercial de Seattle... Si... la enana no podía esperar unos meses para comprar nada, en cuanto se enteró que Rose y mi sobrino, qué bien sonaba... no había dejado de saltar como una auténtica loca rogándome que la llevara ahora mismo al centro comercial... Tengo que decir, que gracias a Bella, ahora estábamos de camino hacia el centro comercial, no podía resistirme a nada de lo que me decía esta hermosa brujilla... -Enana, lo estresarás antes de tiempo...-dijo mi pequeña provocadora con una sonrisa- Además... todavía quedan siete meses y pico por delante...- rodó los ojos de una forma que hizo que me riera. -Da lo mismo, necesita miles de cositas- le sacó la lengua y abrazó a Jasper por la cintura- Jazz, será hermoso- dijo con voz dulce. -Si, lo será- vaya, vaya... al parecer todos estábamos emocionados. -Su tío Emm será su favorito- intervine yo y Bella me sonrió ampliamente. -No, será su tía Ali, me pedirá consejos de moda y le ayudaré a que parezca un angelito para que todos los chicos vayan detrás de ella- seguía empeñándose en que sería una niña... -Alice, puede ser niño...- dijo Jazz mirándola. -No, será una niña, os lo aseguro. Si... ella y su sexto sentido de adivinar cosas antes de tiempo... Llegamos y aparqué justo en la puerta. -Chicos nos repartiremos las tareas- dijo la enana cuando pisamos la entrada. -¿A qué te refieres?- dije yo mirándola a los ojos, tan iguales a los de Edward. -Que Bella y yo iremos a por la ropita de bebé y vosotros dos iréis escogiendo los juguetes- Bella rodó los ojos y se pegó a mi costado. -¿No puedo ir con Emmett?- Bella puso cara de cachorrito a Alice, justo como ella hacía y asintió lentamente. -Está bien...- Bella avanzó hacia ella y le besó en la mejilla. Sin duda, la noticia del embarazo de Alice la había emocionado de sobre manera. -Gracias- Bella la besó de nuevo y se giró para mirarme y pegarse a mi cuerpo de nuevo. -Pero entonces, como vas con una chica-se dirigió a mí la enana- Vosotros escogeréis la cunita y el carrito, además de los juguetes- Bella asintió a la vez que cogía mi mano- Nosotros nos encargaremos de toda la ropita, pañales, cambiador...- vale... se estaba pasando. -Chicos os llamaré cuando terminemos nosotros, ¿está bien?- dijo Jasper a la vez que cogía a mi hermana de la mano y ésta tiraba de él sin ninguna consideración. -Es increíble la fuerza que tiene...- me miró a los ojos y se puso de puntillas para darme un beso en los labios. -Te amo, ¿lo sabes no?- le susurré antes de darle un beso voraz. Bella enredó sus dedos en mi pelo y yo la cogí por la cintura. Su lengua era demasiado suave y dulce como el caramelo. Sentí un gemido por su parte en mi boca y sonreí como un auténtico idiota por provocarle eso. Tuve que dejarla porque, de verdad, que no podría parar... -Te amo- me susurró antes de besar mis labios rápidamente y bajarse de mi cuerpo- Bien... iremos a "Peques" a ver que ahí por allí- me cogió de la mano y tiró de mí. -¿Conocer las tiendas de bebés?- pregunté extrañado. -Todo el mundo sabe cuáles son las tiendas de bebé- dijo como si fuera obvio y yo la miré a los ojos. -Pues yo no- reconocí y ella soltó una pequeña carcajada. -No sé por qué, pero no me extraña...- me sonrió- Será quizás porque a ti te interesan más los coches y cosas como estetoscopios, agujas y todo eso...- la paré en seco y la cogí de la nuca. -A mí sólo me interesas tú- le sonreí de forma pícara y le besé dulcemente en los labios. Ella sonrió sobre mis labios y se separó de mí. -Vamos- me cogió de la mano y de nuevo, tiró de mí. Muy pronto entramos en una tienda que estaba compuesta por mucha ropita muy pequeña y miles, o mejor dicho, millones de carritos y cunitas para bebés... -Madre mía...