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• 2000 •

Guillermo y Lionel son una joven pareja bastante querida en su colegio apesar de su diferencia de edad, ellos comenzaron a conocerse despues de que Guillermo llegará como un estudiante de intercambio por una beca que había conseguido, a Leo le llegó el rumor por parte de sus compañeros quienes se enteraron del mexicano que llegaba a octavo grado, inteligente y guapo con su cabello largo y rizado. Al principio, a Leo no le llamaba la atención esa información, sus amigos siempre llamaban atractivo a cualquiera que fuera mayor que ellos pero cuando le vio por primera vez no pudo negar que lo que decían era cierto lo cual despertó un interés por el mexicano, el argentino no podía creer que alguien pudiera ser alto, guapo y sobre todo inteligente, era como ver a la perfección en persona, se sentía atraído por el mayor quien comenzaba a hacerse cada vez más famoso por las veces que salía en el cuadro de honor o en los proyectos que participaba del colegio y porque estaba en el equipo de fútbol de la escuela pero Leo solo trataba de ignorar que él joven de intercambio pudiera ser fácilmente el chico de sus sueños ya que quizás el otro nunca se fijara en el argentino pues este aún estaba en sexto grado.

Cuando paso a séptimo quedó como segundo lugar en el cuadro de honor, como era de esperar el mexicano salía como primer lugar y, al argentino le parecía interesante ver cómo el mayor lograba tener el primer lugar en el cuadro de honor aún con sus diferentes actividades extraescolares. Una tarde en el colegio cuando se quedó solo cuidando las cosas de sus amigos mientras iban a comprar a la cafetería el mexicano se le acercó sentándose a un lado de él, aunque le llamo la atención este gesto el mexicano explico que le había llamado la atención desde hace un tiempo pero que no se atrevía a hablarle porque le parecía extraño que alguien de secundaria le gustará alguien de primaria aún cuando su diferencia de edad fuera corta, al argentino le costó creerle pues no sé creía que alguien a quien había admirado durante más de un año le estuviera diciendo que hacía lo mismo por él.
Después de esa plática comenzaron a hablar más seguido en el colegio al punto de intercambiar números y hablar por mensajes e incluso llamadas por las noches y los sentimientos que el argentino trataba de negar desde hacía tiempo comenzaban a intensificarse pero seguía negandolo, después de todo ellos solo eran amigos y el mexicano no correspondía sus sentimientos. Hasta que el mexicano se le declaró en una paseo juntos por el parque de la ciudad, fue algo demasiado lindo y tierno a decir verdad, el mexicano decoró una parte llena de árboles junto con una manta debajo de estos en dónde comieron tal como un picnic dónde después de comer le confesó lo que sentía por el argentino para después preguntarle si le podía corresponder y ser una pareja formal cosa que Lionel contesto que si alegre y el mexicano le daba un ligero beso. Así fue como empezaron una relación.

Su noviazgo fue aceptado por los padres de Leo después de que Guillermo insistiera por bastante tiempo para que Leo le dejara hablar con esos, pues Leo no quería que sus padres se enterarán de la relación por miedo de que se la prohibieran por la diferencia de edad, cosa que no sucedió. Los padres de Lionel estaban felices por su hijo, aunque les sorprendió bastante ver qué su hijo no llego con una muchacha de su edad y en cambio llegó con un chico mayor que él, pero les alegraba ver a su hijo feliz con alguien que se veía que le quería y era inteligente, que igual no les preocupaba demasiado porque eran jóvenes, sabían que los adolescentes de ese tiempo no veían nada enserio y que su relación no duraría demasiado como para ser algo serio.

• 2003 •

Los años pasaron y Guillermo entro a la preparatoria mientras que Lio seguía en secundaria, eran como la pareja perfecta que todos envidiaban, de esas típicas parejas de película estadounidense. Su relación no podía estar en mejor punto, se daban el tiempo necesario como pareja sin descuidar sus estudios e incluso Guillermo llegaba a quedarse a dormir en la casa de Leo para estudiar y así pasar tiempo juntos y a los jóvenes les dejaban dormir juntos siempre y cuando mantuvieran la puerta de la habitación del argentino abierta cosa que no les molestaba pues nunca llegaban a hacer nada indecente y menos aún cuando Leo no estaba seguro de ello, cosa que Guillermo siempre respeto.

