𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒, james potter

fourteen.

Halloween finalmente está aquí. El último día de Octubre. El último Halloween de Lana y sus amigas antes de graduarse.

Durante sus años anteriores nunca le habían puesto tanto empeño a sus disfraces como este año. Pidieron ayuda incluso de los elfos para que todos sus vestidos quedaran a la perfección.

—¡Me encanta! —Elowyn exclama cuando se mira al espejo—. En serio, esta es la mejor idea de disfraces que hemos tenido en nuestra vida.

—Concuerdo —Donna murmura, ajustando su vestido.

—Pero desearía que los vestidos fueran más cómodos —Lana dice mientras batalla con su corset—. No creo que toda esta tortura fuera necesaria, Elowyn.

—¡Tonterías! Estaremos bien. En tanto no nos agitemos; entonces ahí tendremos problemas —arruga la nariz—. Mejor traten de no bailar, gritar o correr demasiado, ¿de acuerdo?

—¿No bailar? —Lana vuelve a hablar—. Qué tortura, Elowyn, qué tortura —se lamenta falsamente.

—¡Se ven tan encantadoras! —Harry exclama con emoción, él mismo va disfrazado con una corona sobre la cabeza, va disfrazado de un rey. Curioso.

—¡Lo sé! —Elowyn dice—. Tenemos que asegurarnos de hacer este Halloween memorable. Es nuestro último Halloween en Hogwarts —les recuerda, con un aire melancólico.

Lana se encuentra sentada en la mesa más alejada del centro que ella pudo encontrar, sus amigas se encuentran en la pista de baile mientras ellas las observa a la distancia.

En algún momento, Lauren llega a su mesa.

—Hola, Lana, ¿cómo te la estás pasando? —pregunta con mucho entusiasmo.

—Bien —Lana sonríe—. ¿Y tú? ¿Ya le pediste dulces a todos los profesores?

—Sí, Minnie fue la más difícil de asaltar, es muy severa con la cantidad de dulces que te da. Pero los conseguí —sonríe triunfal mientras levanta su bolsa llena de dulces.

—Sí, Mcgonagall es algo difícil, pero eres afortunada supongo.

—Lo soy —ella ríe—. En realidad vine para pedirte un favor.