- susurré mirando todo a mi alrededor... -Si, es genial- Bella me miró y me sonrió-Vamos, tenemos mucho que comprar- me cogió de la mano y me guio por todos los pasillos donde todos los tipos de peluches que podían existir. -Éstos serán los primeros, sin duda- Bella cogió a Mickey y Minnie y tuve que reírme. -Si, son míticos- le guiñé y vi a la rana Gustavo- Éste también es fundamental-Bella sonrió y cogió un caballito enorme que se balanceaba. -Me gusta- lo cogí y me lo puse debajo del brazo. Así estuvimos hasta que llegamos a los accesorios para cunas. -Esto no puede faltar- cogió unos muñequitos para colgarlos en la cunita y que el bebé le diese con sus manitas. -Ni esto tampoco- le dije cogiendo unos altavoces para escuchar todo lo que hacía el bebé, si lloraba o no. -Si- asintió Bella y nos dirigimos hacia los pasillos donde se encontraban todas las cunas y los carros. Miramos todos y cada uno de ellos, pero no nos convencían ninguno de ellos, hasta que vi una cuna y un carrito a juego al final de un pasillo donde se encontraban los juguetes. -Esa- dije seguro avanzando hacia la cuna y el carro. -Es... es preciosa- Bella estaba totalmente emocionada y no era para menos- Es perfecto...- susurró tocando la fina madera de la cuna- Es tan suave... -Aparenta serlo- le sonreí y ella se volvió para sonreírme de manera increíble y guiñarme un ojo. La besé en los labios antes de tocar los barrotes de madera. Sin duda, era muy suave. -Es tan delicada...- Bella estaba muy emocionada con todo esto y estaba seguro que algunas lágrimas amenazaban con salir-Y el carrito es absolutamente perfecto, es tan fino y elegante...- dijo sin dejar de tocar la cuna a la vez que miraba el carrito. La imagen de Bella tocando la suave cuna con sus delicados dedos, sólo sirvió para que recordara lo mucho que quería formar una familia con ella. Un hijo era mi sueño y más con la mujer que amaba con todo mi corazón. Marica... me gritó a vocecilla de mi conciencia, pero no me importó. -Nos los llevamos- le dije y ella se volvió de nuevo y pude ver las lágrimas corriendo por sus mejillas, pero también una sonrisa radiante- Junto con todo esto-le dije señalando todo lo que tenía encima de mis brazos y los de Bella. -Te amo- me cogió de la nuca y me besó intensamente- Te amo más que a mi vida-me susurró sobre mis labios y de nuevo, unió nuestros labios. -Y yo a ti, princesa- le sonreí y llamé a una dependienta que estaba en esta área-Perdone, ¿nos podría ayudar?- la chica me sonrió y se acercó a nosotros. -Por supuesto, ¿en qué puedo ayudarle?-dijo mirándome intensamente con una sonrisa coqueta. Sentí la tensión del cuerpo de Bella a mi lado. -Queremos esa cuna y ese carrito- Bella se adelantó un poco y le sonrió ampliamente- Dentro de siete meses seremos papás- se palpó la inexistente barriga, provocando que la chica se pusiera pálida y asintiera a la vez que se alejaba de nosotros. -Me encanta que te pongas celosa- la cogí y la besé en los labios rudamente, a lo que ella se apretó más contra mi pecho y gimió audiblemente. -Te estaba comiendo con la mirada-susurró jadeante- No lo podía permitir- le sonreí y la besé de nuevo. -Disculpen- escuchamos la voz de la chica y solté a Bella con cuidado en el suelo, después de haberle dado un último beso en los labios- Esa cuna y ese carrito son exclusivos y valen una