Ambos iban a la misma preparatoria y estaban juntos en el club de fútbol de la escuela. Se la pasaban bastante bien, casi siempre estaban juntos como en los recesos, entrenamientos, partidos o cuando hacían los cambios de módulos, especialmente fuera de la escuela cuando se juntaban a estudiar o tenían citas.

Guillermo salió del aula después de que el maestro le pidiera que fuera a otra aula para buscar unas cosas, mientras caminaba se encontró con Leo en los pasillos platicando con un chico, ambos recargados sobre el barandal, no presto nucha atencion, tenía que ir al salon que le habían pedido lo cual solo ignoró la escena mientras seguía caminando y después de un rato sintió como un peso se recargaba sobre su espalda deteniendo su caminar.

—¿A dónde vas que ni saludas?—pregunto Leo quien se acababa de acercar abrazándole por la espalda.

—Voy a la sala de audiovisuales y no te hable porque estabas con alguien más, no quise molestarte.—le dió una sonrisa alejando al menor de sí para tomarle de la mano y seguir caminando.

—Sabes bien que no molestas o quizás es que vos estabas celoso.—el mayor rió un poco ante su comentario.

—No tengo porque sentir celos por alguien que no me llega ni a los talones.—abrio la puerta del salón dejando que entrara primero el argentino para cerrar la puerta.

Guillermo entro por las cosas y se regresó a la puerta para poder salir ya con lo que le habían pedido.

—¿Cerraste la puerta sin la intención de hacer algo más?—detuvo al mayor tomándole por la muñeca.

—¿Qué otra cosa podría hacer? Estoy en medio de clases, y tú deberías de estar en tu salón.

—Minimo podrías darme un beso antes de irte.—hablo haciendo un señalamiento sobre sus labios, el mayor le vio con una sonrisa, le parecía tierno el como le pedía un poco de cariño.

—Uno y te regresas a tu salón, no quiero que esto te afecte.—el menor asintió con la cabeza y Guillermo le dió un beso corto para irse rápidamente a su salón.

Leo quien se quedó con ganas de un beso más largo espero un poco dentro del salón para después salir, era mejor que nadie viera que salían juntos, después de todo, toda la escuela sabía de su relación, inclusive los maestros.

Cuando las clases terminaron el argentino espero a su pareja en la puerta de la escuela mientras hablaba con unos amigos, era de costumbre que el mayor saliera un poco más tarde por sus clases avanzadas y de mayor duración. Como cada día de su rutina diaria, se iban juntos a la casa de Leo para comer, los padres de Leo ya estaban bastante acostumbrados a ver al mexicano en su hogar cosa que no les molestaba, de hecho la madre de Leo estaba encantada porque el joven siempre le ayudaba en algunas labores del hogar de manera voluntaria.

Guillermo al final del día se despidió de Leo y su familia para irse a su departamento, ambos jóvenes acostumbraban que cuando caminaban de regreso a sus casas por caminos separados hacían una llamada y esa no fue la excepción, algunas veces estás llamadas se extendían hasta largas horas de la noche dependiendo de si tuvieran o no pendientes al día siguiente. Aún cuando Guillermo llegó a su departamento alrededor de las diez de la noche siguieron hablando por llamada en lo que el mexicano se arreglaba para dormir. Mientras hablaban por llamada, ambos acostados en sus camas, a Guillermo le llegó una llamada de un número desconocido, pensaba en no contestarla pues no tenía la lada de españa pero en cambio tenía la de México lo cual le pareció curioso. Colgó su llamada con Lionel deseándole buenas noches y contesto la llamada del número desconocido pensando en que quizás era uno de sus padres hablándole desde otro número y quizás era algo importante ya que ellos nunca le hablaban por las noches.

𝘛𝘩𝘦 𝘖𝘯𝘦 𝘛𝘩𝘢𝘵 𝘎𝘰𝘵 𝘈𝘸𝘢𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora