• 2003 •
Los días comenzaron a pasar, Leo se enfocaba en sus estudios ya que era bastante complicado poder hablar con el mexicano por culpa de la diferencia de horarios aunque hablaban cuando el regresaba del colegio y Guillermo se alistaba para ir a los entrenamientos con su equipo, no tenían tiempo después por los entrenamientos de Lionel y sus actividades extraescolares.
Estaba terminando los entrenamientos con el equipo, aunque trataba de llevarse bien con ellos era bastante complicado, varios de ellos eran mucho mayores que él por lo que no lograba encajar muy bien en las pláticas. Salió de los vestidores junto con su mochila para regresar caminando a su casa, volteo a ver a un parque del lugar, habían varios chicos aproximadamente de su edad y algunos más jóvenes jugando un partido de fútbol, no quería llegar tan rápido a su casa y no faltaba mucho para que Lionel saliera de entrenamientos así que esperaría a la hora para poder marcarle y hablar un rato.
Entro en el parque sentándose sobre una banca viendo a los chicos que estaban ahí jugando, estuvo un rato y después tomo su teléfono donde estaba hablando por mensaje con su hermana.
—Tanto tiempo sin verte.—sintió como un peso ligero se recargaba sobre su costado derecho.
La voz se le hacía conocida pero no sabía si estaba en lo cierto, volteo a ver quién estaba a un lado suyo dejando ver a un joven de cabello largo y rizado similar al suyo, pero si sonrisa eran lo que hacía que lo identificará.—¡Andrés!—contesto alegré al ver de quién se trataba la voz.—Estas tan diferente, casi ni te reconozco.
—Tú también estás muy cambiado, te pusiste más guapo de como te recuerdo, España te sentó bastante bien.—dio un ligero golpe de puño sobre el hombro del mayor mientras el otro reía.—¿Qué tal la vida europea? ¿Conseguiste pareja? Con el como son tus padres, espero que no me vean aquí contigo.
—Todo muy lindo en España, y si, tengo novio aunque no es español, es argentino ¿Y tú?
—Ah… que bien por ti que tengas novio, yo sigo igual que cuando te fuiste, soltero.—rió un poco incómodo mientras se alejaba del hombro del mayor.—Sabes, no quiero volver a meterte en un problema así que mejor me voy.—se levantó de la banca tomando su mochila para poder irse mientras el otro le detenía.—Deberiamos salir algún día, no importan mis padres, dudo que puedan volver a encerrarme otro año.
—Tienes razón, no creo que puedan volver a hacer eso, después de todo ya casi cumples los dieciocho.—paso su mochila para enfrente buscando su teléfono en esta, mientras se lo daba a el mayor para que guardara su número.Guillermo anoto su número en el teléfono y se despidió de Guardado quien se fue, hacía muchísimo que no lo veía o hablaba con él por lo que le era algo fascinante encontrarselo de nuevo. Se levantó del banco sacando su teléfono para marcar a su pareja, no hace mucho habían terminado sus entrenamientos y sería bueno hablar con el en el regreso a su casa.
[ • • • ]
—Yo igual te quiero, hablamos mañana, adiós.—quito el teléfono de su oreja mientras lo guardaba en el bolsillo del pantalón.
La joven se acercó corriendo a él mientras le quitaba el teléfono de la mano.
—¿Por qué nunca me dejas hablar con él? ¿Siquiera sabe que tienes una hermana?—protesto la joven al ver que ya había colgado la llamada.
—Si, yo creo que sí.Ana le miro molesta ante esa respuesta mientras el otro reía. Entraron a la casa donde sus padres les esperaban con la comida lista, comieron en familia hablando sobre el día de cada uno. Al final los jóvenes subieron a su habitación mientras Ana hacía la tarea de su escuela y Guillermo trataba de practicar algunas cosas para distraerse durante el día, después de tantos días sin la presión escolar se le comenzaba a hacer aburrida la vida sin una presión encima, había veces que ayudaba a su hermana en las tareas y proyectos para distraer un poco su mente, tampoco era como si pudiera hablar con Leo porque casi siempre estaba ocupado cuando él tenía tiempo libre.
ESTÁS LEYENDO
𝘛𝘩𝘦 𝘖𝘯𝘦 𝘛𝘩𝘢𝘵 𝘎𝘰𝘵 𝘈𝘸𝘢𝘺
FanfictionLeo y Guillermo son unos jóvenes de preparatoria quienes mantienen una relación desde hace tres años y son bastantes felices con eso. Pero Guillermo regresa a México para continuar con su carrera deportiva y aunque Leo no le agrada la idea, la respe...