fortuna- dijo sonriente y yo le sonreí ampliamente. -Claro, no esperábamos menos- Bella me cogió de la mano y pude ver por el rabillo del ojo cómo sonreía triunfalmente. -Sólo queremos cosas exclusivas para nuestro bebé- cogió mi mano e hizo que le tocase su vientre plano, no pude más que sonreír. -Está bien- vaya... la chica parecía que echaba humo por las orejas- ¿Qué color prefieren de la tela? -Tal y como está ahí- Bella señaló el sitió donde estaba expuesto la cuna y el carro-La tela debe ser beige- la chica sólo asintió mientras se alejaba nuevamente. -Eres mala- le susurré antes de besarla de nuevo, tocar su vientre había sido demasiado erótico... -Sólo defiendo lo que es mío, bebé- me guiñó y pasó su lengua por mi labio inferior. Si... sin duda estaba jugando con fuego. -¿Te das cuenta que estamos en un lugar público, verdad?- restregué mi ya avanzada erección en su bajo vientre, ella gimió mirándome con deseo. -¿Y tú te das cuenta que te follaría ahora mismo, verdad?- su voz era completamente ronca y sus dientes atraparon su labio inferior, es un gesto totalmente erótico... Joder... ahora mismo podría cogerla sin que me importase una mierda los demás... -Ya está todo listo, ¿me acompañan?- la voz de la dependienta fue mi salvación para que no desnudara a mi provocativa novia y la hiciera mía. -Tú y yo tenemos una sesión pendiente-me dijo sonriéndome sexymente. -No hagas que te desnude y te haga mía aquí y ahora- le susurré a la vez que la cogía de la mano y tiraba de ella para ponernos detrás de la chica. -La verdad es que no me importaría...- sus ojos estaban completamente negros y yo tuve que tragarme el gemido que estaba a punto de salir de mis labios. ¿Desde cuando podía contenerme tanto? -Tienen que firmar aquí- la chica nos presentó unos papeles. -¿Para que las necesita?- le dije yo quitando de mi mente a una Bella desnuda incitándome a que me enterrara en ella... -Para la garantía, al ser productos exclusivos, tienen una mayor garantía que los demás- Bella y yo asentimos. Firmamos los papeles necesarios, no sin antes haberlos leído dos veces y se lo entregamos. -¿Prefieren llevárselo ahora o que se lo lleven a casa?- nos preguntó mirándonos. -Nos lo llevamos nosotros- la chica asintió y le tendimos todos los peluches, juguetes y demás... -Muy bien, hay está todo listo- cogió varias bolsas y lo metió todo con excesivo cuidado y nos tendió el ticket. Sin duda, eran exclusivos... pero no me importaba, quería lo mejor para mi sobrino. -Yo también quiero pagarlo- me dijo mi preciosa novia. -Haremos una cosa- me giré para mirarla-Tú pagarás el carro y yo la cuna, ¿vale?-sabía que si no le decía eso, se enfadaría. -Vale- dijo sonriente antes de darme un beso- ¿Y todo lo demás?- preguntó cautelosa. -Los compraré yo- me miró con los ojos muy abiertos y a punto de decir algo, pero la corté- Vamos, Alice y tú vendréis millones de veces sin mí- ella pareció pensarlo y asintió. -Eso espero, si no, vendré yo sola- me aseguró y yo asentí. Le tendí mi tarjeta de crédito y ella la cogió encantada. -¿Tenéis el coche aquí, verdad?- los dos la miramos extraños- Es para que mis compañeros carguen las cosas hasta vuestro coche- aclaró. -No se preocupe- ella me miró directamente a los ojos- Yo cargaré las cosas hasta el coche- ella asintió. -Si me disculpan, voy a ir a por su cuna y su carro- nos sonrió, por primera vez, sinceramente y se alejó de nosotros. -¿Sabes que te ves putamente sexy cuando haces fuerza con tus enormes brazos, verdad?- me volví para ver a Bella y ésta tenía una sonrisa totalmente provocativa. -¿Te das cuenta que me estoy resistiendo, verdad?- sólo pude sonreírle antes de que la chica llegase. -Aquí tienen- dos chicos dejaron la cuna y el carro al lado de nosotros. -Gracias- dijimos al unísono. -La cuna, como podréis comprobar, está desmontada- los dos asentimos- Tienen todas las instrucciones dentro de la caja, si tienen alguna duda, no duden en llamarnos- nos tendió la tarjeta de la tienda. -Muchas gracias- guardé la tarjeta en el bolsillo y me dirigí a coger la enorme caja de la cuna y las bolsas. -Yo llevaré el carrito- dijo Bella muy emocionada y yo asentí sonriente. -Muchas gracias por su compra, si pueden acercarse después, le haremos un regalo exclusivo- nos sonrió y se alejó por donde había venido. -Sin duda se ha quedado con las ganas de un hijo tuyo- susurró Bella con voz burlona y yo le saqué la lengua. -Sólo quiero tenerlo contigo- le guiñé y cogí la enorme caja. La verdad es que pesaba, pero las innumerables horas en el gimnasio me habían ayudado demasiado y ahora se notaba. Bella empujó el carro y salimos de la tienda. Bella estaba con una sonrisa radiante mientras empujaba el carrito de nuestro sobrino y yo tuve que sonreír... No había visto imagen más tierna nunca... De verdad que deseaba tener un hijo con ella... Todas las personas que nos encontrábamos en el camino, nos miraban con ternura. Yo sólo pude sonreír. -Tu teoría de estar embarazada parece ser que se lo cree todo el mundo- le dije moviendo mi cabeza hacia un lado de la enorme caja. -Si...- me sonrió y seguimos nuestro camino. Llegamos hasta el enorme jeep y metí la cuna y el carro, dejando sitio para las innumerables bolsas que traería Alice... -Seguro que les encantará- me aseguró Bella mirando con adoración al carrito. -Si- le cogí de la cintura e hice que enrollara sus piernas en mis caderas- Eres demasiado provocadora como para dejarte ir...- le susurré con la voz demasiada ronca y ella soltó un gemido lastimero. -Quiero que me folles hasta perder el sentido, bebé- me susurró en el oído y luego me mordió el lóbulo de la oreja. Yo sólo gruñí antes sus palabras y la metí de nuevo en el enorme maletero. La cogí y la tumbé suavemente en el duro duelo, pero ella no se quejó. -Te deseo tanto- ataqué sus labios salvajemente y ella comenzó a quitarme la camisa que llevaba. Mis manos se dirigieron hacia su vestido y jalaron fuertemente hacia arriba de la suave tela, dándome cuenta que no tenía sujetador. -Joder...- susurré antes de que mi boca atacara uno de sus pezones. -Mmmm...- gimió cuando mis manos tocaron la suave piel de sus muslos, rudamente... Le arranqué el tanga literalmente, dejando la pequeña tela en pequeños trocitos... -Te necesito ya- sus manos se dirigieron hacia mi cinturón y jaló del él fuertemente, haciendo que mi piel se estremeciera por su roce. Me bajó los pantalones y el bóxer y cogió mi miembro entre sus pequeñas manos, acariciando suavemente de arriba abajo. -Bella...- gemí y ella me sonrió acelerando sus movimientos. Yo no pude más y cogí sus manos y empujé para penetrarla de una sola estocada. -¡Emmett!- gritó y yo gemí audiblemente. -Dios... eres tan estrecha- el roce de piel con piel, sin un dichoso condón de por medio, era absolutamente magnífica... parecía que mi miembro era demasiado para su pequeña cavidad y eso hacía que mi miembro se apretara dentro de ella... Era una fricción maravillosa... -Dios... es enorme- cerró los ojos y mordió su labio inferior. Yo sonreí al ver su cara de auténtico placer y saqué mi miembro de su húmeda y caliente cavidad. -Emmett...- lloriqueó y yo le sonreí más ampliamente. -¿No querrás que esa cuna y ese carro sea para nosotros, verdad?- le recordé cogiendo un condón de mi cartera y ella me sonrió. Me lo puse y no esperé a nada más, simplemente la volví y la puse de espaldas a mí. -Agárrate- le dije a la vez que la cogía por la cintura y la penetraba de un solo golpe. -Joder...- susurró abriendo sus piernas más para mí. Yo tuve que sonreír al tener una vista tan perfecta de su perfecto culo. -Eres perfecta...- le besé en la espalda y pude ver sus uñas clavadas mi camisa. Sonreí y la penetré más fuerte. -Emmett- su voz era completamente ronca y eso me encendió aun más. -Estás tan húmeda...- la fricción hacía un sonido putamente erótico, provocando que embistiera con más fuerza. -Emmett- gimió y sentí que sus paredes estaban apretando a mi ancho miembro. Ya estaba llegando a su ansiado orgasmo... eso me encendió de sobre manera... -Bella- nuestras respiraciones eran erráticas y el vaivén era delicioso. -Bebé, vo... voy a llegar...- susurró entre gemido y gemido y sus paredes apretaron más salvajemente el contorno de mi miembro. -¡Bella!- gemí al sentir que mi orgasmo estaba cerca. Bella se desplomó en el suelo y tuve que agarrarla fuertemente por su estrecha cintura. Sólo necesité dos embestidas más para llegar a mi ansiado clímax... -¡Bebé!- gemí de nuevo y me desplomé, con cuidado, encima de su espalda, sintiendo la suave capa de sudor en su delicada piel... haciendo que mi pecho se pegara completamente a su espalda. Le besé en el cuello y ella me acarició el muslo suavemente. -Ha sido...- aun le costaba hablar... -Perfecto- dije yo intentando tranquilizar mi respiración. Cuando me hube tranquilizado, me deparé de ella lo justo para girarla y besarle en los labios. -Se siente tan bien sin eso...- dijo señalando el condón que aún estaba en mi miembro flácido. -Lo sé- la abracé y le besé en la frente-Pero somos menores y aún no podemos hacer nada sin que mis padres se enteren...- ella asintió y me miró antes de besarme. Estuvimos así hasta que nos tranquilizamos completamente, la vestí y me di cuenta que se había quedado sin ropa interior... -Joder... no irás con ese vestido sin llevar nada debajo...- le señalé su perfecto cuerpo de diosa. -¿Y qué quieres que haga?- me sonrió-Estabas desesperado... -¿Y qué querías?- ella alzó una ceja- No parabas de susurrarme cosas, agradece que no te he hecho mí en medio de esa tienda...- le sonreí como a ella le gustaba y soltó una carcajada. -Eres terrible...- rodó los ojos y cogió mi bóxer del suelo- Esto- señaló mis Calvin Klein- Es mío- me guiñó y sin más, se levantó y se lo puso. Sin duda, sabía por qué la amaba... -Y tú eres imposible, bebé dulce- le sonreí y me vestí rápidamente. Miré hacia los cristales y éstos estaban completamente empañados... la verdad es que hacía un calor asfixiante. -Creo que no hemos dejado demasiado para la imaginación...- susurró Bella mirando a la misma dirección que yo. Yo sólo pude soltar una carcajada. -Eso te pasa por ser tan provocadora... señora Cullen- ella abrió mucho los ojos. -¿Estás insinuando que quiere casarse conmigo, Doctor Cullen?- su voz era demasiado erótica para ser verdad... -Sería mi sueño hecho realidad- le confesé y tiré de ella para acercarla a mí, ella puso sus manos en mi pecho. -También sería el mío- me sonrió y yo bajé mi cabeza para besarla. Al cabo de los minutos, cuando verdaderamente no se podía estar por el calor asfixiante, nos bajamos del jeep. En ese momento sonó mi móvil. Era Jasper. -Dime- cerré el jeep con el mando y nos encaminamos, nuevamente, hacia el centro comercial. -¡Hermanito!- pues no, no era Jasper, era Alice. -Dime, Ali- Bella me sonrió. -¿Dónde estáis? -Acabamos de dejar la cuna y el carrito en el maletero del jeep- escuché un grito demasiado agudo en el otro lado de la línea. Joder... sí que podía ser chillona mi hermana cuando se lo proponía... -¿¡De verdad!?- dijo emocionada. -Si, te encantará- le aseguré y ella rio. -Sabía yo que la vena de la moda la tenías que tener en algún lado...- yo rodé los ojos y Bella soltó una carcajada al verme-¿Cómo es? -Ya los verás- le aseguré y ella soltó un suspiro. -¿Es lo bastante grande, verdad? ¿Y cómoda?- preguntó sin parar- El bebé necesita mucha comodidad y espacio y...-la corté. -Alice, es tan grande que podría caber yo fácilmente...- Bella soltó una nueva carcajada- Y es tan blandita como tu cama...- Alice rio. -Está bien... me has medio convencido...-ahora tuve yo que soltar una carcajada. -¿Habéis encontrado lo que querías? -Pues claro, hermanito, si no, no sería Alice Cullen...- de nuevo rodé los ojos y sonreí. -Ya... ¿dónde estáis vosotros? -En la juguetería, no me he podido contener- soltó una risilla. -Nosotros vamos para allá, ¿nos esperáis? -¡Por supuesto!- tuve que sonreír por su estado de ánimo. -Ahora nos vemos, te quiero- y colgué. -¿Qué pasa?- Bella me cogió de la mano y entramos en el centro comercial. -La enana está eufórica...- me sonrió y asintió. -Creo que todo estamos así, pero su carácter la hace ser exasperante- yo asentí- Pero aun así la adoramos- le sonreí y le besé en la frente. -Si... esta totalmente loca y ya me estoy imaginando al pobre de Jasper con millones de bolsas...- rodé los ojos y ella sonrió. -Están en la juguetería- le aclaré, pero me acordé de lo que nos había dicho la dependienta de la tienda. -¿Adónde vamos?- dijo Bella al darse cuenta que no me dirigía hacia la juguetería. -A la tienda de antes, tenemos que recoger nuestro regalo- le guiñé un ojo y tiré de ella para encaminarnos hacia la tienda. Llegamos y la misma dependienta nos atendió nada más entrar por la puerta. -¿Venís a por vuestro regalo, verdad?-asentimos- Bien, venid conmigo- la acompañamos y nos tendió una silla para el coche, que hacía juego con el carrito y la cuna. -Es preciosa- Bella metió la mano debajo del plástico protector que llevaba y tocó el forro de la sillita a la vez que sonreía. -Sólo existen dos en todo el Estado- nos sonrió la amable chica- Es un privilegio, pero sin duda, os lo merecéis. -Muchas gracias- dije amablemente. -No duden en venir o llamar si necesitan algo- nos sonrió. -Por supuesto que no- dijo mi hermosa novia con voz dulce. -Hasta otra- le sonreí y cogí la sillita. Salimos de la tienda y nos encaminamos hacia la juguetería. -¡Chicos!- la enana nos estaba esperando en la puerta con tres bolsas a cada mano. Claro... el pobre de Jasper no se veía con tanta bolsa... -Joder, enana...- fui hacia Jasper y le alivié un poco... -Gracias, tío- dijo con voz cansada. -¿Qué se supone que habéis comprado?-dijo Bella cogiendo unas bolsas de los brazos de Jasper. -De todo- dijo la enana muy emocionada. -Ya vemos...- dije yo- ¿No te da ni un poquito de pena tu novio? -Si... pero es que no hemos podido parar, no tenemos tiempo. -ENANA- gritó Bella- ¡Faltan siete meses y pico para que nazca nuestra sobrino!- la cara de Alice se iluminó. -Exacto, nos queda muy poco tiempo-todos, y cuando digo todos, incluyo a Jasper, rodamos los ojos- Oh, vamos, no me digáis que sólo habéis comprado la cunita y el carrito...- miró mis manos- ¿Es eso una sillita para el coche? -Si- dije yo y se acercó a mí. -Oh, Dios mío, es preciosa- la tocó sobre el plástico y sonrió. -Hace juego con la cunita y el carrito-intervino Bella y Alice se acercó a ella para abrazarla. -Pues serán preciosos- susurró en el oído de Bella y Jasper y yo sonreímos. -No quedará nada por comprar, ¿verdad?-dije yo y la enana negó sonriente. -No, por hoy está bien, ya vendremos las chicas solas- rodé los ojos, jamás cambiaría... Sonó mi móvil cuando estuvimos a punto de encaminarnos hacia el jeep. -¿Si?-contesté después de un minuto al tener que soltar todas las bolsas en el suelo para poderlo coger, la verdad que temí que colgaran... -Emmett- era Edward. -Dime, papi Eddie...- todos soltaron una carcajada al escuchar mi mote. -¿Dónde estáis? -Estamos saliendo del centro comercial, dile a mamá que desaloje todo el salón o no habrá espacio- de nuevo, todos se rieron pos mis palabras. -No me digas que has dejado a la enana en el centro comercial sola...- seguro que estaba rodando los ojos. -No exactamente, la hemos dejado con su maduro novio Jasper- miré hacia Jasper y éste tragó en seco. -Vaya... eso y sola es lo mismo- asentí a pesar de que no me veía- Los padres de Rose ya lo saben...- susurró. -¿Y qué tal?- todos estaban mirándome curiosos. -Bien, demasiado bien, creo...- seguro que estaba con su típica manía de tirar de su pelo. -¿Qué ha pasado? -Bueno... ya sabes, que somos muy jóvenes y tal... pero lo han aceptado demasiado bien. -Es su hija y será su nieto, tienen que quererlos- ahora los tres estaban justo al lado de mí para escuchar toda la conversación... -Si, de hecho, han adelantado el regreso de sus vacaciones para estar con Rose. -¿Cómo lo haréis ahora? -Hemos acordado en que cada uno dormirá en su casa y que Rose se quedará los fines de semana en la nuestra-susurró un poco triste. -No te preocupes, tío, seguro que podremos convencerlos para que Rose se pueda quedar toda la semana en casa- le aseguré- Además... no creo que tengan miedo a que la dejes embarazada de nuevo...- sonreí. -¡Emmett!- me gritaron Alice y Bella. -¡Gracias, Ali y Bells!- gritó mi hermano dejándome momentáneamente sordo... -Ahora vamos para allá- colgué y sentí el típico pitido en el oído que tienes cuando escuchas algo demasiado fuerte- Gracias chicas, por vuestra culpa, me han dejado sordo- dije metiendo el móvil en el bolsillo trasero y tocándome el oído dolorido. -¿Qué esperabas?- me dijo Bella cuando cogí las bolsas del suelo- Seguro que los señores Hale no se lo han tomado demasiado bien... ¿no? -No, de hecho, lo han aceptado bastante bien- Jasper soltó un suspiro de alivio. -Mis padres con muy comprensivos, pero muy rectos...- aseguró. -Lo sabemos- dijo la enana mirando a su novio- ¿Qué pasa con que Rose sólo se queda a dormir en casa los fines de semana?- dijo mirándome a mí ahora. -Ya sabes, quieren que Rose duerma toda la semana en su casa y los fines de semana podrá hacerlo en la nuestra- la enana rodó los ojos. -Yo convenceré a mis queridos suegros-dijo sonriente y se encaminó hacia el jeep. Sin duda, Alice era la única que podría convencer a los señores Hale...
Se que e tardado mucho en subir este capítulo pero e tenido mucho que hacer y no estaba muy inspirado pero como recompensa hoy subiré ootros dos capítulos.

mezcla de sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora